Adiós Veripol: La IA policial para detectar robos que ya no funciona

Redacción Cuyo News
6 min
Cortito y conciso:

Veripol, la inteligencia artificial de la Policía Nacional española que prometía detectar denuncias falsas con una precisión del 90%, fue dada de baja en octubre de 2024. La decisión se tomó tras cuestionamientos sobre su validez en procesos judiciales y críticas sobre su opacidad y metodología. Expertos señalan que la herramienta analizaba el texto redactado por los agentes, no la declaración original del denunciante, y que su base de datos era limitada, poniendo en duda su efectividad real.

# ¿Veripol, el detector de mentiras policial, terminó mintiéndonos a todos?

La inteligencia artificial (IA) prometía revolucionar hasta la mismísima investigación criminal. En 2018, la Policía Nacional española presentaba Veripol, una herramienta que, según decían, «se trata de la primera herramienta de este tipo en el mundo». La promesa era ambiciosa: detectar denuncias falsas de robo con violencia con una precisión superior al 90%. Sin embargo, la realidad, como suele ocurrir, fue bastante menos espectacular.

Seis años después de su presentación, Veripol fue discretamente desactivada en octubre de 2024. ¿La razón oficial? Según el Ministerio del Interior, su uso carecía de validez en procedimientos judiciales. Pero, ¿qué llevó a este fracaso? ¿Fue una falla técnica, una promesa inflada o algo más oscuro?

## El reglamento europeo y las dudas académicas

La desactivación de Veripol coincide llamativamente con la entrada en vigor del Reglamento Europeo sobre Inteligencia Artificial, que clasifica los polígrafos como IA «de alto riesgo». Este reglamento exige una transparencia y revisión exhaustivas de estas herramientas.

Pero las alertas sobre Veripol venían de antes. Un informe de la Universidad de Valencia ya apuntaba a «serias deficiencias» en la herramienta, comenzando por la falta de información sobre su funcionamiento interno. ¿Qué algoritmos utilizaba? ¿Cómo se entrenó la IA? Estas preguntas quedaron sin respuesta.

### El corazón del problema: ¿Cómo funcionaba Veripol?

El desarrollo de Veripol estuvo a cargo de investigadores de varias universidades y del policía Miguel Camacho-Collados. Según un artículo académico, la herramienta se entrenó con una muestra de 1.122 denuncias de robo de 2015, divididas entre verdaderas y falsas. A partir de ahí, se analizaban las palabras utilizadas en las denuncias para identificar patrones.

Por ejemplo, según Veripol, si una denuncia contenía palabras como «día», «abogado», «seguro» o «espalda», era más probable que fuera falsa. En cambio, si se mencionaba un autobús, una marca de móvil o una matrícula, la denuncia tenía más chances de ser considerada verdadera. ¿Absurdo? Tal vez. ¿Simplista? Sin duda.

Pero el problema no era solo la selección de palabras. El informe de la Universidad de Valencia pone el dedo en la llaga: las denuncias analizadas por Veripol eran, en realidad, *redacciones de los propios agentes de policía*, no transcripciones literales de las declaraciones de los denunciantes. «no analiza la historia que el posible mentiroso está contándole a la policía, sino que analiza la historia que el propio policía escribe”, señala el informe. En otras palabras, la IA no detectaba mentiras, sino patrones en la forma de escribir de los policías.

### Opacidad y falta de datos: El secreto mejor guardado de Veripol

Desde su implementación hasta octubre de 2020, se estima que Veripol analizó alrededor de 84.000 denuncias. Sin embargo, la información sobre su uso real escasea. La organización Algorithm Watch señala que, en 2019, de casi 50.000 denuncias procesadas, solo 2.338 fueron identificadas como falsas tanto por Veripol como por otros medios. ¿Un éxito? ¿Un fracaso? Es difícil saberlo con la falta de datos oficiales.

Civio, una organización dedicada a la transparencia, solicitó información sobre el funcionamiento técnico de la herramienta y su uso, pero el Ministerio del Interior no respondió. Para muchos, esta opacidad es tan preocupante como las posibles fallas técnicas de la IA. “El sistema no es transparente”, concluye el informe de la Universidad de Valencia. “No hay datos oficiales disponibles sobre Veripol en absoluto”, añade.

## ¿Un detector de mentiras con fallas o una cortina de humo?

La historia de Veripol plantea interrogantes inquietantes sobre el uso de la inteligencia artificial en la justicia. ¿Fue una herramienta prometedora pero mal implementada? ¿O una forma de justificar decisiones policiales con un barniz tecnológico? Lo que está claro es que la promesa de una IA capaz de detectar mentiras con un 90% de precisión quedó muy lejos de la realidad. Y, mientras tanto, la sociedad sigue esperando una respuesta clara sobre qué pasó realmente con Veripol y cómo se utilizarán estas tecnologías en el futuro.

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