En Rawson, la policía recuperó una motocicleta Yamaha FZ 250 con la numeración de motor y cuadro adulterada. El propietario, un hombre de 62 años, quedó a disposición de la justicia.
Resumen generado por IA
Este contenido es generado automáticamente con IA
Loading the Elevenlabs Text to Speech AudioNative Player...
La escena parecía sacada de una película de espías, pero con menos glamour y más olor a nafta. Agentes de la Sección Sustracción de Automotores, cual detectives criollos, se toparon con una Yamaha FZ 250 en Rawson. La moto, aparentemente tan inocente como un cachorrito mojado, escondía un oscuro secreto: su placa de dominio parecía hecha con la misma impresora que usaba Pablo Escobar para falsificar dólares.
El dueño, un señor de 62 años que probablemente soñaba con emular a Marlon Brando en «Salvaje», se quedó más duro que un semáforo en rojo cuando los agentes, con la precisión de un cirujano y la cara de pocos amigos de un inspector de tránsito un lunes a la mañana, descubrieron la adulteración en los números de cuadro y motor. Digamos que al pobre hombre se le fue el color de la cara más rápido que la nafta con los precios actuales.
La situación era más tensa que la cuerda de un violín desafinado en un concierto de La Bersuit. El Doctor, cual director de orquesta del caos vehicular, ordenó el secuestro inmediato del rodado. La Yamaha, ahora convertida en evidencia del crimen, fue llevada a un lugar seguro, lejos de las manos inescrupulosas que intentaron cambiar su identidad. Imaginamos la moto pensando: «Yo solo quería sentir el viento en mi carenado, ¿por qué a mí?». El misterio que queda en el aire es: ¿el dueño era un genio criminal incomprendido o simplemente un entusiasta del bricolaje con muy malas ideas? La investigación continúa, más atrapante que la última temporada de El Marginal.
El Semitón ~ Un toque de humor en las noticias
Este contenido humorístico es generado por IA y puede contener imprecisiones o ser imprudente, se recomienda leer con discreción.