¿La IA nos está volviendo más zapallos? Un estudio revela el lado oscuro de ChatGPT en la educación
Un reciente estudio ha encendido las alarmas en el ámbito educativo, revelando que el uso excesivo de modelos de lenguaje como ChatGPT podría tener consecuencias negativas en el aprendizaje y la creatividad de los estudiantes. La investigación, llevada a cabo por expertos en neurociencia y educación, señala que la dependencia de la IA en la redacción académica podría disminuir la actividad cerebral relacionada con el procesamiento activo y la atención.
El experimento: cerebros bajo la lupa de la IA
En la segunda fase del estudio, se observó que los participantes que dejaron de usar la IA mostraron una conectividad cerebral más débil y menor actividad en las redes relacionadas con la atención, lo que, según los investigadores, podría "tener consecuencias perjudiciales para el aprendizaje a largo plazo". Es decir, que si te acostumbrás a que la máquina te haga la tarea, tu cerebro se va a poner en modo fiaca.
Por el contrario, aquellos que comenzaron a utilizar la IA después de escribir sin ayuda mostraron una mayor capacidad de recuerdo y una reactivación de áreas cerebrales vinculadas a la creatividad y el procesamiento semántico. Estos resultados fueron similares a los observados en el grupo que usó motores de búsqueda, lo que sugiere que la IA, en cierta medida, puede estimular un proceso similar a la investigación y el descubrimiento.
¿Textos chatos? La calidad de los ensayos bajo la lupa
La calidad de los textos generados con la ayuda de ChatGPT también fue objeto de análisis. Los docentes calificaron estos ensayos como "planos", repetitivos y poco originales. Además, los estudiantes que utilizaron la IA mostraron dificultades para recordar o citar lo que habían redactado minutos antes, lo que indica un aprendizaje superficial y una escasa integración de contenidos. ¿Será que la IA nos está convirtiendo en loros digitales?
La preocupación crece: ¿dependencia tecnológica o herramienta útil?
Estos hallazgos refuerzan la idea de que la IA puede ser una herramienta complementaria en los procesos educativos, pero no un sustituto. "Dado que el impacto educativo del uso de LLM apenas empieza a manifestarse en la población general, este estudio demuestra la urgencia de explorar una posible disminución en las habilidades de aprendizaje", advierte la investigadora Kosmyna.
Un estudio reciente de Turnitin, una empresa de tecnología educativa, reveló que el 64% de los estudiantes están preocupados por el uso de la IA, frente al 50% de los docentes. Aunque la mayoría tiene una percepción positiva de la IA, el 95% considera que su uso es inapropiado en las instituciones educativas. Parece que la preocupación es generalizada: ¿estamos criando una generación de "copy-paste" intelectual?