Banfield y Rojo dividen puntos: ¿quién mereció más?

Redacción Cuyo News
3 min
Cortito y conciso:

Banfield y Independiente empataron sin goles en un partido flojo, donde el Rojo mereció un poco más pero no supo concretar. El Taladro sigue sin encontrar el rumbo y el Rojo, aunque mejoró, sigue dejando dudas.

En el Florencio Sola, Banfield e Independiente igualaron 0 a 0 en un partido que, como diría el Bambino Veira, «fue más aburrido que bailar con tu hermana». Un encuentro para el olvido donde ambos equipos demostraron por qué están en la parte baja de la tabla. Faltó fútbol, sobraron imprecisiones y el resultado, en definitiva, terminó siendo un justo reflejo de lo que se vio en la cancha.

Un primer tiempo para dormirse la siesta

La primera mitad fue un bostezo. Independiente, con más ímpetu que ideas, intentó llevar la iniciativa pero chocó contra una defensa del Taladro bien parada, aunque sin brillo. Banfield, por su parte, apostó a la contra pero careció de profundidad y precisión en los últimos metros. Parecía que los dos equipos estaban jugando un amistoso de pretemporada a media máquina. El cero a cero era un resultado lógico para un partido que no despertaba ninguna emoción ni en la cancha ni en las tribunas. «Nos faltó claridad en los últimos metros», declaró un desilusionado Falcioni después del encuentro. ¿Claridad, Julio? ¡Si parecía que los jugadores estaban jugando con los ojos vendados!

El segundo tiempo: ¿Mejoró el Rojo?

En el complemento, Independiente salió con otra actitud, como si el técnico Stillitano les hubiera dado un café bien cargado en el vestuario. El ingreso de algunos jugadores le dio más dinamismo al ataque del Rojo, que empezó a generar algunas situaciones de peligro en el arco defendido por Cambeses. Pero, como el perro que ladra pero no muerde, Independiente tuvo la pelota pero no supo definir. Banfield, agazapado, buscó aprovechar alguna contra, pero sus delanteros estuvieron más perdidos que turco en la neblina. El partido se fue apagando de a poco y el empate sin goles terminó siendo un resultado inevitable.

El análisis: Mucho ruido y pocas nueces

Al final, reparto de puntos que no le sirve a ninguno de los dos. Banfield sigue sin levantar cabeza y su juego preocupa. Independiente mostró una leve mejoría con respecto a partidos anteriores, pero todavía le falta mucho para ser un equipo competitivo. Como diría Mostaza Merlo: “Paso a paso”. Pero este paso fue más bien un tropezón para ambos. El campeonato es largo, pero si siguen jugando así, ambos equipos van a terminar peleando el descenso. Habrá que ver si los técnicos encuentran la fórmula para revertir esta situación. Por ahora, el panorama es tan claro como el agua del Riachuelo.

_Por Juan Pablo Varsky para _

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