Recuperan en Rawson una motocicleta con numeración adulterada
El 17 de marzo de 2025, personal de la Sección Sustracción de Automotores de la Policía de San Juan llevó a cabo tareas investigativas en el departamento Rawson, que culminaron con el secuestro de una motocicleta Yamaha FZ 250 con la numeración de cuadro y motor adulterada.
Un control rutinario que destapó una irregularidad
Durante un operativo de rutina, los agentes observaron una motocicleta Yamaha FZ 250 cuya placa de dominio no cumplía con las medidas de seguridad correspondientes. Tras identificar al propietario, un hombre de 62 años, se procedió a una inspección más exhaustiva del vehículo.
Adulteración y secuestro
La verificación de la numeración del cuadro y motor reveló que ambas habían sido adulteradas. Ante esta evidencia, se estableció contacto con el Dr. Rodrigo Cabral, fiscal a cargo de la causa, quien dispuso el secuestro inmediato de la motocicleta. El rodado fue puesto a disposición de la justicia para las investigaciones correspondientes.
En Rawson, la policía recuperó una motocicleta Yamaha FZ 250 con la numeración de motor y cuadro adulterada. El propietario, un hombre de 62 años, quedó a disposición de la justicia.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
El dueño, un señor de 62 años que probablemente soñaba con emular a Marlon Brando en «Salvaje», se quedó más duro que un semáforo en rojo cuando los agentes, con la precisión de un cirujano y la cara de pocos amigos de un inspector de tránsito un lunes a la mañana, descubrieron la adulteración en los números de cuadro y motor. Digamos que al pobre hombre se le fue el color de la cara más rápido que la nafta con los precios actuales.
La situación era más tensa que la cuerda de un violín desafinado en un concierto de La Bersuit. El Doctor, cual director de orquesta del caos vehicular, ordenó el secuestro inmediato del rodado. La Yamaha, ahora convertida en evidencia del crimen, fue llevada a un lugar seguro, lejos de las manos inescrupulosas que intentaron cambiar su identidad. Imaginamos la moto pensando: «Yo solo quería sentir el viento en mi carenado, ¿por qué a mí?». El misterio que queda en el aire es: ¿el dueño era un genio criminal incomprendido o simplemente un entusiasta del bricolaje con muy malas ideas? La investigación continúa, más atrapante que la última temporada de El Marginal.
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
Recuperan en Rawson una motocicleta con numeración adulterada
El 17 de marzo de 2025, personal de la Sección Sustracción de Automotores de la Policía de San Juan llevó a cabo tareas investigativas en el departamento Rawson, que culminaron con el secuestro de una motocicleta Yamaha FZ 250 con la numeración de cuadro y motor adulterada.
Un control rutinario que destapó una irregularidad
Durante un operativo de rutina, los agentes observaron una motocicleta Yamaha FZ 250 cuya placa de dominio no cumplía con las medidas de seguridad correspondientes. Tras identificar al propietario, un hombre de 62 años, se procedió a una inspección más exhaustiva del vehículo.
Adulteración y secuestro
La verificación de la numeración del cuadro y motor reveló que ambas habían sido adulteradas. Ante esta evidencia, se estableció contacto con el Dr. Rodrigo Cabral, fiscal a cargo de la causa, quien dispuso el secuestro inmediato de la motocicleta. El rodado fue puesto a disposición de la justicia para las investigaciones correspondientes.
El dueño, un señor de 62 años que probablemente soñaba con emular a Marlon Brando en «Salvaje», se quedó más duro que un semáforo en rojo cuando los agentes, con la precisión de un cirujano y la cara de pocos amigos de un inspector de tránsito un lunes a la mañana, descubrieron la adulteración en los números de cuadro y motor. Digamos que al pobre hombre se le fue el color de la cara más rápido que la nafta con los precios actuales.
La situación era más tensa que la cuerda de un violín desafinado en un concierto de La Bersuit. El Doctor, cual director de orquesta del caos vehicular, ordenó el secuestro inmediato del rodado. La Yamaha, ahora convertida en evidencia del crimen, fue llevada a un lugar seguro, lejos de las manos inescrupulosas que intentaron cambiar su identidad. Imaginamos la moto pensando: «Yo solo quería sentir el viento en mi carenado, ¿por qué a mí?». El misterio que queda en el aire es: ¿el dueño era un genio criminal incomprendido o simplemente un entusiasta del bricolaje con muy malas ideas? La investigación continúa, más atrapante que la última temporada de El Marginal.