Los líderes de China y Rusia se dirigían a la plataforma de observación de un desfile militar en Pekín cuando protagonizaron un momento inusual: una charla sobre longevidad e inmortalidad. Xi Jinping, el mandatario chino, comentó que pronto los humanos podrían vivir hasta los 150 años. Vladimir Putin, su par ruso, mencionó que los trasplantes de órganos podrían ser la clave para alcanzar la «inmortalidad».
La conversación fue captada por un micrófono abierto y retransmitida en directo por medios estatales chinos durante el desfile que conmemoraba el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. Ambos líderes, de 72 años, protagonizaron una escena poco común en la diplomacia internacional, que mezcló ciencia médica, ambiciones personales y una pizca de ciencia ficción.
Consultado posteriormente en una conferencia de prensa, Putin confirmó que la conversación había tenido lugar. «Los métodos de salud modernos permiten a la humanidad esperar que la esperanza de vida aumente significativamente», dijo, haciendo referencia a los avances quirúrgicos y, en particular, a los trasplantes de órganos.
Putin, la longevidad y la geopolítica del cuerpo
Putin ha demostrado en varias ocasiones su interés por extender la longevidad humana. Ha instruido a su Ministerio de Salud para que incremente la esperanza de vida como una «prioridad clave». Además, Rosatom, el gigante estatal ruso de energía nuclear, informó en 2023 que desarrolla tecnología para imprimir órganos humanos, aunque todavía no existe evidencia científica de que eso pueda prolongar la vida de forma significativa.
En la charla captada, Putin dijo que las personas podrían incluso «rejuvenecer a medida que envejecen», una afirmación que no tiene respaldo científico, pero que refleja su obsesión por la salud. Durante la pandemia, fue conocido por imponer estrictas cuarentenas a todo aquel que quisiera reunirse con él cara a cara.
Xi, el poder prolongado y la negación del tiempo
Xi Jinping, si bien más reservado que su par ruso, también ha dado señales de querer mantenerse en el poder durante largo tiempo. A diferencia de otros líderes chinos, no ha insinuado quién podría ser su sucesor, y en eventos públicos ha comenzado a mostrar signos de envejecimiento, como canas visibles, que en otros mandatarios suelen ser cubiertas por tinturas.
“Es nuestra esperanza compartida que los ancianos puedan estar bien cuidados, ser felices y vivir hasta una edad madura con buena salud”, ha declarado Xi en ocasiones anteriores, sin vincular directamente sus palabras con ambiciones personales.
Una conversación entre líderes, micrófonos y fantasías biotecnológicas
La grabación mostró a los líderes caminando hacia el mirador de Tiananmen, mientras conversaban mediante traductores. A su lado, el líder norcoreano Kim Jong-un escuchaba con atención. “La biotecnología está avanzando”, dijo Putin. “Habrá constantes trasplantes de órganos humanos, y puede que incluso la gente rejuvenezca a medida que envejece, llegando incluso a alcanzar la inmortalidad”, agregó. “Podría ser que en este siglo los humanos fueran capaces de vivir hasta los 150 años”, respondió Xi.
Con antecedentes de dirigentes longevos como Deng Xiaoping, fallecido a los 92 años, y Jiang Zemin, a los 96, el régimen chino no desconoce el concepto de permanencia. En Rusia, Putin reformó la Constitución en 2020 para poder gobernar hasta 2036, cuando tendría 83 años. Ambos líderes parecen, al menos simbólicamente, apostar por una longevidad que excede lo biológico y se asocia con su poder político.
Durante un micrófono abierto en un desfile militar en Pekín, los líderes de China y Rusia, Xi Jinping y Vladimir Putin, conversaron sobre longevidad e incluso la posibilidad de alcanzar la inmortalidad mediante avances médicos y trasplantes de órganos. La charla fue captada en vivo por medios estatales chinos.
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Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
Los líderes de China y Rusia se dirigían a la plataforma de observación de un desfile militar en Pekín cuando protagonizaron un momento inusual: una charla sobre longevidad e inmortalidad. Xi Jinping, el mandatario chino, comentó que pronto los humanos podrían vivir hasta los 150 años. Vladimir Putin, su par ruso, mencionó que los trasplantes de órganos podrían ser la clave para alcanzar la «inmortalidad».
La conversación fue captada por un micrófono abierto y retransmitida en directo por medios estatales chinos durante el desfile que conmemoraba el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. Ambos líderes, de 72 años, protagonizaron una escena poco común en la diplomacia internacional, que mezcló ciencia médica, ambiciones personales y una pizca de ciencia ficción.
Consultado posteriormente en una conferencia de prensa, Putin confirmó que la conversación había tenido lugar. «Los métodos de salud modernos permiten a la humanidad esperar que la esperanza de vida aumente significativamente», dijo, haciendo referencia a los avances quirúrgicos y, en particular, a los trasplantes de órganos.
Putin, la longevidad y la geopolítica del cuerpo
Putin ha demostrado en varias ocasiones su interés por extender la longevidad humana. Ha instruido a su Ministerio de Salud para que incremente la esperanza de vida como una «prioridad clave». Además, Rosatom, el gigante estatal ruso de energía nuclear, informó en 2023 que desarrolla tecnología para imprimir órganos humanos, aunque todavía no existe evidencia científica de que eso pueda prolongar la vida de forma significativa.
En la charla captada, Putin dijo que las personas podrían incluso «rejuvenecer a medida que envejecen», una afirmación que no tiene respaldo científico, pero que refleja su obsesión por la salud. Durante la pandemia, fue conocido por imponer estrictas cuarentenas a todo aquel que quisiera reunirse con él cara a cara.
Xi, el poder prolongado y la negación del tiempo
Xi Jinping, si bien más reservado que su par ruso, también ha dado señales de querer mantenerse en el poder durante largo tiempo. A diferencia de otros líderes chinos, no ha insinuado quién podría ser su sucesor, y en eventos públicos ha comenzado a mostrar signos de envejecimiento, como canas visibles, que en otros mandatarios suelen ser cubiertas por tinturas.
“Es nuestra esperanza compartida que los ancianos puedan estar bien cuidados, ser felices y vivir hasta una edad madura con buena salud”, ha declarado Xi en ocasiones anteriores, sin vincular directamente sus palabras con ambiciones personales.
Una conversación entre líderes, micrófonos y fantasías biotecnológicas
La grabación mostró a los líderes caminando hacia el mirador de Tiananmen, mientras conversaban mediante traductores. A su lado, el líder norcoreano Kim Jong-un escuchaba con atención. “La biotecnología está avanzando”, dijo Putin. “Habrá constantes trasplantes de órganos humanos, y puede que incluso la gente rejuvenezca a medida que envejece, llegando incluso a alcanzar la inmortalidad”, agregó. “Podría ser que en este siglo los humanos fueran capaces de vivir hasta los 150 años”, respondió Xi.
Con antecedentes de dirigentes longevos como Deng Xiaoping, fallecido a los 92 años, y Jiang Zemin, a los 96, el régimen chino no desconoce el concepto de permanencia. En Rusia, Putin reformó la Constitución en 2020 para poder gobernar hasta 2036, cuando tendría 83 años. Ambos líderes parecen, al menos simbólicamente, apostar por una longevidad que excede lo biológico y se asocia con su poder político.