<div class="semiton-wrapper" data-texto="Militar K se despierta a lo ‘Matrix’, esquivando gazebos voladores y parrillas con música de combate.
‘¡Volvió la dictadura!’ Grita mientras ve desaparecer un tupper con milanesas y la bandera de ‘Nuevo Encuentro’, la cual estaba resguardada en el portaequipaje de una camioneta, porque, ya saben, las banderas tienen alma de viajero.
Mientras tanto, del otro lado, la Policía de la Ciudad festeja a puro ‘Tango 14’, porque, como dijo Laura Alonso, vocera del gobierno porteño, ‘garantizamos el orden y la limpieza para los vecinos’. Se ve que el desorden cívico incluía asado nocturno y ‘La Cámpora’ en versión ‘MasterChef Calle’.
‘Aquí hay que armonizar derechos’, dijo Alonso. ‘Los vecinos a la vida tranquila, los manifestantes a expresarse’. Y aparentemente, el derecho a la manifestación no incluye el derecho a acampar con parrilla frente a la futura morada de arresto domiciliario de la vicepresidenta.
En medio de todo esto, Juan Grabois, con su libreta ‘Contabilidad K: Volveremos a ser millones’, anotando: ‘Desalojo de parrillas: -1 punto democrático’.
La guerra no declarada ha comenzado. Y se libra entre el aroma a choripán y el eco de "¡Se llevan el termo!"">
Según fuentes oficiales, en un procedimiento "sorpresa" llevado a cabo durante la madrugada de este domingo, agentes de la Policía de la Ciudad procedieron al desalojo del campamento de puesteros y militantes kirchneristas que se encontraban apostados frente al departamento de Cristina Kirchner, situado en el barrio de Constitución. La acción transcurrió "sin incidentes" y "sin detenidos", de acuerdo con la versión de las fuerzas de seguridad, aunque sectores de la militancia calificaron el accionar como "violento".
Con una dotación superior a 150 efectivos, la Policía de la Ciudad avanzó sobre las inmediaciones de la dirección San José 1111, domicilio de la vicepresidenta. El operativo incluyó la retirada de carpas, banderas y estructuras que habían sido instaladas sobre la vía pública.
"Liberamos el espacio público. Se sacaron los gazebos, parrillas, sombrillas y todas las estructuras que ilegalmente estaban instaladas", precisaron desde la fuerza policial interviniente.
Laura Alonso, vocera del gobierno porteño, brindó detalles adicionales sobre el procedimiento, describiéndolo como de "ordenamiento y limpieza". Confirmó la actuación coordinada de agentes de las comisarías de la zona y de Orden Urbano. En diálogo con Radio Rivadavia, Alonso enumeró los elementos secuestrados: "ocho gazebos, mesas para servir comida, sillas y banquetas, y seis parrillas". Asimismo, destacó la limpieza de "paredes de casas vecinas, y se sacó pasacalles, banderas y cartelería".
La funcionaria valoró que el operativo se desarrolló "con normalidad", tuvo lugar "entre las 2.30 y las 3 de la madrugada", y resaltó la ausencia de "incidentes" con el reducido grupo que mantenía el campamento.
"Aquí hay que armonizar derechos. Los vecinos tienen derecho a una vida tranquila, ordenada y los manifestantes a expresarse, con lo cual nosotros siempre vamos a tratar de encontrar los mejores acuerdos; pero sí el orden y la limpieza van a estar garantizados para los vecinos de la zona. En este caso, notamos que había una alteración del orden habitual y normal de la vida y la convivencia entre los vecinos en el barrio y por eso actuamos", argumentó Alonso sobre los motivos del desalojo.
Desde la militancia, las críticas no se hicieron esperar. En un comunicado del espacio Nuevo Encuentro, liderado por Martín Sabbatella, se cuestionó duramente el operativo: "A nosotros nos llevaron la bandera grande de Nuevo Encuentro, que ‘estaba guardaba en el portaequipaje’ de una camioneta. ‘De madrugada y violentamente como en la dictadura’", denunciaron desde la agrupación.
Durante la semana previa, militantes kirchneristas habían mantenido vigilia frente al departamento de Cristina Kirchner, un lugar que la expresidenta podría llegar a ocupar para cumplir una eventual prisión domiciliaria, si la justicia se la concediera, tras la confirmación de la condena a seis años de prisión por la Corte Suprema en la causa Vialidad.
El dirigente social Juan Grabois, cercano al kirchnerismo, expresó enérgicas críticas al operativo. A través de un mensaje en la red social X, Grabois calificó la acción como "otro paso más fuera de los límites democráticos". Con tono de advertencia, añadió: "Otro punto que anotamos en la libreta de cuentas que vamos a ajustar en breve".
"Que una fuerza de seguridad publique una pieza audiovisual de propaganda política -de mala calidad pero propaganda al fin- con escenas de violencia y música de combate sobre 'la residencia de Cristina Kirchner'
es otro paso más fuera de los límites democráticos… y otro punto que anotamos en la libreta de cuentas que vamos a ajustar en breve", escribió Grabois en su cuenta.
El posteo de Grabois tuvo un importante alcance en pocos minutos, superando las 51 mil visualizaciones y siendo republicado más de 500 veces.
