García-Mansilla: el hombre, el mito, la contradicción. Dijo «no» al decreto, aceptó el decreto, renunció por el decreto. Un plot twist digno de telenovela. ¿Habrá segunda temporada? El Senado, expectante.
Contexto 2015: Macri nombra jueces por decreto, oposición llora. García-Mansilla: «Constitucional, pero…». 2024: Milei lo nombra por decreto, García-Mansilla: *acepta*. La coherencia, un bien escaso.
«No engañé a nadie», dice García-Mansilla. ¿Será que el contexto cambió tanto? ¿O la tentación de la Corte fue más fuerte? La Real Academia Española define «contexto»… mejor no.
García-Mansilla: defensa y renuncia tras la revocación de su pliego en la Corte Suprema
Tras la revocación en el Senado de su pliego para integrar la Corte Suprema de Justicia, propuesto por el presidente Javier Milei, Manuel García-Mansilla se vio obligado a renunciar a su cargo en el máximo tribunal. Ante esta situación, el jurista defendió públicamente sus declaraciones de ocho meses atrás, donde afirmaba que no aceptaría un nombramiento por decreto. En su carta de renuncia, García-Mansilla sostuvo que su postura se basó en la «constitucionalidad» de la medida y en el contexto político de 2015, negando cualquier intención de engañar a los legisladores.
El debate en el Senado y el antecedente de 2015
Durante su presentación ante la Comisión de Acuerdos del Senado, el 28 de agosto, García-Mansilla fue interrogado por la senadora Anabel Fernández Sagasti sobre su disposición a aceptar un nombramiento por decreto. En ese entonces, el jurista respondió que, considerando las críticas generadas por los nombramientos en comisión de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti durante la presidencia de Mauricio Macri, él no habría aceptado una designación similar.
Argumentó que, si bien la Constitución lo permite, un amplio sector de la población rechaza las decisiones discrecionales del presidente en este ámbito. Recordó, además, un artículo publicado en *Clarín* en 2015 donde analizaba la medida de Macri, afirmando que si bien era «criticada desde una perspectiva política», era «inobjetable» desde el punto de vista constitucional. Sin embargo, aclaró que el contexto de aquel entonces, marcado por el pedido de juicio político a la Corte Suprema, era crucial para entender su postura.
La renuncia y la defensa de la «constitucionalidad»
En su carta de renuncia, García-Mansilla explicó que aceptó el nombramiento en comisión debido a la «grave» situación de la Corte, con riesgo de parálisis por la falta de miembros. Reiteró que en la audiencia del 28 de agosto defendió la constitucionalidad de los nombramientos en comisión, basándose en antecedentes históricos y jurisprudenciales. Asimismo, negó haber engañado a los senadores o haber afirmado categóricamente que nunca aceptaría un nombramiento por decreto, insistiendo en que su postura siempre dependió del contexto. Finalmente, aclaró que «no aceptaría una designación en comisión con el diario del lunes».