Power skills: Borja Castelar y el secreto para tu carrera en la era IA

Redacción Cuyo News
4 min

El valor que le aportamos al mercado

En los 90, mientras el mundo se hacía preguntas existenciales sobre si las máquinas nos iban a quitar el laburo (spoiler alert: sí, pero no todas), IBM sacaba pecho con Deep Blue, su robot ajedrecista que le pintó la cara a Kaspárov. Ahora, la charla es con Borja Castelar, exdirector de LinkedIn para Latinoamérica, un tipo que ama Brasil casi tanto como el dulce de leche y que viene a vendernos un libro llamado Power Skills: El secreto para construir tu carrera en la era de la inteligencia artificial.

La cosa es así: Castelar, que además de mandamás en LinkedIn también le hace a la meditación y a los retiros espirituales (un combo raro, pero quiénes somos nosotros para juzgar), se dio cuenta de que la gente se define por lo que hace y no por lo que es. Un bajón, si lo pensás bien. Porque si tu laburo es ser un engranaje en la máquina, cuando la máquina te escupa, ¿quién sos?

Borja, que no es ningún improvisado, te invita a hacer un viaje introspectivo antes de mandar el currículum. Hay que encontrar el famoso "ikigai", esa palabra japonesa que suena a Pokémon pero que en realidad significa "la razón de ser". Si encontrás tu ikigai, dice Borja, vas a ser más feliz y productivo. Y si no, bueno, siempre te queda el plan B de hacerte youtuber.

¿Qué te hace levantarte a la mañana? (Aparte del despertador)

Castelar, como buen vendedor de humo… digo, gurú motivacional, tiene una historia para cada consejo. Resulta que su primer laburo, en una consultora de recursos humanos en Londres, le daba urticaria. No era bueno con los números, su inglés era "aceptable" (ponéle) y, para colmo, el jefe lo bancaba porque le caía simpático. ¿Resultado? Dos años de remar en dulce de leche, hasta que Borja se avivó de que estaba enfocándose en sus debilidades en lugar de sus fortalezas.

Así que ya sabés, si te sentís como un Kaspárov derrotado por la IA, quizás sea hora de tomar el toro por las astas y preguntarte qué te hace único. Porque, como dice Borja, "parte de las razones por las que cientos de personas odian el trabajo es porque se enfocan en sus debilidades y no en sus fortalezas". Y si no encontrás tus fortalezas, siempre podés culpar a la inflación.

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