El Peque Schwartzman le dijo chau al tenis profesional en el Argentina Open tras caer con Pedro Martínez Portero. Un adiós emotivo en el court central, con la familia presente y un estadio repleto que coreaba su nombre. Si bien no pudo repetir la hazaña del triunfo ante Jarry, el resultado fue anecdótico: el Peque se despidió jugando en casa y como un campeón.
El adiós de un gladiador: Schwartzman se retiró del tenis profesional
Después de una victoria épica contra Nicolás Jarry que resonó como un eco del Palermo de Guillermo Vilas, el Peque Schwartzman jugó su último partido como profesional. Cayó ante el español Pedro Martínez Portero por un doble 6-2 en el Argentina Open, pero el resultado quedó en segundo plano. El Court Central Guillermo Vilas, que lo había visto brillar tantas veces, se convirtió en el escenario de una despedida a la altura de su leyenda.

Un partido cargado de emociones
«Quiero agradecer al torneo por darme la posibilidad de estar acá en mis últimos dos partidos. Es increíble despedirme con todas las personas que quiero viéndome«, declaró el Peque, visiblemente emocionado. No era para menos: se retiraba en el mismo torneo que conquistó en 2021, ante su público y con su familia en la tribuna. «Hoy me costó abstraerme del contexto, y a la mañana ya estaba pensando que decir en esta entrevista«, confesó, con la sinceridad que siempre lo caracterizó. Había mucho más que un partido en juego: era el cierre de una carrera para el recuerdo. Su papá Ricky, su novia Euge y su mamá Silvana fueron testigos privilegiados de este momento histórico. Recordemos que Silvana, en la previa al torneo, le había confiado a TyCSports.com que no había podido ir al homenaje en Roland Garros porque la emoción la hubiera desbordado. Esta vez, la fuerza del cariño pudo más.
La emoción de Schwartzman en su despedida
Del «Poderoso Chiquitín» a la leyenda
«Si le hubieran dicho a un joven Diego que lograría lo que he logrado, mi respuesta hubiera sido simple: ‘No hay posibilidad’«, escribió el Peque en su carta de despedida. Y tenía razón: su carrera fue una epopeya digna de un Martin Palermo del polvo de ladrillo. Llegar al top ten, codearse con los mejores del mundo siendo un «petiso» en un deporte de gigantes, es algo que ni el más optimista hubiera imaginado. Y lo hizo a puro huevo, garra y talento, como un verdadero gladiador. Recordemos su victoria en primera ronda contra Jarry: un triunfo inesperado ante un top 40, casi como un guiño del destino para estirar su despedida. «No me esperaba ganar. En un momento empecé a pensar en la entrevista que iba a dar post partido y todo«, confesó entre risas después de aquel partido. La despedida del Peque fue una fiesta. Un video con saludos de sus seres queridos, un pasillo formado por sus allegados… Un final a toda orquesta para un jugador que dejó una huella imborrable en el tenis argentino.
