Arranca el juicio por la muerte de Maradona. Los profesionales que lo atendían podrían enfrentar hasta 25 años de prisión si se los encuentra culpables de homicidio simple con dolo eventual.
A cuatro años y medio de la partida del Diez, comienza el juicio por su muerte
El 25 de noviembre de 2020, Argentina se paralizó con la noticia de la muerte de Diego Armando Maradona. Hoy, más de cuatro años después, la Justicia intentará determinar si su fallecimiento fue consecuencia de una inevitable fatalidad o si, por el contrario, se debió a una mala praxis médica que le costó la vida al astro del fútbol.
Este martes comienza el debate oral en los Tribunales de San Isidro, donde los jueces Verónica Di Tommaso, Maximiliano Savarino y Julieta Mackintach deberán determinar la responsabilidad de los siete imputados en el caso. La principal hipótesis que manejan los fiscales Patricio Ferrari y Cosme Iribarren es la de homicidio simple con dolo eventual, una figura legal que podría implicar penas de entre 8 y 25 años de prisión.
¿Homicidio doloso o culposo? La Justicia deberá definir la responsabilidad de los médicos
La acusación se basa en la premisa de que los profesionales a cargo de la salud de Maradona eran conscientes del riesgo que corría el paciente y, aun así, no tomaron las medidas necesarias para evitar su muerte. Los fiscales se apoyan en los chats que intercambiaban los médicos, donde se evidenciaba una preocupante falta de atención a la salud del Diez. Frases como “se va a morir” o “acomodemos la historia clínica” resuenan en la sala de audiencias como un eco de la tragedia. ¿Acaso se resignaron al destino del 10 como si fuera una final del descenso ya sentenciada?
Subsidiariamente, los fiscales también acusan por abandono de persona y homicidio culposo, figuras con penas menores. Pero las querellas, que representan a los cinco herederos de Maradona (Dalma, Giannina, Dieguito Fernando, Jana y Diego Junior, cada uno con su propio abogado, cual equipo de fútbol 5), van por la pena máxima. Incluso intentaron, sin éxito, que Matías Morla, ex representante de Diego, fuera incluido en el banquillo de los acusados.

Los imputados y sus estrategias de defensa: ¿Un Diego inmanejable o una cadena de errores?
Entre los imputados, los médicos Leopoldo Luque y Agustina Cosachov, junto al psicólogo Carlos Díaz, son quienes enfrentan la situación más comprometida. Los enfermeros Ricardo Almirón y Mariano Perrone también deberán responder ante la Justicia, mientras que la enfermera Daiana Madrid, como si fuera el refuerzo estrella que llega sobre el cierre del libro de pases, será juzgada más adelante por un jurado popular.
La defensa argumentará que los profesionales hicieron todo lo posible para ayudar a Maradona a superar sus adicciones y patologías, pintando un panorama de un Diego indomable, un barrilete cósmico sin control. Además, alegarán que la muerte, causada por un paro cardíaco en un paciente sin antecedentes, fue un evento imprevisible.
Sin embargo, la junta médica que intervino en la instrucción del caso dictaminó que hubo mala praxis. A esto se suma el hecho de que, al momento de ser dado de alta de la Clínica Olivos, se indicó que Maradona debía ser trasladado a un centro especializado en adicciones. En cambio, terminó en una casa en el country San Andrés, autorizada por Dalma y Giannina, una decisión que la defensa intentará utilizar como argumento a su favor. Como si fuera poco, la última cena de Diego, sándwiches de jamón crudo contraindicados para su estado de salud, agrega un ingrediente más a este complejo caso.
El juicio se estima que durará entre cuatro y cinco meses, con dos o tres audiencias semanales. Se espera que para fines de julio se conozca el veredicto, un fallo que, quizás, permita que Diego finalmente descanse en paz.
