¡Batacazo en el Gigante! Deportivo Riestra, conducido por el «Ogro» Fabbiani, sorprendió a Rosario Central con una victoria 1-0 en el mismísimo Arroyito. ¿Será este el comienzo de una nueva era para el Malevo o un simple golpe de suerte?
¡Tremendo sacudón en el fútbol argentino! ¿Quién lo hubiera imaginado? Deportivo Riestra, ese equipo que hace no mucho jugaba en el ascenso profundo, le pintó la cara a Rosario Central en su propia cancha. Sí, señores, en el mismísimo Gigante de Arroyito, el Malevo se impuso 1-0 y dejó a los canallas con la boca abierta.
Uno se pregunta, ¿cómo carajo hizo Cristian Fabbiani, el «Ogro», para armar este equipo que le compite a cualquiera? Porque no nos engañemos, Riestra no es el Barcelona de Guardiola, pero tiene una actitud, una garra, que recuerda a aquellos equipos aguerridos de Bilardo.
Ariel Holan, DT de Central, deberá replantearse varias cosas después de este cachetazo. No es fácil digerir una derrota así, menos aún cuando tenés la obligación de pelear arriba. ¿Estará a la altura del desafío? El tiempo dirá.
¿Un Riestra para creer?
Lo de Riestra es para analizarlo en profundidad. No es casualidad que le hayan ganado a Central. Hay trabajo, hay orden, hay una idea clara de juego. Fabbiani le ha dado una identidad a este equipo, una identidad que se basa en el sacrificio y en no dar una pelota por perdida.
«Estoy muy contento por el grupo, por los jugadores, por la gente que vino a apoyarnos», declaró Fabbiani después del partido, según recogió . Humildad, muchachos, humildad. El Ogro sabe que esto recién empieza y que el camino es largo.
Uno se pregunta si Riestra podrá mantener este nivel a lo largo del campeonato. Hay que ser realistas, es difícil. Pero si siguen jugando con esta actitud, con esta entrega, seguro que van a dar pelea y a complicarle la vida a más de un grande.
Central, a levantar cabeza
Para Rosario Central, esta derrota es un baldazo de agua fría. Venían de una pretemporada prometedora y tenían la ilusión de empezar el torneo con el pie derecho. Pero Riestra les aguó la fiesta y ahora tendrán que remar desde atrás.
Holan tiene trabajo por delante. Tendrá que ajustar algunas piezas, mejorar la defensa y afinar la puntería en ataque. No hay tiempo para lamentarse, el campeonato es largo y hay que levantarse rápido.
¿Podrá Central recuperarse de este golpe? La respuesta está en la cancha. Los jugadores tendrán que demostrar que tienen la jerarquía y el temple necesarios para revertir esta situación. La hinchada, por supuesto, espera una reacción. Porque acá, en el fútbol argentino, no se le tiene paciencia a nadie. Y menos a los que no ganan.
Porque al final del día, en el fútbol, como decía el gran Dante Panzeri, «lo importante no es saber, sino saber quién sabe». Y hoy, el que sabe es Fabbiani.