En Mendoza y Córdoba, cebar mate mientras se maneja puede salir carísimo: hasta $420.000 de multa. Aunque la ley nacional no lo prohíbe expresamente, normas provinciales sancionan la distracción al volante. Las infracciones pueden ser detectadas por cámaras, sin necesidad de que te detengan.
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En este rincón del mundo donde el mate es poco menos que un órgano vital y cebarlo una destreza olímpica, la noticia de que te pueden fajar con una multa por ejercer este noble ritual mientras manejás suena casi a traición a la patria. Uno se imagina comités de crisis en las sobremesas familiares, abuelos indignados recordando épocas donde se podía ir a Mar del Plata con el Falcon cargado hasta el techo, el perro, la suegra y el termo de acero inoxidable haciendo equilibrio en el tablero sin que nadie osara decir ni mu. Pero los tiempos cambian, y parece que la modernidad vial ha decidido que esa mano que sostiene el porongo sagrado, o que con pericia vierte el agua caliente sin quemarse los dedos ni volcar sobre el pantalón, es una mano que le falta al volante. La Ley Nacional, muy ladina ella, no te dice 'che, prohibido el mate', pero te desliza, como quien no quiere la cosa, que las dos manitos deben estar aferradas a la dirección. Y ahí, en ese gris legal que tanto nos gusta explorar a los argentinos, Mendoza y Córdoba levantaron la bandera de la tolerancia cero. Los mendocinos, con la contundencia de un buen Malbec, te pueden arrimar una receta de hasta 420 lucas. ¡Casi lo que sale un viaje a Mendoza a tomar vino... sin mate en el auto, claro! Los cordobeses, más medidos pero igual de firmes, te aplican 24 mil pesitos, que duelen menos pero igual te hacen replantearte si no era mejor esperar a la próxima estación de servicio. Y lo peor, o lo más eficiente según se mire, es que el Gran Hermano de las rutas, las cámaras vigilantes, pueden ser el delator anónimo que te haga llegar la dolorosa a domicilio. Así que, mientras la Agencia Nacional de Seguridad Vial nos recuerda que cebar equivale a conducir con los ojos cerrados y que el termo puede convertirse en un misil balístico inter-asientos ante un imprevisto, el debate nacional queda abierto: ¿es el fin de una era o el comienzo de una conducción más aburrida pero, quizás, un poquito menos accidentada? El tiempo, y las estadísticas de multas, lo dirán.
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Tomar mate al volante es una práctica tan arraigada como riesgosa. Aunque la Ley Nacional de Tránsito Nº 24.449 no prohíbe explícitamente tomar mate mientras se conduce, sí establece que el conductor debe mantener ambas manos en el volante, salvo en maniobras puntuales como el cambio de marchas.
Mendoza y Córdoba, con sanciones específicas
Mendoza
El Decreto 326/18, reglamentario de la Ley Provincial Nº 9024, exige el «dominio efectivo del vehículo». Cebar mate mientras se maneja puede interpretarse como falta grave. La multa: 1.000 unidades fijas (UF), lo que hoy equivale a $420.000.
Córdoba
Tomar mate se encuadra como “manejo inseguro”, junto a prácticas como fumar al volante. Sanción: 20 UF, con un valor actual de $1.200 cada una. Resultado: $24.000 de multa.
Multas automáticas con cámaras
En ambas provincias, las cámaras de seguridad vial pueden captar la infracción sin necesidad de detener al vehículo. El acta se emite automáticamente y se notifica al domicilio del titular.
La Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) insiste en los riesgos: cebar un mate equivale a recorrer más de 100 metros sin atención plena. Y en caso de maniobra brusca, el termo y la bombilla pueden convertirse en proyectiles, multiplicando el peligro en el habitáculo.
El mensaje de las autoridades es claro: disfrutar el mate, sí, pero con el auto detenido y en un lugar seguro. Evitás sanciones y, sobre todo, cuidás vidas.