En medio del paro general convocado por la CGT, el Gobierno de Javier Milei emitió un fuerte comunicado en el que criticó duramente a la cúpula sindical, comparándola con «animales salvajes» que «contraatacan para sobrevivir» ante lo que considera un avance de la libertad.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, calificó la medida de fuerza como «el paro de la casta sindical kirchnerista de los Moyano», acusándolos de dejar sin trabajar a millones de argentinos por tercera vez. Reiteró críticas previas sobre el estilo de vida de los sindicalistas, mencionando sus «autos importados» y residencias en «barrios cerrados». «Están atrincherados en el poder político-sindical, enquistados en el nido de la casta», señaló el comunicado.
Cruce de acusaciones y cifras polémicas
El Gobierno argumentó que el paro persigue «intereses políticos» y no beneficia a los trabajadores, contrastando la falta de medidas de fuerza durante la presidencia de Alberto Fernández con los tres paros realizados durante la gestión de Milei. «Eligieron no parar cuando había un presidente que acumulaba 1.020% de inflación […] pero sí lo hacen contra el presidente que pulverizó la inflación», reza el texto oficial.
Además, el oficialismo estimó el costo del paro general en 880 millones de dólares, calificándolo como «uno de los últimos coletazos de quienes viven de la extorsión y el apriete». La reunión de Gabinete posterior al comunicado, con la presencia de figuras como los hermanos Milei, Luis Caputo, Patricia Bullrich y Martín Menem, fue retratada en una foto oficial que buscó proyectar una imagen de unidad y trabajo en el equipo de gobierno.
