WhatsApp y Google entregaron al Tribunal Supremo información sobre el teléfono del Fiscal General, investigado por revelación de secretos en el caso del novio de Ayuso. A pesar del borrado del contenido del dispositivo, el Supremo busca recuperar información clave sobre las comunicaciones del fiscal. La polémica se centra en qué datos exactos pueden llegar a obtenerse y cómo afecta esto a la privacidad de los usuarios.
Se Pudrió Todo: WhatsApp y Google Dejan al Fiscal General al Descubierto ante el Supremo
El culebrón judicial que involucra al Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, sumó un nuevo y picante capítulo. WhatsApp, propiedad de Meta, y el gigante Google se pusieron a disposición del Tribunal Supremo, entregando información crucial sobre el teléfono del magistrado, quien está siendo investigado por la filtración de datos en el caso del novio de Ayuso.
La jugada maestra del Supremo, liderado por el magistrado Ángel Hurtado, llegó después de que el contenido del teléfono del Fiscal General fuera, digamos, «desaparecido». Ante la falta de pruebas en el dispositivo, el Tribunal apeló a las tecnológicas con el objetivo de reconstruir las comunicaciones del investigado entre el 8 y el 14 de marzo de 2024, justo cuando se filtró el famoso correo del abogado de González Amador, ofreciendo un pacto a la Fiscalía que lo libraría de la cárcel.
## ¿Qué secretos esconde la información entregada por WhatsApp y Google?
La gran pregunta que sobrevuela este escándalo es, ¿qué demonios contenían esas carpetas digitales? ¿Hasta qué punto están expuestos nuestros mensajes de WhatsApp? ¿Y las fotos comprometedoras que enviamos en la noche? ¿Será que WhatsApp y otras compañías están obligadas a entregar nuestros datos a la justicia?
Según los «términos y condiciones de uso» de WhatsApp, la compañía asegura que «no divulga el contenido de los mensajes de sus usuarios en respuesta a solicitudes gubernamentales, y tampoco puede hacerlo». La razón: el cifrado de extremo a extremo, que codifica cada comunicación de manera que solo el emisor y el receptor pueden acceder a ella. ¿Será cierto o es puro chamuyo?
### Metadatos: El verdadero tesoro de WhatsApp
Aunque WhatsApp jura y perjura que no puede acceder al contenido de nuestros mensajes, sí recopila valiosa información conocida como metadatos. ¿Qué significa esto? Que WhatsApp sabe cuándo enviaste ese mensaje comprometedor, con qué números de teléfono te comunicaste, cuántas veces le escribiste a tu amante, desde qué dispositivo te conectaste, el peso de los mensajes – lo que permite inferir si contenían fotos o videos – y hasta el tipo de comunicación: texto o llamada.
Pero la cosa no termina ahí. WhatsApp también puede facilitar a las autoridades «información básica del suscriptor (como su nombre, fecha de inicio del servicio, fecha de última vez que se usó, dirección IP, tipo de dispositivo y dirección de correo electrónico) e información de la cuenta (como fotos del perfil, información de grupos y lista de contactos)». ¿Alguien dijo «Gran Hermano»?
## Google al rescate: Copias de seguridad y secretos al descubierto
La verdadera bomba en este escándalo podría estar en manos de Google. Resulta que cuando activamos la copia de seguridad de WhatsApp en Android, los datos se guardan en la cuenta de Google «en claro», es decir, sin cifrar. «Desde hace unos años, se ofrece la opción de cifrar el archivo de backup. Pero, por defecto, esa copia se guarda en claro», explica el abogado especializado en protección de datos, Jorge García Herrero. En el caso de los usuarios de iPhone, la cosa cambia, ya que los datos se cifran antes de subirse a iCloud.
¿Qué quiere decir todo esto? Que si el Fiscal General es usuario de Android y no activó el cifrado de su copia de seguridad, sus comunicaciones podrían estar a disposición del Supremo. ¡Auch!
### Borrar no significa desaparecer: La persistencia de los datos digitales
¿Pensaste que borrar tus mensajes de WhatsApp te libraría de la justicia? ¡Error! Aunque los mensajes desaparezcan de tu teléfono, los datos siguen alojados en los servidores de las plataformas durante un tiempo prudencial. Según García Herrero, lo recomendable es mantenerlos durante cuatro años para evitar problemas con peticiones judiciales.
Lo mismo ocurre si borras tu cuenta de Google, como también hizo el Fiscal General. Los datos no se destruyen de inmediato. La gran incógnita es qué contenía la cuenta del Fiscal General. Al parecer, las copias de seguridad funcionan como las cintas de seguridad, que sobrescriben las grabaciones más recientes sobre las más antiguas.
## ¿Colaboración o resistencia? El tira y afloje entre las tecnológicas y la justicia
La pregunta del millón es, ¿están Meta y Google obligadas a colaborar con el Supremo? Según García Herrero, «WhatsApp, como Google y cualquier otra compañía española o extranjera, tiene que atender las solicitudes de información de un juzgado español competente». La única excepción sería si el requerimiento es «notoriamente excesivo, no fundamentado o desproporcionado».
Sin embargo, la realidad suele ser más complicada. «Deben colaborar, pero a veces no lo hacen, o lo hacen tarde y mal», señala Borja Adsuara, experto en derecho digital. En el pasado, las tecnológicas estadounidenses solían ignorar los requerimientos judiciales, pero desde que el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) las obligó a tener una delegación en la Unión Europea, suelen responder con mayor celeridad.
Ahora, solo queda esperar a ver qué revelan los datos entregados por WhatsApp y Google. Lo que sí está claro es que este caso sienta un precedente importante sobre la privacidad de nuestras comunicaciones digitales y la capacidad de la justicia para acceder a ellas. Y vos, ¿estás tranquilo con lo que tenés en tu WhatsApp?