Jorge Vázquez, el «10 olvidado» de River, recuerda su gol clave contra Racing en el 89/90 y una anécdota imperdible con Gallardo y el Tolo Gallego.
El «Gallego» Vázquez, el 10 que River olvidó, y una anécdota monumental con Gallardo y el Tolo
A 25 años de un gol que quedó en la memoria de pocos, pero que fue clave para el campeonato 89/90 de River, Jorge Gabriel Vázquez, el «Gallego», recuerda su paso por el Millonario. Aquel gol a Racing, un 1-0 en Avellaneda que catapultó a River a la punta, fue solo un capítulo en la historia de este talentoso volante que, como un centro de Ortíz que nadie conecta, quedó un poco perdido en el tiempo.
Con un nombre más común que el «Burrito» en La Paternal, Vázquez tuvo que lidiar con la confusión constante con su homónimo, el «Gallego» de Boca. Pero este «Galleguito», con la 10 en la espalda, se las ingenió para dejar su huella en Núñez entre el 89 y el 93, compartiendo cancha con figuras como Astrada, Zapata y un jovencísimo Marcelo Gallardo, con quien debutó en un partido contra Olimpia de Paraguay en el 93. «Era un equipazo, y sin embargo jugué siempre como 10», recuerda Vázquez, con la humildad de un Kempes después de un Mundial.

El día que el Tolo «mató» a Gallardo
Más allá del gol a Racing, Vázquez atesora una anécdota que pinta de cuerpo entero la personalidad del Tolo Gallego. Ambos lesionados, Vázquez y Gallardo compartían la sala médica cuando apareció el Tolo, ayudante de Passarella. “Seveso, ¿qué hace este pibe en la camilla? ‘Se está recuperando’, le contestó Seveso. ‘Escuchame, pero si vos tenés un enfermo y un muerto, ¿a quién curás? ¡Al enfermo, no al muerto!’, dijo el Tolo. El muerto era yo (risas)”. Palabras del propio Gallardo, que Vázquez recuerda entre risas y que le sirven para ilustrar el carácter del Tolo, un personaje tan particular como un arbitraje de Lamolina en un superclásico.
El gol clave de Vázquez en River vs. Racing
La 10, una camiseta pesada como la de Maradona en el 86
Vázquez también se refirió a la mítica camiseta número 10 de River, que en esos años parecía tener una maldición como la del Bambino Veira. «El Beto Alonso se había retirado hacía poco y Passarella le tenía mucho respeto a esa camiseta. No había un dueño, nos iba intercalando», cuenta el Gallego. La 10 pasó por las espaldas de Talarico, Da Silva, Borrelli y hasta un joven Ortega antes de encontrar dueño definitivo.

Hoy, alejado del ruido de la gran ciudad, Vázquez se dedica a la formación de jóvenes talentos en Laborde, Córdoba. Su paso por River, aunque no tan recordado como el de otros, está lleno de goles importantes, anécdotas jugosas y la satisfacción de haber vestido la camiseta de uno de los clubes más grandes del país. Un jugador que, como un buen vino, tal vez no sea tan conocido, pero que dejó un sabor especial en la boca de aquellos que lo vieron jugar.