Valentín Depietri, delantero de Talleres, protagonizó una situación insólita en la derrota ante San Pablo por Copa Libertadores: entró, lo arañaron y encima ¡lo amonestaron!
¿Rasguños y amarillas? La insólita noche de Depietri en la Libertadores
La derrota de Talleres ante San Pablo por 1 a 0 en el Kempes por Copa Libertadores dejó un sabor amargo, pero también una perlita para el anecdotario del fútbol. A los 27 minutos del primer tiempo, con el partido 0 a 0 y olor a empate clavado como el de Central y Boca en la Bombonera con Bianchi en el banco Xeneize, Valentín Depietri ingresó por el lesionado Rick, que había recibido una patada digna de la época de los Botoneros de Ferraresi. Y ahí empezó el show.
Sin siquiera haber pisado la pelota (casi un homenaje al Tanque Denis en sus épocas mochas), Depietri fue a buscar al venezolano como si fuera el Malevo Ferreyra buscando revancha. El resultado: un forcejeo con más manotazos que un picado en una cárcel, que terminó con Ferraresi simulando una agresión al mejor estilo Neymar. Lo curioso es que el único que vio la agresión fue el árbitro, Felipe Andrés González, que amonestó a Depietri. Una amarilla que quedará en la historia, casi tan recordada como la roja a Cavani por el gesto del «Topo Gigio» aunque sin tanta repercusión internacional.
Depietri, el «Gato» sin suerte: arañado y amonestado
La imagen de Depietri levantándose la camiseta para mostrar los arañazos en la espalda al juez, como si fuera un defensa mostrando la marca de un delantero en el área, quedará para el recuerdo. Para colmo, Ferraresi, el autor de la «obra de arte» en la espalda del delantero de la T, ni siquiera fue amonestado. Un «siga, siga» que hubiera envidiado hasta el mismísimo Elizondo en el recordado Argentina – Inglaterra del Mundial 98.
Insólito: Depietri terminó arañado en un forcejeo con un rival
Una noche para el olvido… o para el meme
En definitiva, una noche que Depietri seguramente querrá olvidar. O quizás no, porque con este material, los hinchas ya tienen para divertirse un rato en las redes sociales. Al fin y al cabo, ¿qué sería del fútbol sin estas anécdotas bizarras que tanto nos gustan comentar?
