El diputado y ex ministro de Economía Ricardo López Murphy presentó un proyecto de ley ante la Cámara baja para implementar una nueva moneda nacional denominada Argentum (AG) que reemplazaría al peso actual desde el 1 de enero de 2026. La iniciativa busca reorganizar el sistema monetario argentino.
La propuesta de López Murphy establece que cada Argentum equivaldría a $1.000 pesos actuales, y su centésima parte se denominaría centavo. De aprobarse, se prevé un período de transición de seis meses, durante el cual ambas monedas, pesos y Argentums, circularían simultáneamente. Concluido este lapso, solo la nueva moneda tendría curso legal.
Una simplificación numérica, ¿o algo más?
«La eliminación de ceros en la moneda no es una medida económica de fondo, pero sí una herramienta técnico-administrativa que permite ordenar el sistema monetario, simplificar cálculos, reducir errores, y fortalecer la confianza del público en los instrumentos de uso diario, sin alterar el poder adquisitivo ni los derechos adquiridos», argumentó López Murphy en los fundamentos de su iniciativa. El legislador hizo hincapié en la necesidad de generar una mayor claridad en las transacciones y reducir la complejidad operativa que la alta denominación del peso actual implica para el día a día de ciudadanos y empresas.
El proyecto citó antecedentes similares en la historia monetaria argentina, como el Decreto PEN N° 2128 del 10 de octubre de 1991, que introdujo el peso el 1 de enero de 1992, eliminando cuatro ceros del austral. «El presente proyecto sigue propósitos similares, proponiendo una eliminación de tres ceros mediante la creación de una nueva moneda de curso legal denominada ‘Argentum’, sin alterar el valor real de los bienes, servicios, contratos u obligaciones», indica el documento presentado.
Implicaciones financieras y laborales
De ser sancionada la ley propuesta por López Murphy, todas las entidades financieras del país deberían convertir a Argentum los saldos en pesos registrados en cuentas corrientes, cajas de ahorro y otros instrumentos bancarios. Asimismo, las órdenes de pago y cheques emitidos en pesos serían atendidos por su valor en la nueva moneda a partir de la fecha de implementación.
Además, el proyecto establece que «todas las obligaciones de dar sumas de dinero, incluidas las remuneraciones del personal en relación de dependencia y las prestaciones previsionales» deberán abonarse en Argentum desde la fecha de inicio establecida. Esto implicaría una adaptación inmediata para todos los empleadores y sistemas de pago, asegurando la continuidad y equivalencia de los valores en el nuevo esquema monetario.
«En un contexto donde la estabilidad y la confianza son condiciones necesarias para el desarrollo económico, la creación del ‘Argentum’ se presenta como una medida técnica prudente, jurídicamente respetuosa de los derechos adquiridos y orientada a mejorar el funcionamiento del sistema monetario argentino», concluye el proyecto, subrayando su objetivo de contribuir a una mayor solidez y previsibilidad en la economía nacional.
