Trabajadores de CNEA y CONICET denuncian falta de pagos y paralización de proyectos por el desfinanciamiento

Redacción Cuyo News
3 min

La comunidad científica de Bariloche, incluyendo la CNEA, el CONICET, el Instituto Balseiro y el INTA, realiza un paro y protesta por los recortes en investigación y el vaciamiento sistemático de la Ciencia Argentina. La medida busca visibilizar la falta de pagos, la paralización de proyectos estratégicos y el riesgo que esto implica para la continuidad de servicios esenciales y la soberanía tecnológica del país.

Problemas centrales denunciados

  • Incertidumbre salarial: Servicios esenciales sin pago, deudas que se prolongan meses y cierre de jardines de infantes en el Complejo Atómico. En CONICET, más de 1.200 investigadores aún no fueron incorporados formalmente, con salarios y aportes pendientes.
  • Recortes presupuestarios: La CNEA, CONICET e INTA sufrieron reducciones de entre 20% y 23%, deteniendo proyectos críticos como el reactor modular CAREM 25, parado al 65% de avance.
  • Éxodo de profesionales: La fuga de cerebros crece ante la incertidumbre y bajos salarios; el Instituto Balseiro perdió cerca de 60 docentes en el último año, muchos emigrando al sector privado o al extranjero.

Impacto en Bariloche y en la Ciencia Argentina

El paro y las protestas afectan tanto a los laboratorios como a la ciudad de Bariloche, donde la ciencia y la tecnología son pilares de la economía y la identidad. La comunidad científica advierte que el desfinanciamiento compromete la soberanía tecnológica y la capacidad de innovar en áreas estratégicas como energía nuclear, salud y medio ambiente.

Las movilizaciones continuarán hasta obtener una respuesta clara del Gobierno. Los investigadores denuncian la ausencia de un interlocutor válido y califican el desfinanciamiento como parte de una política deliberada de desmantelamiento. “La motosierra pasa por todo el pueblo, incluso por los científicos”, afirmó uno de los manifestantes.

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