En un ambiente político enrarecido por la reciente ratificación de la condena por corrupción contra Cristina Kirchner, la Unión Cívica Radical (UCR) denunció este jueves una inusitada ola de ataques contra sus sedes partidarias a lo largo del país.
Según el comunicado difundido por la fuerza, siete comités fueron blanco de vandalismo en apenas dos días, en un accionar que calificaron como «enérgico repudio» y un llamado «urgente a terminar con los actos violentos que dañan la convivencia democrática».
Objetivos múltiples: entre La Plata, Mendoza y la capital
Los puntos neurálgicos de estos ataques se concentraron en cinco comités de la ciudad de La Plata, uno en Guaymallén, Mendoza, y otro en el barrio de Flores, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En La Plata, las sedes afectadas fueron las de la Junta Central, situada en un tradicional cruce de calles, y las de las secciones Segunda, Tercera, Quinta y Octava, distribuidas estratégicamente en la geografía platense.
Las imágenes difundidas por la UCR exhibieron pintadas con aerosol negro con las consignas «CFK» y «JP» en los frentes de los locales. Una firma que, en el contexto actual, parece un claro mensaje político.
En la sede de Flores, ubicada en Bonifacio 2945, la violencia escaló a la rotura directa: desconocidos destrozaron los vidrios e, insólitamente, dejaron una piedra en el interior, como prueba o herramienta del delito. En las paredes exteriores, el mensaje fue más directo aún: «Con CFK no se jode».
El comunicado de la UCR no olvidó recordar que no es la primera agresión que sufren, mencionando destrozos y un escrache previo contra el presidente del partido y senador nacional, Martín Lousteau, en su propia oficina.
Asimismo, se hizo referencia a otros incidentes recientes, como el escrache al diputado libertario José Luis Espert el mismo día que se ratificó la condena a Kirchner, y la vandalización de sedes partidarias libertarias en el Conurbano, medios de comunicación como TN y receptorías de Clarín.
Voces de repudio y análisis del clima político
Pablo Nicoletti, presidente de la UCR de La Plata, sumó su voz de repudio a los hechos y realizó un llamado a «defender la libertad, con respeto y tolerancia hacia el otro».
A través de su cuenta en la red social X, Nicoletti señaló que el ataque a la sede platense «no es un hecho aislado» y lo enmarcó en una «preocupante escalada de ataques contra espacios de militancia, historia y democracia».
En un análisis que generó controversia, Nicoletti apuntó al «Gobierno Nacional, y en particular el presidente Milei», argumentando que «viene promoviendo un discurso agresivo» y que ese clima «tiene consecuencias».
«Ahora, sectores del kirchnerismo intentan usar la condena a Cristina Kirchner como excusa para justificar nuevos actos vandálicos», concluyó Nicoletti, vinculando directamente los hechos violentos con la decisión judicial reciente y el clima político general. La UCR, por su parte, exigió a las autoridades un «rápido esclarecimiento» de los hechos y convocó a «todas las fuerzas políticas a cuidar la paz y retomar el camino del diálogo para construir consensos».
