el acuerdo: 25 por ciento y un poco más
Los intercambios entre el PRO y La Libertad Avanza por el armado de las listas en la provincia de Buenos Aires continuaron durante el lunes, aunque a través de charlas telefónicas y no de una reunión presencial como estaba previsto inicialmente, tal vez para evitar miradas indiscretas o, quién sabe, para que no se escucharan los gritos.
Con la alianza sellada desde la semana pasada, por estas horas el tándem de Cristian Ritondo y Sebastián Pareja, principales negociadores de ambos lados, hacen el número fino de cuántos candidatos llevará cada espacio en las boletas de las ocho secciones electorales en los comicios del 7 de septiembre. «Todo sea por la patria», dirán, mientras pulsan sus calculadoras.
Fueron ellos quienes conversaron este lunes por teléfono tras las reuniones privadas que el jefe bonaerense del PRO tuvo con otros referentes del partido como Guillermo Montenegro (Mar del Plata), Diego Santilli y la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez. Parece que la diplomacia hoy se reduce a las ondas de aire entre dispositivos móviles.
La discusión sigue siendo el porcentaje y el número de dirigentes que tendrá el PRO en cada una de las boletas. En principio, el acuerdo le garantiza el 25% de los candidatos, es decir, uno de cada cuatro nombres. En esa búsqueda, el ritondismo espera asegurarse al menos seis legisladores en la conformación de las próximas cámaras de Senadores y Diputados bonaerenses. Una meta ambiciosa, si las hay.
nombres que suenan fuerte: los blindados y las incógnitas
De esos seis, hay cuatro nombres seguros, que renovarían sus bancas, ya sea en el Senado o en Diputados de PBA. Por la primera sección, la carta segura del PRO sería Christian Gribaudo, actual diputado provincial y muy cercano a Ritondo y Santilli, aunque también vinculado a Daniel Angelici, el operador radical macrista que, como ave fénix, resurgió en conflicto con el acuerdo.
Por la segunda sección, otro nombre garantizado para continuar es el de Matías Ranzini, legislador. En la quinta seguiría un dirigente fuerte como Alejandro Rabinovich, actual senador, y en la sexta quien continuaría según los planes del santillismo es el ex ministro de seguridad porteño Gustavo Coria, que está al frente de una banca desde principios hace un año, cuando reemplazó al diputado radical Lorenzo Natalí, fallecido en agosto del año pasado.
Además, hay que agregar a esa cuenta otros dos apellidos, aunque serán mujeres y todavía no fueron definidas. Las dos serán del PRO y tendrán lugares protagónicos en las boletas, para garantizarse bancas que pueden ser estratégicas, o al menos, eso es lo que esperan. También resta definir si Guillermo Montenegro será el principal candidato por la quinta sección, por General Pueyrredón. De ser así, el actual intendente marplatense también tendría la banca garantizada, ya que los votos de Mar del Plata suelen ser bastante «garantía per se».
«Estamos viendo cómo se desarrollan los territorios y acelerando para meterle con todo los últimos dos días, viernes y sábado para presentar las listas esa misma noche», sostienen fuentes cercanas a Ritondo, el principal operador del PRO. En la rosca política, se sabe, las últimas horas son las que definen todo, y si se hace de noche, mejor; así nadie ve las caras de cansancio.
En el ala PRO prefieren no hablar de porcentajes, pero el acuerdo es meter a uno de cada cuatro candidatos en promedio. «Sería un 25%, pero también puede ser un 23% o un 28% dependiendo del caso», explican, buscando evitar tensiones con los diferentes sectores de la naciente sociedad. Una elasticidad porcentual que haría sonrojar a cualquier matemático, pero que en política, es pan de cada día.
frentes internos y viejas heridas
Además, hay otro frente abierto para Ritondo y compañía, con Patricia Bullrich. En su momento, la ministra de Seguridad llevó su gente al universo libertario y hoy le reclaman lugares en las listas que van a tener que pelear con los recién llegados a la alianza. Una interna que promete picante, como buen asado criollo.
El referente territorial que está trabajando en el armado seccional es otro ex PRO como Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero. El periodista y economista, de buen diálogo con Javier Milei, ha tenido resquemores con Ritondo en otros tiempos. Se ve que las heridas del pasado son como el buen vino: con el tiempo, se vuelven más complejas.
A mediados del año pasado, Ritondo desembarcó en la presidencia del PRO después de que vaciaran la estructura del partido y desplazaran a Daniela Reich, senadora provincial y esposa de Valenzuela. Fue allí cuando Bullrich y el intendente decidieron empezar a definir el pase a las fuerzas libertarias. Una historia de desamor político que, al parecer, aún no tiene su final feliz.