«Mentiroso», fue la acusación que la senadora kirchnerista de Tierra del Fuego, Cristina López, le enrostró a Guillermo Francos y que desató la ira del jefe de Gabinete, quien terminó abandonando abruptamente su exposición de este jueves en el Senado.
«Debo decirle que la verdad que es un mentiroso. Para usted y el presidente (Javier) Milei, Tierra del Fuego es solo un punto del mapa para negociar con potencias extranjeras. Poco les interesa la causa Malvinas y el futuro de la Antártida. Somos miles de fueguinos que sentimos el abandono nacional…», estaba diciendo López cuando Francos empezó a pedirle la palabra, pero ella seguía y le decía: «No me interrumpa».
El presidente provisional Bartolomé Abdala, que estaba presidiendo la sesión en reemplazo de Victoria Villarruel en ese momento, tomó el micrófono para intervenir: «El jefe de Gabinete le solicita que retire la palabra ‘mentiroso, que se rectifique. Está disconforme con su palabra».
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Una senadora kirchnerista le dijo “mentiroso” a Francos
El jefe del bloque de Unión por la Patria, José Mayans, la miraba y pedía que se calmen que todavía tenían que hablar la mayoría de los miembros de su bancada.
Ante la no reacción de López, Francos se paró y empezó a juntar los papeles del escritorio. Nervioso, Abdala insistía más fuerte: «Se le solicita que retire la palabra mentiroso»
«Que se vaya, no hay problema«, retrucó López. Y eso es lo que efectivamente hizo Francos, quien abandonó el palacio en cuestión de minutos.
«Se fue. No acepta que le falten el respeto. Pidió que se retracten. Siempre viene a dar la cara», justificaron en el entorno de Francos.
El informe del funcionario en el senado
Bajo un clima de tensión en la Cámara alta tras la condena de Cristina Kirchner, Francos empezó a presentar su 143° informe de gestión en el Senado a las 11. Recibió presiones, hasta de los aliados más cercanos, por el estado de las rutas y las obras públicas; rechazó la actualización jubilatoria con la que presiona el Congreso, se mantuvo inflexible con la situación del Garrahan y defendió el veto de Javier Milei a la Emergencia por Bahía Blanca.
La sesión empezó con un reclamo del funcionario sobre el escritorio que le habían puesto. «O la mesa está muy alta o la silla muy baja», reclamó. Rápidamente Victoria Villarruel dio instrucción de que se lo solucionen y asistentes entraron a sacar las tarimas que habían puesto para apoyar las patas de las mesas. Nadie supo decir por qué las habían colocado. Corrió el rumor que de jefatura habían pedido que esté alta. «Pedimos que esté igual que la vez pasada que estuvo cómodo. No estaba igual», señalaron desde el entorno del ministro.
El jefe de gabinete expone en el Senado
Guillermo Francos
Cambio tarima
Fotos Federico Lopez Claro – FTP CLARIN IMG_5294.JPG Z RGonzalez gonzalez
En el discurso inicial Francos destacó todos los datos que consideran logros económicos del Ejecutivo e insistió con el perjuicio que significaría que el Senado convierta en ley la suba jubilatoria que ya tiene media sanción en Diputados.
«En nuestro país tenemos 1.862.000 jubilaciones otorgadas sin moratoria y 3.912.000 jubilaciones otorgadas con moratoria. Esto implica que hay más jubilaciones por moratoria que por aportes, en una proporción de 2 a 1. Si sumamos las pensiones, tenemos un total de 3.384.053 beneficiarios sin moratoria y 4.110.627 con moratoria», aseguró.
Y en esa línea agregó: «Los datos demuestran con claridad que estamos frente a un sistema deficitario e inviable. Sólo entre la reformulación de la fórmula jubilatoria y el incremento del bono, afecta al 0,8% del PBI». Milei ya prometió vetar el proyecto.
Reclamos persistentes por las obras públicas
Al momento de las preguntas, empezaron los legisladores del PRO y la UCR, quienes en línea con los gobernadores que están en pie de guerra por las obras públicas, coincidieron todos en quejarse sobre el tema.
«En Santa Fe solamente el 20 % de las rutas están en buenas condiciones, según un informe de vialidad. Hay que transitar en las rutas como si fueran las calles de una ciudad, a 40 o 60 kilómetros por hora por la cantidad de pozos. Son intransitables. No solo corren peligros las vidas de las personas sino que también afecta la producción», planteó la radical Carolina Losada.
«En Río Negro no hay inversión. Las rutas son un peligro. Se necesitan trabajos de fondo, no bacheos», se quejó la rionegrina federal, Mónica Silva y recordó la propuesta de los gobernadores para el uso federal del impuesto al combustible.
La cordobesa Carmen Alvarez Rivero recordó que cuando planteó el problema de la ruta 158 Milei dijo que no había plata, armaron un foro en la provincia y consiguieron un interesado privado. «Pero cada vez que veo un representante del Ejecutivo tengo que empezar de cero a explicarles cuál es la ruta, qué problema tiene. Necesito que no perdamos a este interesado».
El radical chaqueño Víctor Zimmermann destacó que no toda obra de interés para privados. «Estoy de acuerdo con lo privado o con lo mixto. En Chaco el segundo puente con Corrientes seguro tendrá inversores y se podrá recuperar por peaje, pero la ruta Juana Azurduy en el impenetrable salva vidas y ahí no tenemos forma de recuperar», señaló.
«Por supuesto que estamos dispuestos a colaborar, pero no con la asignación de un fondo que no podemos financiar», respondió a la par que consideró que las obras destinadas a evitar inundaciones no son «responsabilidad directa de Nación», sino que dependen del Municipio y la Provincia. «La Nación está en tercer plano», dijo.