En Comodoro Py, la situación es digna de una película de terror (o comedia, según cómo se mire). El 30% de los puestos de jueces están vacíos. Parece que ser juez no es tan atractivo como lo pintan… ¿será por el sueldo, el estrés o la cantidad de expedientes que acumulan polvo en los cajones?
Milei, en su primer año de gobierno, no designó ni un solo juez. ¿Estará esperando la inspiración divina o simplemente no encuentra candidatos que le caigan bien? Y ni hablar de los pliegos retenidos por Cristina… ¡85! Una verdadera experta en el arte de la postergación.
En Comodoro Py, la subrogación es el pan de cada día. Lijo, por ejemplo, maneja tres juzgados a la vez. ¡Un verdadero multitasker judicial! Capuchetti y Casanello también se las ingenian para cubrir los huecos que dejaron otros jueces. Con tantos cambios, los expedientes deben sentirse como en una calesita… ¡dando vueltas y vueltas sin llegar a destino!
Si Lijo llega a la Corte, serán cinco los juzgados vacíos en Comodoro Py. ¿Se imaginan la fiesta de las subrogaciones? Y aunque parezca mentira, a pesar de todo el drama, Lijo no tiene asegurado su puesto en la Corte. ¡El Senado tiene la última palabra! Suspenso total… ¿logrará Lijo su sueño o seguirá jugando al Tetris con los juzgados?
Lijo, licencia y vacantes: un cóctel explosivo en Comodoro Py
El juez federal Ariel Lijo solicitó una licencia por una semana mientras el Senado define su posible ascenso a la Corte Suprema. Esta situación pone en evidencia la grave crisis de vacantes en el Poder Judicial, particularmente en Comodoro Py, donde el 30% de los puestos de jueces nacionales y federales permanecen sin titular.
Durante el último año, el gobierno de Javier Milei no ha designado nuevos magistrados, agravando la problemática heredada de la gestión anterior, que dejó 85 pliegos sin tratar. El Ministerio de Justicia, a cargo de Mariano Cúneo Libarona, cuenta con una extensa lista de candidatos a la espera de ser elevados al Senado.
Subrogaciones y demoras: la justicia a media máquina
La falta de jueces titulares genera una cadena de subrogaciones que afecta el normal funcionamiento de los tribunales. Jueces como Lijo, Capuchetti y Casanello se hacen cargo de múltiples juzgados simultáneamente, lo que impacta en la celeridad de los procesos judiciales.
Si Lijo es confirmado en la Corte Suprema, se sumará un nuevo juzgado vacante a los cuatro ya existentes en Comodoro Py, profundizando la crisis. La demora en la designación de nuevos magistrados no solo afecta la eficiencia del sistema judicial, sino que también pone en riesgo el acceso a la justicia en tiempo y forma.
El laberinto del Consejo de la Magistratura
El Consejo de la Magistratura, encargado de realizar los concursos para cubrir las vacantes, también enfrenta dificultades. Tramitaciones inconclusas, demoras en la elaboración de ternas y falta de acuerdo político obstaculizan el proceso de selección de nuevos jueces. A esto se suma la falta de decisión política para avanzar con los pliegos ya existentes en el Ministerio de Justicia y el Senado. La Cámara Federal de Casación Penal, instancia previa a la Corte Suprema, también presenta tres vacantes sobre un total de doce puestos. La situación es crítica y requiere una solución urgente para garantizar el correcto funcionamiento del Poder Judicial.