El Anuario del Caos: Un repaso del primer año de Milei en el poder
El primer año de la gestión de Javier Milei ha sido, por decirlo suavemente, turbulento. Desde su polémico discurso en Davos, donde priorizó la crítica a la «ideología woke» sobre temas económicos, una serie de eventos desafortunados han puesto en jaque la estabilidad del gobierno. La expulsión de Ramiro Marra, orquestada por Karina Milei, «El Jefe» según el propio presidente, abrió una grieta interna en La Libertad Avanza y dejó al descubierto la influencia de la hermana del mandatario.
El Cripto-Gate y sus consecuencias
El lanzamiento de la criptomoneda $Libra, anunciada sorpresivamente un viernes por la noche, resultó en un fiasco financiero que dejó a numerosos inversores en la ruina. La posterior entrevista fallida en TN y la presencia de figuras controvertidas en Olivos, como el trader Mauricio Novelli, alimentaron las sospechas de irregularidades. La justicia, tanto en Argentina como en Estados Unidos, investiga el caso y ya solicitó el entrecruzamiento de llamadas de cuatro personas, incluyendo a Karina Milei.
Oposición envalentonada y crisis en Bahía Blanca
La serie de escándalos ha revitalizado a la oposición, que comienza a vislumbrar una oportunidad para capitalizar el descontento. El incidente entre Santiago Caputo y Facundo Manes despertó al radicalismo, mientras que Mauricio Macri instó a Juntos por el Cambio a prepararse para competir contra los libertarios. Cristina Kirchner, por su parte, busca bloquear los nombramientos de Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo para la Corte Suprema. En medio del caos político, la tragedia de la inundación en Bahía Blanca forzó un incipiente diálogo entre el gobierno nacional y la provincia de Buenos Aires. La visita de Milei a la zona afectada y el anuncio de un fondo especial de 200 mil millones de pesos intentan mostrar una respuesta a la crisis. Mientras tanto, la disputa entre Milei y Kicillof continúa, con el gobernador bonaerense apostando a un adelantamiento de las elecciones. El primer año de Milei termina con un Congreso convertido en un campo de batalla, con peleas a puño limpio entre diputados y acusaciones cruzadas de traición. La estabilidad del gobierno pende de un hilo, mientras la oposición y la propia interna del oficialismo acechan.
