Fracasa el pase de Valentín Gómez al Udinese: ¿Qué pasó con la inversión de Foster?

El culebrón Valentín Gómez: ¿Un pase frustrado por la patria potestad de la guita?

La novela del pase de Valentín Gómez al Udinese terminó como empezó: mal. Mucho ruido y pocas nueces, como diría el Bambino Veira. Foster Gillet, el inversor que parece salido de un sketch de Capusotto, metió la cola y todo se fue al tacho. El zaguero central, que en el 2024 casi se pone la Banda Roja (me pongo de pie señores), ahora se vuelve de Italia con el rabo entre las piernas y sin haber desarmado las valijas. Un papelón.

Vélez, con la ilusión de la guita europea, aceptó una cláusula de 8.500.000 dólares para liberar al jugador. Gómez, con la cabeza en el Calcio, se fue sin que se depositara un mango. Todo se basaba en la promesa de Foster de poner la plata, pero como el Chavo del Ocho esperando la torta de jamón: nunca apareció. ¿Se acuerdan del pase de Medina a Estudiantes? Bueno, la idea era parecida, pero salió peor que patada de mula. Prohibido que una persona física compre un jugador… ¡Estamos en el siglo XXI, muchachos!

¿De vuelta a Liniers con la frente marchita?

Desde el entorno del jugador dicen que vuelve entre lunes y martes, para sumarse de nuevo a Vélez. La prórroga para incorporarse al Udinese se venció y el Leicester, otro club que supuestamente estaba en la vuelta, parece más una fantasía que una realidad. Gómez perdió ritmo, chances en la Selección… ¿Le alcanzará el torneo local para volver a ponerse a punto? Me juego un asado a que Scaloni ya lo borró de la lista. La inactividad es peor que comerse un asado con Mostaza Merlo.

Foster, el mismo que metió la cuchara en los pases de Medina y Farías a Estudiantes, se iba a hacer cargo de la transferencia. Pero bueno, Vélez se quedó sin jugador y sin dólares. Un negocio redondo… para el Udinese. Mientras tanto, el Fortín se chupa el dedo y se pregunta: ¿quién nos va a bancar la fiesta ahora?

Golazo de Valentín Gómez en Vélez… ¿para despedirse?