Lijo, a la Corte por decreto: ¿renuncia o licencia? Tensión en Tribunales.

Redacción Cuyo News
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Lijo a la Corte: ¿Decreto o renuncia? El dilema que sacude al Poder Judicial

El Ministerio de Justicia se encuentra en la recta final para decidir si designa por decreto a los candidatos de Javier Milei para la Corte Suprema de Justicia: Ariel Lijo y el académico Manuel García-Mansilla. Ante esta posibilidad, Lijo ha manifestado que solicitará licencia en su juzgado federal si la designación por decreto es admitida en el Senado, mientras que la Corte Suprema insiste en que debe renunciar a su cargo.

La designación por decreto se considera ante la falta de acuerdo en el Senado para tratar el pliego de Lijo, que si bien obtuvo dictamen favorable en la Comisión de Acuerdos, no alcanzó los dos tercios necesarios en la sesión. La Constitución exige esta mayoría especial para la designación de jueces de la Corte, lo que ha complicado el proceso en medio de la tensión política generada por el escándalo de la criptomoneda $LIBRA y el pedido de juicio político al presidente Milei.

Licencia vs. Renuncia: la disyuntiva de Lijo

Si bien Lijo inicialmente se oponía a una designación por decreto, considerando que debía acceder a la Corte mediante los mecanismos institucionales habituales, la falta de acuerdo en el Senado lo ha llevado a modificar su postura. «No es lo ideal, ni lo que hubiese elegido”, expresan desde su entorno, dejando entrever que aceptaría la designación por decreto ante la firmeza del Ejecutivo. Sin embargo, ha aclarado que solo pedirá licencia por cargo de mayor jerarquía una vez que Milei firme el decreto, no antes.

Esta decisión ha generado controversia en la Corte Suprema. Basándose en el caso “Daffis” de 1975, algunos miembros argumentan que Lijo debe renunciar a su juzgado para asumir un cargo en comisión, ya que «nadie puede ser juez con acuerdo del Senado y ser -al mismo tiempo- juez designado por decreto». Señalan además que «los jueces por decreto no son jueces estables», citando como ejemplo el caso de José Francisco Bidau, quien en 1962 fue nombrado juez de la Corte por decreto pero renunció a su cargo anterior tras no obtener el acuerdo del Senado.

Un futuro incierto para Lijo

Lijo busca evitar el escenario de Bidau, quien quedó sin ningún puesto en el Poder Judicial tras no obtener el acuerdo del Senado. El juez se mantiene firme en su decisión de solo pedir licencia, no de renunciar, hasta que se garantice su acuerdo para asumir como ministro de la Corte. El desenlace de esta situación dependerá de la decisión del Ministerio de Justicia y la posterior respuesta de la Corte Suprema, en un escenario político y judicial cargado de tensión e incertidumbre.

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