OpenAI sacude el avispero tecnológico comprando la startup de Jony Ive, el legendario diseñador del iPhone, en una movida audaz para reinventar la computación con inteligencia artificial. ¿Será el fin de la era del smartphone? Mientras, Google y Meta se meten de lleno en la carrera por las gafas inteligentes, prometiendo un futuro donde la tecnología se lleva puesta. La pregunta que queda en el aire: ¿estamos ante el amanecer de una nueva era o es otra burbuja tecnológica a punto de estallar?
El futuro llegó y parece que no viene en un smartphone. Sam Altman, el mandamás de OpenAI y cerebro detrás de ChatGPT, soltó la bomba: compraron io, la empresa del mismísimo Jony Ive, el tipo que le dio forma al iPhone. "Tenemos la oportunidad de reimaginar completamente lo que significa usar un ordenador", largó Altman en un video que ya está dando que hablar. ¿Será esta la estocada final para el reinado de las pantallas táctiles?
Un día antes, Google movía sus fichas presentando sus gafas de realidad aumentada, metiéndole presión a Meta y sus Ray-Ban. La cosa está clara: entre 2026 y 2027, se viene una avalancha de dispositivos inteligentes firmados por los pesos pesados de la tecnología. ¿El objetivo? Desbancar al celular como rey del mambo.
¿De qué hablamos cuando hablamos de nuevos dispositivos?
Mientras Google y Meta apuestan fuerte por las gafas, Ive y Altman hablan de una "familia de productos". Acá la cosa se pone interesante, porque los intentos anteriores de gadgets con IA no terminaron de cuajar. Los pins de Humane AI y Rabbit prometían el oro y el moro, pero se estrellaron contra la dura realidad. Ive fue lapidario: "productos muy pobres" que evidenciaron la falta de "nuevas maneras de pensar expresadas en productos". ¡Uf, qué acidez!
Altman, por su parte, no cree que esto signifique el fin del celular, sino más bien un cambio de rol, algo parecido a lo que pasó con las laptops cuando irrumpió el iPhone en 2007. "No creo que lo primero que lancemos vaya a hacer desaparecer el móvil, es un tipo de cosa totalmente nueva", afirmó. ¿Será que se viene un nuevo paradigma?
La inteligencia artificial pide cancha
El argumento central de esta movida entre Ive y Altman es que la IA necesita un hardware a su altura, algo que no esté atado a las limitaciones de la tecnología del siglo pasado. La gente se va a conectar con la IA de maneras "muy nuevas", porque los productos que "usamos ahora tienen décadas", sentenció Ive.
Parece que el equipo de Ive ya tiene algo entre manos que dejó a Altman boquiabierto. "Me dieron un prototipo y es la pieza más guay de tecnología que el mundo haya visto", confesó. Tan "guay" que lo llevó a desembolsar más de 6.000 millones de euros por io, una cifra que hace temblar la billetera de cualquiera.
Altman dio una pista de cómo podría funcionar este nuevo dispositivo. "Si quiero preguntarle algo ahora a ChatGPT sobre lo que hemos hablado, piensa lo que debería hacer, coger mi ordenador, abrirlo, buscar el navegador, explicarle todo, esperar la respuesta", explicó. "Creo que esta tecnología merece algo mejor", remató. ¿Estará hablando de un dispositivo que nos escuche y responda sin necesidad de pantallas?
¡Adiós a las pantallas?
Tanto Ive como Altman parecen coincidir en que las pantallas de los celulares no le hicieron ningún favor a la sociedad. "Asumo gran parte de la responsabilidad por lo que estas cosas nos han traído", admitió Ive al NYTimes, refiriéndose a la ansiedad y las distracciones que genera la omnipresencia del smartphone. Altman va por la misma línea: "No me siento bien con mi relación con la tecnología en este momento". "Es como ser empujado en una calle abarrotada de Nueva York, o como estar bombardeado por notificaciones y luces parpadeantes en Las Vegas", graficó. ¡Tremendo!
La idea sería que la IA sea una conversación tranquila, sin publicidades ni interrupciones. Por eso, un dispositivo similar a un móvil pero sin pantalla es la opción que suena con más fuerza. Según una charla de Ive con empleados de OpenAI filtrada por el Wall Street Journal, el nuevo gadget sería de bolsillo, sensible al contexto y, lo más importante, ¡sin pantalla! Algunos ya se animan a imaginarlo como una especie de iPod Shuffle con esteroides. ¿Será?
Gafas inteligentes, la otra apuesta
Pero ojo, que mientras OpenAI trabaja en su "cosa rara", Meta ya tiene sus gafas en el mercado, aunque por ahora se limitan a funciones básicas como llamadas, fotos y audio. La hoja de ruta hacia unas gafas con pantalla integrada parece inevitable.
Google, por su parte, quiere jugar en ambos bandos: gafas de diseño sin pantallas y gafas más sofisticadas que superpongan imágenes a la realidad. La competencia está que arde.
¿Será el batacazo del siglo?
¿Quién sabe? Lo cierto es que el reinado del celular, que parecía inexpugnable hace unos años, hoy se tambalea. Y en este tablero de ajedrez tecnológico, Apple parece llevar la peor parte. La empresa de la manzanita no termina de encontrarle la vuelta a la IA y sus gafas todavía no asoman en el horizonte.
Jony Ive, el cerebro detrás del diseño del iPhone, se alejó de Apple en 2019 para fundar LoveFrom, su propia empresa de diseño. Hace un par de años, se juntó con Sam Altman y crearon io, la startup que ahora pasó a manos de OpenAI. Ive describió a Altman como un "raro visionario", una frase cargada de mística reservada para tipos como Steve Jobs. Dato curioso: Laurene Powell Jobs, la viuda de Steve, también invirtió en io.
Si bien el currículum de Ive genera expectativas, su éxito en Apple no garantiza que vaya a repetir la fórmula a sus 58 años. Altman podría haber buscado su propio "Ive", en lugar de recurrir al santoral de Silicon Valley. Pero, como dice el dicho, sobre gustos no hay nada escrito. Lo que sí está claro es que se avecinan tiempos movidos en el mundo de la tecnología. Habrá que estar atentos para ver quién se lleva la corona.