Vélez sin goles: Domínguez renuncia tras la derrota con Huracán

Redacción Cuyo News
3 min
Cortito y conciso:

Sebastián Domínguez renunció como DT de Vélez tras la derrota 2-0 contra Huracán. El Fortín no ganó ni convirtió goles en el torneo, una situación que recuerda a la época del descenso de River.

Domínguez dijo chau, Vélez en el ojo de la tormenta

Tras la caída 2-0 ante el Globo, Sebastián Domínguez pegó el portazo y dejó de ser el entrenador de Vélez Sarsfield. La situación del Fortín es más preocupante que la tabla de posiciones del ascenso: ocho partidos sin ganar en el Apertura y, lo que es peor, ¡ni un solo gol! Un panorama que a los hinchas les trae fantasmas del pasado, como el descenso de River, aunque con matices, claro.

Domínguez, que había llegado al club para reemplazar a Gustavo Quinteros, campeón con el equipo en la Liga Profesional, le comunicó su decisión a los jugadores en el vestuario del José Amalfitani, esquivando a la prensa como Riquelme a un micrófono en la época de Bianchi. Su ciclo terminó con un triunfo (en Copa Argentina, ante Midland por 1-0 con un penal más dudoso que el VAR), dos empates y seis derrotas, números que ni Eber Ludueña se animaría a defender.

Una sequía goleadora histórica en Liniers

La racha negativa de Vélez no solo se limita a la falta de victorias, sino que también incluye una alarmante sequía goleadora. El equipo no ha logrado convertir un solo gol en el torneo, una situación que no se veía en Liniers desde… bueno, hace mucho. Es como si el arco rival se hubiera achicado a las dimensiones de un arco de baby fútbol. «Luego de una reunión entre miembros de la Comisión Directiva y Sebastián Domínguez, se decidió que el entrenador no continuará en el cargo», comunicó escuetamente el club.

El Fortín, ¿con rumbo a la B?

La salida de Quinteros a Gremio y la de jugadores clave como Claudio Aquino dejaron un vacío que Domínguez no pudo llenar. Sumado al regreso frustrado de Valentín Gómez a Udinese, en medio del escándalo con Foster Gillett, el panorama es más oscuro que un túnel sin luz. El «movete Vélez, movete» de la hinchada se transformó rápidamente en un «que se vayan todos», un canto que resuena cada vez más fuerte en el Amalfitani. ¿Será este el comienzo de una debacle histórica para el Fortín? La gente opina y el debate está abierto.

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