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Agárrense, muchachos, porque a solo unos meses de que el circo electoral legislativo abra sus puertas, el Gobierno nacional está haciendo que el kirchnerismo parezca tan relevante como un cenicero en una moto. Sí, damas y caballeros, un promedio de una decena de encuestas ha revelado lo que muchos ya sospechaban: la brecha entre La Libertad Avanza y el kirchnerismo es más grande que la paciencia de un argentino esperando el colectivo un domingo. Anda en los 12 puntos y pico, que, para los que llevamos la cuenta, es más del doble de lo que era en abril. O sea, el kirchnerismo no solo no levanta cabeza, sino que está en caída libre, mientras LLA disfruta de la vista desde la estratósfera.
Las consultoras, unas más conocidas que otras (algunas hasta piden el anonimato, ¡qué misterio!), han coincidido. Desde Opina Argentina hasta la UCA de San Andrés, todos tiran para el mismo lado: LLA con un 38.7% y el kirchnerismo con un 26%. Y el resto, ¿dónde está? Ah, sí, el PRO y el PJ no K… empatados con un 6.2%, como dos púgiles que se aburrieron de pelear y decidieron irse a tomar un café. Ah, y el radicalismo, que alguna vez fue el alma de la fiesta, ahora está más deprimido que feriado lunes.
Esto no es un simple baile de números; es la cruda realidad que nos asalta: el oficialismo no solo se perfila para ganar, sino que tiene carta blanca para dejar al resto comiendo el polvo.
Veremos si al final de la jornada el Gobierno tendrá la suficiente chapa para seguir con sus reformas, o si los vetos presidenciales se convertirán en un cliché recurrente. ¡Apostemos, compañeros! Que este show promete más giros que un capítulo de novela turca.
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A solo cuatro meses de las decisivas elecciones legislativas nacionales, un análisis pormenorizado de diez encuestas, realizado por Clarín, revela un escenario político marcado por una ventaja significativa del Gobierno sobre el kirchnerismo. Con una brecha que supera los doce puntos, la dinámica electoral se ha transformado drásticamente desde abril, consolidando la posición del oficialismo.
El estudio se basa en relevamientos de diversas consultoras, abarcando desde firmas de renombre hasta algunas que prefirieron mantener su anonimato, lo que confiere una perspectiva amplia y diversificada del contexto político. Entre las consultoras que participaron se encuentran Opina Argentina, Fixer, Jorge Giacobbe, Opinaia, Isasi-Burdman, Universidad de San Andrés, Management & Fit, Pulso Research y Synopsis.
El panorama electoral y la escalada de La Libertad Avanza
Las elecciones legislativas, programadas para el domingo 26 de octubre, involucrarán 24 comicios provinciales para definir la conformación de la mitad de la Cámara de Diputados (127 de 257 bancas) y un tercio del Senado (24 de 72). Sin embargo, la lectura política y mediática se proyecta como un balance global de fuerzas. En este escenario, La Libertad Avanza (LLA) ostenta una ventaja contundente, promediando un 38,7% de intención de voto frente al 26% del kirchnerismo. Esta diferencia de 12,7 puntos representa más del doble de los 5,5 puntos registrados hace apenas dos meses. En aquel entonces, el oficialismo alcanzaba el 33,6%, mientras que el kirchnerismo se ubicaba en 28,1%. Estos datos implican una mejora del 5,1% para LLA y un retroceso del 2,1% para su principal contendiente.
El declive de otras fuerzas y el incierto futuro de las alianzas
El resto del espectro político se posiciona en un dígito, con un llamativo empate en junio entre el PRO y el PJ no K, ambos con un 6,2%. La pregunta que surge es si estas fuerzas presentarán ofertas autónomas o si optarán por la confluencia en alianzas. En el caso del macrismo, tras la dura derrota sufrida en la Ciudad de Buenos Aires, se vislumbra un posible acuerdo con la Casa Rosada, incluso para el tramo porteño del comicio nacional. Por debajo de este cuarteto, la izquierda registra un 3,6% y la UCR un 2,8%. El 16,5% restante se distribuye entre "otros" y "no sabe/no contesta". La caída del radicalismo, que obtuvo solo un 2,3% con lista propia en CABA el 18 de mayo, no deja de ser un dato significativo que confirma su menguante influencia.
El dominio del oficialismo en los pronósticos se refuerza al observar que las diez encuestas analizadas sitúan a LLA en primer lugar, con ventajas que oscilan entre los 5 y 19 puntos. El sondeo más optimista para LLA proviene de Isasi-Burdman, consultora reconocida por sus pronósticos favorables al Gobierno, y que fue una de las pocas en acertar el triunfo del libertario Manuel Adorni en CABA. Este muestreo otorga al Gobierno una ventaja de 19 puntos (42% contra 23% del kirchnerismo). En contraste, el estudio de la Universidad de San Andrés, aunque también posiciona al oficialismo por delante, solo le confiere una ventaja de 5 puntos (29% a 24%).
Más allá del resultado final, el Gobierno se perfila con mucho más que ganar que perder en el reparto de bancas. Actualmente, pone en juego solo 8 de sus 39 bancas en Diputados y ninguna de las 6 en el Senado. Una situación inversa se presenta para el PRO, que arriesga 22 de 37 en la Cámara baja y 2 de 7 en la alta. A pesar de una eventual victoria contundente, tanto analistas como el propio Gobierno reconocen la necesidad imperante de forjar alianzas. Estas serán cruciales no solo para impulsar las reformas proyectadas para la segunda mitad del mandato de Javier Milei, sino también para sostener eventuales vetos presidenciales, consolidando así la gobernabilidad en un congreso fragmentado.