Algunos, con la memoria más afilada que cuchillo de carnicero, recuerdan la jugada maestra de Macri en 2013: ceder terreno en la batalla electoral para ganar la guerra política. ¿Se viene una reedición de la estrategia? Las fuentes consultadas, dignas de una película de espías, susurran la posibilidad de que el PRO se abstenga de presentar candidatos propios en la provincia de Buenos Aires y, en cambio, infiltre sus huestes en las listas de La Libertad Avanza. Un movimiento digno de un Gran Maestro de ajedrez, si se me permite la analogía.
Mientras tanto, Javier Milei, el león libertario, ruge y se pasea por la sabana política con la confianza de un domador frente a una jaula llena de gatitos. Su estrategia, tan sutil como un misil teledirigido, consiste en seducir uno por uno a los dirigentes del PRO, esquivando a Macri con la gracia de un bailarín de tango. «No necesitamos al PRO», parecen decir los emisarios mileístas, con la altanería de un conquistador frente a un imperio en decadencia. Y la verdad, con tres intendentes amarillos ya convertidos al violeta libertario en tan solo un mes, no les falta razón. La fuga de dirigentes macristas hacia las filas de Milei es tan incesante como la lluvia en un día de tormenta. Néstor Grindetti, Diego Santilli y Guillermo Montenegro, cual trío de mosqueteros en busca de una nueva causa, parecen estar a un paso de unirse a la revolución libertaria. ¿Será el fin del PRO como lo conocemos? Solo el tiempo, ese juez implacable, lo dirá.
¿El PRO se resigna a perder dirigentes?
Doce años después de que Mauricio Macri buscara «poner límites al kirchnerismo» junto a Sergio Massa, el escenario político presenta similitudes con miras a las elecciones legislativas de 2025. La posibilidad de que el PRO replique la estrategia de 2013, no presentando candidatos propios en la Provincia de Buenos Aires y sumando dirigentes a las listas de La Libertad Avanza, cobra fuerza ante la constante migración de intendentes y legisladores hacia el espacio de Javier Milei.
La estrategia de Milei: seducción individual
El líder libertario, por su parte, ha optado por una estrategia de contacto directo con dirigentes del PRO, evitando la interlocución con Mauricio Macri y su equipo. Fuentes cercanas a Milei afirman que «no hay necesidad de acordar con el PRO», ya que pueden incorporar individualmente a los dirigentes que deseen. Esta táctica ha dado frutos, con la reciente conversión de tres intendentes al espacio libertario. Figuras de peso dentro del PRO, como Néstor Grindetti, Diego Santilli y Guillermo Montenegro, se muestran cada vez más cercanos a La Libertad Avanza, alimentando las especulaciones sobre un posible acuerdo electoral.
El PRO y la encrucijada de 2025
Dentro del PRO, aunque no se manifieste públicamente, existe cierta resignación ante la fuga de dirigentes. Señalan a Sebastián Pareja, armador de Karina Milei en la Provincia, como el responsable de las negociaciones con los intendentes y legisladores del PRO. Para intentar contener la sangría, el partido convocó a una reunión de intendentes para el 17 de febrero, liderada por Cristian Ritondo y Soledad Martínez. Si bien la mayoría de los jefes comunales del PRO se inclina por un acuerdo con los libertarios, algunos, como Soledad Martínez y Pablo Petrecca, mantienen la postura de un posible acuerdo con el oficialismo, aunque no a cualquier precio. La tensión entre la necesidad de un acuerdo para ganar la provincia y la resistencia a ser absorbidos por La Libertad Avanza marca la encrucijada del PRO de cara a 2025.