. A partir del 25 de abril, a las 20 hs, se abren las puertas con bombos y platillos, y entrada gratuita.
En la sala 1, nos espera un viaje en el tiempo a través de la colección permanente del museo. Pinturas, grabados y esculturas que abarcan más de 150 años de historia argentina, desempolvados y relucientes para la ocasión. ¿Será que encontraremos alguna joyita olvidada o solo los mismos próceres de siempre con cara de pocos amigos? Habrá que ir a chusmear. “Sobre lo sereno, una mirada a la colección”, promete el título, así que preparen el mate y el diván para una sesión de introspección artística.
La sala 2 la rompe con Karina El Azem, una artista argentina que viene con el aval del curador Roberto Amigo. Relieves, maquetas, esculturas y pinturas desde los 90 hasta hoy. “El Azem, breve antología” dicen que se llama la muestra. Breve, pero intensa, como un buen fernet con coca. Veremos si El Azem nos deja con la boca abierta o si nos quedamos con ganas de más.
Finalmente, en la sala 3, le toca el turno a Silvina Martínez, artista local que presenta “Santuarios, rituales del tiempo”. Dicen que es una especie de instalación escenográfica donde explora la idea de santuario y la onda mística de la naturaleza. Que es universal pero que a la vez rezuma sanjuaninidad. Y bueno, habrá que ver si nos conecta con lo divino o si nos deja pagando.
Así que ya saben, hasta agosto hay tiempo para darse una vuelta por el Rawson y opinar con propiedad. La entrada general sale $500, para jubilados y estudiantes $300, y los menores de 6 años entran gratis. Ah, y los domingos también es gratis para todos. O sea, si andan cortos de efectivo, ya tienen la excusa perfecta para hacerse los cultos. ¿Será esta la nueva era dorada del Rawson o solo un espejismo en el desierto cultural? Solo el tiempo (y las redes sociales) lo dirán.