Polémica en River: la cesión del penal de Montiel a Driussi desató críticas por falta de «hambre» y comparaciones con otros equipos.
¿Grupo de autoayuda o club de fútbol?
La cesión del penal por parte de Montiel a Driussi en el último partido de River Plate generó un tsunami de críticas y puso en tela de juicio la mentalidad del equipo. Para muchos, este acto de «buena onda» esconde una preocupante falta de ambición y hambre de gloria. «River no es un grupo de autoayuda donde, si está bajo Driussi, el que tiene que patear el penal debe cedérselo para que lo meta y gane en confianza», sentenció un comentarista, poniendo el dedo en la llaga.

Recordemos que Montiel, un especialista en penales con la experiencia de haber pateado «tal vez el penal más pesado del fútbol argentino», le cedió la responsabilidad a Driussi, quien atraviesa un momento futbolístico irregular. ¿Priorizar la confianza individual sobre la necesidad urgente de goles del equipo? Una decisión que dejó a más de uno con sabor a poco. «Esto es por plata, muchachos. Si no, me van a terminar dando la razón cuando digo que no tienen hambre», agregó el comentarista, con una acidez digna de Mostaza Merlo en sus mejores épocas.
El hambre de gloria vs. la zona de confort
La polémica se extendió a la figura del técnico Gallardo, a quien se acusó de fomentar un clima de complacencia. «Gallardo ayudando a los periodistas, diciendo que los ve cabizbajos», ironizó el comentarista, sugiriendo que el Muñeco se preocupa más por el ánimo de sus jugadores que por los resultados. «Nadie se juega la vida en River, nadie se juega nada, solamente es… jugar. El técnico no se juega nada: tiene gloria, tiene plata, tiene prestigio, tiene títulos y puede hacer con River lo que quiere», continuó, dibujando un panorama de comodidad que contrasta con la realidad de otros clubes.
El momento de la decisión: Montiel le saca la pelota a Mastantuono y se la da a Driussi
Para ejemplificar la falta de «hambre» en River, el comentarista trazó una comparación con Racing, donde jugadores como Maravilla Martínez, «con 33 años debe tener el bolsillo más flaco que yo», se juegan «la vida, el futuro y la ropa todo el tiempo». Y agregó: «¿Sabés qué pasa con Salas? Que si no hace goles en Racing, vuelve a Huachipato, con todo respeto. ¿Y Sosa? Entiende que si le va mal en Racing, termina jugando en Armenio». Una analogía que, sin dudas, dará que hablar en el mundo del fútbol. «Tener hambre es fundamental, lo que te moviliza es el hambre y en River no lo sufren», concluyó, dejando una frase resonante que seguramente encenderá el debate en redes sociales y programas deportivos. ¿Será que el Millonario se durmió en los laureles?