El Hospital Marcial Quiroga se vistió de gala para celebrar el Día Internacional de la Enfermería, con una jornada que combinó el rigor científico con el reconocimiento al invaluable trabajo de su personal. El evento, que tuvo lugar en el salón de actos del nosocomio, fue una doble celebración: por un lado, una jornada de disertaciones a cargo de destacados profesionales; por otro, un emotivo homenaje a los enfermeros, auxiliares y camilleros, verdaderos pilares en la atención de los pacientes.
Un reconocimiento a la labor esencial
El director ejecutivo del hospital, Dr. Juan Manuel Campayo, no escatimó en elogios hacia el personal de enfermería, describiéndolos como «un pilar fundamental» y «el corazón que late junto al de los pacientes». Sus palabras resaltaron la dedicación y el compromiso de estos profesionales, quienes, según el Dr. Campayo, «siempre están en búsqueda de la excelencia».
En esta ocasión, el Departamento de Enfermería decidió extender el reconocimiento al personal ayudante de enfermería y a los camilleros, cuya labor silenciosa pero imprescindible fue destacada como «columnas esenciales» del hospital.
El lema 2025: «Nuestras enfermeras. Nuestro futuro»
El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) ha propuesto para el 2025 un lema que resuena con fuerza en el contexto actual: «Nuestras enfermeras. Nuestro futuro. Cuidando de las enfermeras, fortalecemos la economía». Este lema pone de relieve la importancia de velar por el bienestar del personal de enfermería, reconociéndolos como un recurso humano valioso y esencial para garantizar una atención de calidad y promover la salud en todas las comunidades.
Cambio de bandera y distinciones
La ceremonia también fue el marco para el cambio del cuerpo de bandera, un momento solemne que simboliza la continuidad y el compromiso con los valores del hospital. La nueva escolta está integrada por: Graciela Villafañe (abanderada), María Bravo (1º escolta), Daniela Arancibia (1º escolta suplente), Jazmín Romero (2º escolta) y Diego Muñoz (2º escolta suplente).
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue la entrega de distinciones al mejor compañero de cada servicio, al mejor desempeño y a los logros académicos. Una larga lista de profesionales recibió el reconocimiento de sus pares y superiores, celebrando así el esfuerzo y la dedicación que los caracterizan.
A continuación, se detallan los nombres de los galardonados:
Mejor Compañero:
Mejor Evaluación de Desempeño:
Logros Académicos:
Mejor evaluación de desempeño – Ayudantes de Enfermería:
Camilleros:
El Hospital Marcial Quiroga celebró el Día Internacional de la Enfermería con una jornada científica y un emotivo reconocimiento a su personal. Se destacó la labor esencial de enfermeros, auxiliares y camilleros, pilares en la atención de pacientes. Además, se premió el desempeño y los logros académicos del equipo, reafirmando su compromiso con la excelencia en el cuidado de la salud.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
El director, Dr. Juan Manuel Campayo, no se guardó nada en su discurso: “Los enfermeros son el corazón que late junto al de los pacientes”, declaró, mientras el salón aplaudía como si estuvieran presentando un Nobel en vez de un reconocimiento al “Mejor Compañero”. La verdad es que el ánimo estaba arriba, porque en la vida hospitalaria, un buen compañero vale más que una máquina de café que no se rompa.
Pero los héroes ocultos también tuvieron su momento: ayudantes de enfermería y camilleros recibieron menciones especiales. Porque claro, sin ellos, el hospital sería como un cuadro sin marco: puro caos. Y entre diploma y diploma, el cambio en el cuerpo de bandera fue casi una ceremonia de premiación en el Festival de Cannes, con Graciela Villafañe al frente como abanderada del Servicio de Quirófano.
Los galardonados desfilaron con sus distinciones, desde los “Mejor Compañero” hasta los “Mejor Desempeño”, pasando por logros académicos que hicieron llorar de orgullo a más de uno. Algunos se reían, otros se emocionaban y todos se llevaron al menos una palmada en la espalda, que en el hospital vale más que un bono de fin de año.
