Oslo revoluciona el transporte: ¡Autos eléctricos autónomos en marcha!

Redacción Cuyo News
5 min
Cortito y conciso:

Noruega se lanza a la aventura de los autos autónomos eléctricos en el transporte público, buscando revolucionar la movilidad urbana. ¿Será esta la solución al caos citadino o una utopía tecnológica? El proyecto ULTIMO, financiado por la UE, promete un futuro con viajes «a demanda», pero los desafíos son grandes y la inversión necesaria, aún mayor. ¿Estamos ante el principio de una nueva era o frente a un costoso experimento?

Cinco autos eléctricos autónomos ya ruedan por Groruddalen, en Oslo, Noruega. ¿El objetivo? Integrar estos vehículos al transporte público, marcando un hito en la iniciativa ULTIMO, financiada por la Unión Europea. Si esto funciona, podríamos estar ante un cambio radical en cómo nos movemos por la ciudad. Pero, ¿es oro todo lo que reluce?

### ¿Autos sin chofer? La promesa de ULTIMO

El proyecto no es solo noruego. También se planean pilotos en Alemania y Suiza. La idea central es crear un sistema de transporte público «a demanda» a gran escala. ¿Qué significa esto? Que los autos no seguirían rutas fijas, sino que se adaptarían a las necesidades de los pasajeros. Suena a ciencia ficción, pero la UE está invirtiendo fuerte: 500 millones de euros en movilidad «conectada, cooperativa y automatizada». La promesa es un transporte más seguro, ecológico e inclusivo. ¿Será verdad o un verso tecnológico?

Se espera que los otros dos servicios piloto se pongan en marcha en fechas posteriores de este año, en la ciudad de Herford, al noroeste de Alemania, y en el distrito de Champaña del cantón de Ginebra, Suiza.

### El desafío de la autonomía total

La clave del sistema es la autonomía total de los vehículos en zonas delimitadas. Mapas 3D, radares, cámaras… la tecnología existe, pero ¿es infalible? Christian Willoch, asesor de innovación en Ruter (la autoridad de transporte de Oslo), lo plantea así: «Se trata de integrar vehículos autónomos compartidos en el sistema de transporte público». Suena bien, pero la pregunta es, ¿estamos listos para confiar nuestras vidas a un algoritmo?

### Autos eléctricos: ¿la solución verde?

Los vehículos son eléctricos, lo cual es un punto a favor del medio ambiente. El transporte por carretera es responsable de casi una cuarta parte de las emisiones globales de CO2. Pero, ¿basta con cambiar el combustible? ¿O necesitamos repensar todo el sistema de movilidad?

### Un futuro conectado… ¿y controlado?

La UE lidera la investigación en movilidad «conectada, cooperativa y automatizada». Suena a un futuro donde el transporte público y privado convergen en una plataforma digital única. ¿Será un paraíso de la eficiencia o un Gran Hermano del transporte? La pregunta está en el aire.

### ¿Cuántos autos hacen falta para cambiar una ciudad?

Por ahora, el servicio en Oslo es gratuito y se usa una app para reservar viajes en un SUV eléctrico de lujo. Pero los investigadores ya piensan en ampliar la flota. Willoch lo pone en números: «Consideramos que, para lograr verdadero impacto en nuestra zona y que los ciudadanos se planteen no utilizar sus coches privados, harán falta unos quinientos vehículos». ¿Es viable? ¿Cuánto costaría? Las preguntas se acumulan.

### El fantasma de la deshumanización

Andreas Fehr, de la empresa alemana Deutsche Bahn, coordina el proyecto ULTIMO. Él ve en estos sistemas una «verdadera transformación del transporte público». Pero reconoce que hay retos. Hoy, los autos llevan un «operador de seguridad» a bordo. ¿Qué pasará cuando desaparezca? ¿Cómo se garantizará la seguridad de los pasajeros sin un conductor? La tecnología avanza, pero ¿a qué costo?

### ¿Un transporte público para todos?

Uno de los objetivos de ULTIMO es mejorar el acceso al transporte para quienes tienen menos opciones. Fehr lo resume así: «Se trata de una gran oportunidad para ofrecer una movilidad más amplia a las personas que lo necesitan». Suena noble, pero ¿se traducirá en realidad? ¿O será un servicio exclusivo para unos pocos?

La idea final es que esto motive a las personas a dejar el auto privado. «Este es el tipo de transformación sostenible que nos hace falta como sociedad a nivel global», remata Fehr. La ambición es grande, pero el camino está lleno de interrogantes. ¿Logrará ULTIMO cambiar la forma en que nos movemos, o quedará como un costoso experimento tecnológico? El tiempo dirá.

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