Riquelme insiste en que Boca tiene dos finales pendientes con River, mientras que Brito dice querer jugarlas, pero nadie sabe cuándo se disputarán la Supercopa Argentina y el Trofeo de Campeones 2020.
¿Se jugarán alguna vez? Las dos finales que Boca y River tienen pendientes
El vicepresidente de Boca, Juan Román Riquelme, viene con el cassette gastado de que al Xeneize le «deben» dos finales contra River. Del otro lado del mostrador, Jorge Brito, presidente del Millonario, asegura que «las quiero jugar». Pero mientras tanto, la Supercopa Argentina y el Trofeo de Campeones 2020 siguen juntando polvo en el cajón de los recuerdos. Un escenario que recuerda a la eterna espera del famoso tercer partido entre Argentina e Inglaterra por el desempate del Mundial ’66, que Eber Ludueña aún comenta con nostalgia.
Supercopa Argentina 2020: El título que quedó en el limbo
Tras ganar la Superliga 19/20 con un gol agónico de Carlitos Tevez, Boca se clasificó para la Supercopa Argentina 2020. El rival, por esas cosas del destino futbolero y un reglamento digno del «Bambino» Veira explicándole la ley del offside, terminó siendo River, subcampeón de ese torneo. Un déjà vu del 2015, cuando Boca, también campeón y subcampeón, perdió 4-0 contra San Lorenzo en una final similar. ¿Se repetirá la historia o esta Supercopa quedará en la nebulosa del tiempo como el gol fantasma de Palermo contra Perú?
El compacto del último Superclásico
Trofeo de Campeones 2020: La final con desempate incluido
La misma Superliga 19/20 le dio a Boca el pase al Trofeo de Campeones 2020. Como también ganó la Copa Maradona, la AFA, con la misma claridad que un penal cobrado por Maglio, decidió que el rival saliera de un desempate entre los subcampeones. River le ganó 3-2 a Banfield en un partido que bien podría haber narrado el «Chavo» Fucks, y se ganó el derecho a disputar la final. Pero este Superclásico, que debía jugarse el 1° de marzo de 2023, se postergó por la Supercopa Argentina que Boca le ganó a Patronato, y se esfumó como el pase de Mostaza Merlo a Ruggeri en la final del ’86.
«Hay que encontrar el momento. El único planteo que hacemos es que no las vamos a jugar en fecha FIFA», declaró Brito en marzo, dejando en claro que la prioridad son las selecciones, como si se tratara de elegir entre el asado del domingo o una ensalada de rúcula.
Mientras tanto, el futuro de estas finales es tan incierto como el paradero del penal que Riquelme le atajó a Yepes en la Libertadores 2004. ¿Se jugarán? ¿Quedarán en el olvido? Solo el tiempo, y la AFA, lo dirán.