Y claro, la enfermería no descansa ni en su día, porque mientras los reconocidos posaban para la foto grupal, ya estaban calculando cómo volver al ritmo habitual con la misma entrega de siempre. Porque si algo quedó claro es que, más allá de los premios, el verdadero reconocimiento es cuando un paciente vuelve a casa gracias a su cuidado.
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
El Hospital Marcial Quiroga se vistió de gala para celebrar el Día Internacional de la Enfermería, con una jornada que combinó el rigor científico con el reconocimiento al invaluable trabajo de su personal. El evento, que tuvo lugar en el salón de actos del nosocomio, fue una doble celebración: por un lado, una jornada de disertaciones a cargo de destacados profesionales; por otro, un emotivo homenaje a los enfermeros, auxiliares y camilleros, verdaderos pilares en la atención de los pacientes.
Un reconocimiento a la labor esencial
El director ejecutivo del hospital, Dr. Juan Manuel Campayo, no escatimó en elogios hacia el personal de enfermería, describiéndolos como «un pilar fundamental» y «el corazón que late junto al de los pacientes». Sus palabras resaltaron la dedicación y el compromiso de estos profesionales, quienes, según el Dr. Campayo, «siempre están en búsqueda de la excelencia».
En esta ocasión, el Departamento de Enfermería decidió extender el reconocimiento al personal ayudante de enfermería y a los camilleros, cuya labor silenciosa pero imprescindible fue destacada como «columnas esenciales» del hospital.
El lema 2025: «Nuestras enfermeras. Nuestro futuro»
El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) ha propuesto para el 2025 un lema que resuena con fuerza en el contexto actual: «Nuestras enfermeras. Nuestro futuro. Cuidando de las enfermeras, fortalecemos la economía». Este lema pone de relieve la importancia de velar por el bienestar del personal de enfermería, reconociéndolos como un recurso humano valioso y esencial para garantizar una atención de calidad y promover la salud en todas las comunidades.
Cambio de bandera y distinciones
La ceremonia también fue el marco para el cambio del cuerpo de bandera, un momento solemne que simboliza la continuidad y el compromiso con los valores del hospital. La nueva escolta está integrada por: Graciela Villafañe (abanderada), María Bravo (1º escolta), Daniela Arancibia (1º escolta suplente), Jazmín Romero (2º escolta) y Diego Muñoz (2º escolta suplente).
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue la entrega de distinciones al mejor compañero de cada servicio, al mejor desempeño y a los logros académicos. Una larga lista de profesionales recibió el reconocimiento de sus pares y superiores, celebrando así el esfuerzo y la dedicación que los caracterizan.
A continuación, se detallan los nombres de los galardonados:
Mejor Compañero:
Mejor Evaluación de Desempeño:
Logros Académicos:
Mejor evaluación de desempeño – Ayudantes de Enfermería:
Camilleros:
El director, Dr. Juan Manuel Campayo, no se guardó nada en su discurso: “Los enfermeros son el corazón que late junto al de los pacientes”, declaró, mientras el salón aplaudía como si estuvieran presentando un Nobel en vez de un reconocimiento al “Mejor Compañero”. La verdad es que el ánimo estaba arriba, porque en la vida hospitalaria, un buen compañero vale más que una máquina de café que no se rompa.
Pero los héroes ocultos también tuvieron su momento: ayudantes de enfermería y camilleros recibieron menciones especiales. Porque claro, sin ellos, el hospital sería como un cuadro sin marco: puro caos. Y entre diploma y diploma, el cambio en el cuerpo de bandera fue casi una ceremonia de premiación en el Festival de Cannes, con Graciela Villafañe al frente como abanderada del Servicio de Quirófano.
Los galardonados desfilaron con sus distinciones, desde los “Mejor Compañero” hasta los “Mejor Desempeño”, pasando por logros académicos que hicieron llorar de orgullo a más de uno. Algunos se reían, otros se emocionaban y todos se llevaron al menos una palmada en la espalda, que en el hospital vale más que un bono de fin de año.
Y claro, la enfermería no descansa ni en su día, porque mientras los reconocidos posaban para la foto grupal, ya estaban calculando cómo volver al ritmo habitual con la misma entrega de siempre. Porque si algo quedó claro es que, más allá de los premios, el verdadero reconocimiento es cuando un paciente vuelve a casa gracias a su cuidado.