Miguel Uribe Turbay, senador de 39 años y precandidato presidencial por el partido Centro Democrático, murió este lunes tras permanecer dos meses internado a consecuencia de las graves heridas sufridas en un atentado ocurrido el 7 de junio durante un acto de campaña en la capital colombiana.
Un ataque que rememoró épocas oscuras
El dirigente fue baleado por un adolescente de 15 años que, según la Fiscalía General, le disparó tres veces: dos impactos en la cabeza y uno en la pierna izquierda. El hecho, registrado en múltiples videos que circularon por redes sociales, evocó los años más violentos de la política colombiana, cuando varios candidatos presidenciales fueron asesinados en circunstancias similares. El joven atacante fue detenido de inmediato y permanece bajo custodia.
La esposa de Uribe Turbay, María Claudia Tarazona, confirmó el fallecimiento con un comunicado y mensajes en redes sociales: “Siempre serás el amor de mi vida. Gracias por una vida llena de amor” y “Descansa en paz amor de mi vida, yo cuidaré a nuestros hijos”.
Investigaciones y posibles móviles
Hasta el momento, las autoridades no han determinado las causas del ataque. El gobierno de Gustavo Petro sugirió una posible implicación de facciones disidentes de las FARC que rechazaron el acuerdo de paz de 2016, aunque estas negaron cualquier vínculo. La fiscal general, Luz Adriana Camargo, indicó que se investigan diversas hipótesis, incluyendo un intento de desestabilizar al gobierno. Además del adolescente, la Fiscalía capturó a otras cuatro personas por su presunta colaboración en la planificación del atentado.
Un legado político marcado por la violencia
Nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala e hijo de la periodista Diana Turbay —asesinada en 1991 durante un fallido operativo contra el Cartel de Medellín—, Miguel Uribe Turbay pertenecía a una generación de dirigentes cuya vida estuvo atravesada por la violencia política. Su trayectoria incluía roles como concejal de Bogotá, secretario de Gobierno en la gestión de Enrique Peñalosa y senador desde 2022. Con una maestría en Administración Pública por la Universidad de Harvard, se destacaba por sus posturas en favor de la seguridad, la libre empresa y una dura línea contra el narcotráfico.
En octubre de 2024, en el mismo lugar donde fue asesinada su madre, anunció su candidatura para las presidenciales de 2026, afirmando: “Pude haber crecido buscando venganza, pero decidí hacer lo correcto: perdonar, pero nunca olvidar”. El partido Centro Democrático aún no ha definido quién será su nuevo candidato en un contexto político sacudido por este crimen.
Violencia política: una herida abierta
El caso de Uribe Turbay se suma a una larga lista de dirigentes víctimas de la violencia política en Colombia, un fenómeno que ha marcado profundamente su historia reciente y que, pese a los esfuerzos por consolidar la paz, sigue cobrando vidas y debilitando la institucionalidad democrática.
Resumen (No indexar)
Miguel Uribe Turbay, senador colombiano de 39 años y aspirante presidencial, murió tras dos meses de internación a raíz de un atentado a tiros ocurrido el 7 de junio en Bogotá. El ataque, perpetrado por un joven de 15 años, dejó al dirigente gravemente herido con impactos en la cabeza y la pierna. Uribe Turbay, del partido Centro Democrático, provenía de una reconocida familia política y había oficializado su candidatura presidencial para 2026 en octubre de 2024. Las autoridades investigan las motivaciones del crimen, sin descartar vínculos con grupos armados ilegales.
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Miguel Uribe Turbay, senador de 39 años y precandidato presidencial por el partido Centro Democrático, murió este lunes tras permanecer dos meses internado a consecuencia de las graves heridas sufridas en un atentado ocurrido el 7 de junio durante un acto de campaña en la capital colombiana.
Un ataque que rememoró épocas oscuras
El dirigente fue baleado por un adolescente de 15 años que, según la Fiscalía General, le disparó tres veces: dos impactos en la cabeza y uno en la pierna izquierda. El hecho, registrado en múltiples videos que circularon por redes sociales, evocó los años más violentos de la política colombiana, cuando varios candidatos presidenciales fueron asesinados en circunstancias similares. El joven atacante fue detenido de inmediato y permanece bajo custodia.
La esposa de Uribe Turbay, María Claudia Tarazona, confirmó el fallecimiento con un comunicado y mensajes en redes sociales: “Siempre serás el amor de mi vida. Gracias por una vida llena de amor” y “Descansa en paz amor de mi vida, yo cuidaré a nuestros hijos”.
Investigaciones y posibles móviles
Hasta el momento, las autoridades no han determinado las causas del ataque. El gobierno de Gustavo Petro sugirió una posible implicación de facciones disidentes de las FARC que rechazaron el acuerdo de paz de 2016, aunque estas negaron cualquier vínculo. La fiscal general, Luz Adriana Camargo, indicó que se investigan diversas hipótesis, incluyendo un intento de desestabilizar al gobierno. Además del adolescente, la Fiscalía capturó a otras cuatro personas por su presunta colaboración en la planificación del atentado.
Un legado político marcado por la violencia
Nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala e hijo de la periodista Diana Turbay —asesinada en 1991 durante un fallido operativo contra el Cartel de Medellín—, Miguel Uribe Turbay pertenecía a una generación de dirigentes cuya vida estuvo atravesada por la violencia política. Su trayectoria incluía roles como concejal de Bogotá, secretario de Gobierno en la gestión de Enrique Peñalosa y senador desde 2022. Con una maestría en Administración Pública por la Universidad de Harvard, se destacaba por sus posturas en favor de la seguridad, la libre empresa y una dura línea contra el narcotráfico.
En octubre de 2024, en el mismo lugar donde fue asesinada su madre, anunció su candidatura para las presidenciales de 2026, afirmando: “Pude haber crecido buscando venganza, pero decidí hacer lo correcto: perdonar, pero nunca olvidar”. El partido Centro Democrático aún no ha definido quién será su nuevo candidato en un contexto político sacudido por este crimen.
Violencia política: una herida abierta
El caso de Uribe Turbay se suma a una larga lista de dirigentes víctimas de la violencia política en Colombia, un fenómeno que ha marcado profundamente su historia reciente y que, pese a los esfuerzos por consolidar la paz, sigue cobrando vidas y debilitando la institucionalidad democrática.