La Confederación General del Trabajo (CGT) confirmó que el próximo 5 de noviembre elegirá a sus nuevas autoridades, en un proceso que se anticipa como clave para el futuro de la principal central obrera del país. La fecha se ubica apenas unos días después de las elecciones nacionales, lo que le agrega un condimento político adicional a la renovación gremial.
Fin de ciclo y ¿fin del triunvirato?
El mandato actual, encabezado por Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (estaciones de servicio) y Octavio Argüello (Camioneros), finalizará a fin de año. Los tres dirigentes ya anunciaron que no buscarán la reelección, abriendo así un proceso de discusión interna sobre el modelo de conducción que deberá adoptarse.
Daer, que forma parte del triunvirato desde 2016, había anticipado en abril que era momento de “generar un recambio”. Ahora, con el calendario definido, resta acordar cómo será esa transición: si se mantendrá el esquema colegiado o si se avanzará hacia un liderazgo unificado.
Asado en Ezeiza: la previa al nuevo mapa gremial
El primer paso en ese camino será un encuentro programado para el 27 de agosto en el camping de SETIA, en Ezeiza, donde los principales referentes gremiales compartirán un asado. Allí se espera que comiencen a delinearse los acuerdos políticos que definirán el futuro de la CGT.
Al día siguiente, el Consejo Directivo se reunirá para convocar al Comité Central Confederal, instancia previa necesaria para llamar al Congreso que oficializará las nuevas autoridades.
Un recambio con múltiples tensiones
El actual modelo de triunvirato fue instaurado en 2016, ante la imposibilidad de unificar criterios entre los distintos sectores sindicales. Originalmente integrado por Daer, Acuña y Carlos Schmid (CATT), sufrió su primera ruptura en 2018 con la renuncia de Schmid. En 2021 se renovó con la incorporación de Pablo Moyano, quien renunció en 2024 alegando falta de acción frente al gobierno de Milei. Fue reemplazado por Argüello.
Hoy, la continuidad del triunvirato está en duda. Los sectores más críticos del Gobierno, encabezados por Abel Furlán (UOM), proponen avanzar hacia un unicato combativo, respaldado por sindicatos clave del transporte agrupados en la CATT. Argumentan que es necesario un liderazgo firme frente a un Gobierno que no deja margen para el diálogo.
Otros gremialistas, como Luis Barrionuevo (Gastronómicos), Armando Cavalieri (Comercio) y Jorge Sola (Seguros), también impulsan el unicato, aunque con una estrategia más moderada y dispuesta al diálogo institucional. En ese marco, Sola —actual secretario de Comunicación de la CGT— ya se perfila como candidato a secretario general.
No obstante, la opción más probable sigue siendo un triunvirato renovado, ante la falta de un liderazgo unificador. Gremios de peso como UPCN, liderado por Andrés Rodríguez, y la UOCRA, de Gerardo Martínez, se inclinan por mantener el esquema de conducción compartida.
Entre los posibles nombres para una nueva etapa se mencionan a Cristian Jerónimo (empleados del vidrio), Jorge Sola y Maia Volcovinsky (judiciales).
Un recambio en clave electoral y con aroma a rosca
La CGT entra así en una fase decisiva. Mientras el país se prepara para un nuevo ciclo político, la central obrera deberá redefinir su identidad y su estrategia: si continúa siendo un espacio amplio pero disperso, o si apuesta a una conducción más clara y vertical, capaz de plantarse con mayor contundencia ante el escenario económico y social que viene.
La Confederación General del Trabajo (CGT) fijó el 5 de noviembre como la fecha clave para renovar sus autoridades, justo después de las elecciones nacionales. La actual cúpula, integrada por Héctor Daer, Carlos Acuña y Octavio Argüello, no buscará la reelección, lo que abre el juego a nuevas figuras y una discusión de fondo: ¿continuará el modelo de conducción en triunvirato o se consolidará un liderazgo unificado? Mientras los gremios opositores empujan por un unicato combativo, otros sectores proponen una renovación moderada del triunvirato. El primer asado-debate será el 27 de agosto en Ezeiza, seguido de reuniones clave hasta el Congreso definitorio.
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Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
La Confederación General del Trabajo (CGT) confirmó que el próximo 5 de noviembre elegirá a sus nuevas autoridades, en un proceso que se anticipa como clave para el futuro de la principal central obrera del país. La fecha se ubica apenas unos días después de las elecciones nacionales, lo que le agrega un condimento político adicional a la renovación gremial.
Fin de ciclo y ¿fin del triunvirato?
El mandato actual, encabezado por Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (estaciones de servicio) y Octavio Argüello (Camioneros), finalizará a fin de año. Los tres dirigentes ya anunciaron que no buscarán la reelección, abriendo así un proceso de discusión interna sobre el modelo de conducción que deberá adoptarse.
Daer, que forma parte del triunvirato desde 2016, había anticipado en abril que era momento de “generar un recambio”. Ahora, con el calendario definido, resta acordar cómo será esa transición: si se mantendrá el esquema colegiado o si se avanzará hacia un liderazgo unificado.
Asado en Ezeiza: la previa al nuevo mapa gremial
El primer paso en ese camino será un encuentro programado para el 27 de agosto en el camping de SETIA, en Ezeiza, donde los principales referentes gremiales compartirán un asado. Allí se espera que comiencen a delinearse los acuerdos políticos que definirán el futuro de la CGT.
Al día siguiente, el Consejo Directivo se reunirá para convocar al Comité Central Confederal, instancia previa necesaria para llamar al Congreso que oficializará las nuevas autoridades.
Un recambio con múltiples tensiones
El actual modelo de triunvirato fue instaurado en 2016, ante la imposibilidad de unificar criterios entre los distintos sectores sindicales. Originalmente integrado por Daer, Acuña y Carlos Schmid (CATT), sufrió su primera ruptura en 2018 con la renuncia de Schmid. En 2021 se renovó con la incorporación de Pablo Moyano, quien renunció en 2024 alegando falta de acción frente al gobierno de Milei. Fue reemplazado por Argüello.
Hoy, la continuidad del triunvirato está en duda. Los sectores más críticos del Gobierno, encabezados por Abel Furlán (UOM), proponen avanzar hacia un unicato combativo, respaldado por sindicatos clave del transporte agrupados en la CATT. Argumentan que es necesario un liderazgo firme frente a un Gobierno que no deja margen para el diálogo.
Otros gremialistas, como Luis Barrionuevo (Gastronómicos), Armando Cavalieri (Comercio) y Jorge Sola (Seguros), también impulsan el unicato, aunque con una estrategia más moderada y dispuesta al diálogo institucional. En ese marco, Sola —actual secretario de Comunicación de la CGT— ya se perfila como candidato a secretario general.
No obstante, la opción más probable sigue siendo un triunvirato renovado, ante la falta de un liderazgo unificador. Gremios de peso como UPCN, liderado por Andrés Rodríguez, y la UOCRA, de Gerardo Martínez, se inclinan por mantener el esquema de conducción compartida.
Entre los posibles nombres para una nueva etapa se mencionan a Cristian Jerónimo (empleados del vidrio), Jorge Sola y Maia Volcovinsky (judiciales).
Un recambio en clave electoral y con aroma a rosca
La CGT entra así en una fase decisiva. Mientras el país se prepara para un nuevo ciclo político, la central obrera deberá redefinir su identidad y su estrategia: si continúa siendo un espacio amplio pero disperso, o si apuesta a una conducción más clara y vertical, capaz de plantarse con mayor contundencia ante el escenario económico y social que viene.