La Policía de la Ciudad desalojó en la madrugada del domingo el campamento kirchnerista frente al departamento de Cristina Kirchner en Constitución. El operativo, calificado de 'sorpresa' y 'sin incidentes' por fuentes policiales, removió carpas y estructuras instaladas en la vía pública. Desde sectores de la militancia, denuncian 'violencia' y lo comparan con 'la dictadura'. El dirigente Juan Grabois criticó duramente la acción policial, advirtiendo que 'anotan puntos en la libreta de cuentas' que ajustarán 'en breve'.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
<div class="semiton-wrapper" data-texto="Militar K se despierta a lo ‘Matrix’, esquivando gazebos voladores y parrillas con música de combate.
‘¡Volvió la dictadura!’ Grita mientras ve desaparecer un tupper con milanesas y la bandera de ‘Nuevo Encuentro’, la cual estaba resguardada en el portaequipaje de una camioneta, porque, ya saben, las banderas tienen alma de viajero.
Mientras tanto, del otro lado, la Policía de la Ciudad festeja a puro ‘Tango 14’, porque, como dijo Laura Alonso, vocera del gobierno porteño, ‘garantizamos el orden y la limpieza para los vecinos’. Se ve que el desorden cívico incluía asado nocturno y ‘La Cámpora’ en versión ‘MasterChef Calle’.
‘Aquí hay que armonizar derechos’, dijo Alonso. ‘Los vecinos a la vida tranquila, los manifestantes a expresarse’. Y aparentemente, el derecho a la manifestación no incluye el derecho a acampar con parrilla frente a la futura morada de arresto domiciliario de la vicepresidenta.
En medio de todo esto, Juan Grabois, con su libreta ‘Contabilidad K: Volveremos a ser millones’, anotando: ‘Desalojo de parrillas: -1 punto democrático’.
La guerra no declarada ha comenzado. Y se libra entre el aroma a choripán y el eco de "¡Se llevan el termo!"">
Según fuentes oficiales, en un procedimiento "sorpresa" llevado a cabo durante la madrugada de este domingo, agentes de la Policía de la Ciudad procedieron al desalojo del campamento de puesteros y militantes kirchneristas que se encontraban apostados frente al departamento de Cristina Kirchner, situado en el barrio de Constitución. La acción transcurrió "sin incidentes" y "sin detenidos", de acuerdo con la versión de las fuerzas de seguridad, aunque sectores de la militancia calificaron el accionar como "violento".
Con una dotación superior a 150 efectivos, la Policía de la Ciudad avanzó sobre las inmediaciones de la dirección San José 1111, domicilio de la vicepresidenta. El operativo incluyó la retirada de carpas, banderas y estructuras que habían sido instaladas sobre la vía pública.
"Liberamos el espacio público. Se sacaron los gazebos, parrillas, sombrillas y todas las estructuras que ilegalmente estaban instaladas", precisaron desde la fuerza policial interviniente.
Laura Alonso, vocera del gobierno porteño, brindó detalles adicionales sobre el procedimiento, describiéndolo como de "ordenamiento y limpieza". Confirmó la actuación coordinada de agentes de las comisarías de la zona y de Orden Urbano. En diálogo con Radio Rivadavia, Alonso enumeró los elementos secuestrados: "ocho gazebos, mesas para servir comida, sillas y banquetas, y seis parrillas". Asimismo, destacó la limpieza de "paredes de casas vecinas, y se sacó pasacalles, banderas y cartelería".
La funcionaria valoró que el operativo se desarrolló "con normalidad", tuvo lugar "entre las 2.30 y las 3 de la madrugada", y resaltó la ausencia de "incidentes" con el reducido grupo que mantenía el campamento.
"Aquí hay que armonizar derechos. Los vecinos tienen derecho a una vida tranquila, ordenada y los manifestantes a expresarse, con lo cual nosotros siempre vamos a tratar de encontrar los mejores acuerdos; pero sí el orden y la limpieza van a estar garantizados para los vecinos de la zona. En este caso, notamos que había una alteración del orden habitual y normal de la vida y la convivencia entre los vecinos en el barrio y por eso actuamos", argumentó Alonso sobre los motivos del desalojo.
Desde la militancia, las críticas no se hicieron esperar. En un comunicado del espacio Nuevo Encuentro, liderado por Martín Sabbatella, se cuestionó duramente el operativo: "A nosotros nos llevaron la bandera grande de Nuevo Encuentro, que ‘estaba guardaba en el portaequipaje’ de una camioneta. ‘De madrugada y violentamente como en la dictadura’", denunciaron desde la agrupación.
Durante la semana previa, militantes kirchneristas habían mantenido vigilia frente al departamento de Cristina Kirchner, un lugar que la expresidenta podría llegar a ocupar para cumplir una eventual prisión domiciliaria, si la justicia se la concediera, tras la confirmación de la condena a seis años de prisión por la Corte Suprema en la causa Vialidad.
El dirigente social Juan Grabois, cercano al kirchnerismo, expresó enérgicas críticas al operativo. A través de un mensaje en la red social X, Grabois calificó la acción como "otro paso más fuera de los límites democráticos". Con tono de advertencia, añadió: "Otro punto que anotamos en la libreta de cuentas que vamos a ajustar en breve".
"Que una fuerza de seguridad publique una pieza audiovisual de propaganda política -de mala calidad pero propaganda al fin- con escenas de violencia y música de combate sobre 'la residencia de Cristina Kirchner'
es otro paso más fuera de los límites democráticos… y otro punto que anotamos en la libreta de cuentas que vamos a ajustar en breve", escribió Grabois en su cuenta.
El posteo de Grabois tuvo un importante alcance en pocos minutos, superando las 51 mil visualizaciones y siendo republicado más de 500 veces.