Joanna Bryson, experta en inteligencia artificial, robótica y ética, pone en duda el bombo exagerado sobre la IA. Bryson argumenta que la superinteligencia es un concepto sin sentido y critica la visión de construir humanoides con IA, comparándolo con la crianza de un niño. Además, advierte sobre la burbuja financiera en las empresas de IA y su posible impacto en la economía global.
# Joanna Bryson: «La superinteligencia es un término básicamente sin sentido»
La inteligencia artificial (IA) sigue generando debates y expectativas, pero ¿estamos realmente ante una revolución o solo ante una burbuja tecnológica inflada? Joanna Bryson, experta en inteligencia, robótica y ética, no se anda con rodeos y plantea interrogantes incómodos sobre el futuro de la IA. En una entrevista reciente, Bryson, profesora en la Escuela Hertie en Berlín, desmitificó la idea de la superinteligencia y cuestionó el entusiasmo desmedido por los robots humanoides con IA. ¿Será que nos estamos dejando llevar por la ciencia ficción y olvidamos los límites reales de la tecnología?
Bryson, con un currículum impresionante que incluye una licenciatura en Psicología e IA y un doctorado del MIT, no es una detractor de la tecnología. Sin embargo, su escepticismo frente a las promesas grandilocuentes de la IA es refrescante en un mundo inundado de titulares sensacionalistas. «Llevo diciéndolo un tiempo. La gente creía que cuantos más datos tuvieran, mejor sería la IA. Pero es una falacia», afirmó Bryson, poniendo en duda la idea de que la cantidad de datos es el único factor determinante para el avance de la IA.
## ¿Una burbuja a punto de estallar?
Uno de los puntos más polémicos de la entrevista fue la crítica de Bryson a la valoración de las empresas de IA. «La capitalización de todas estas compañías de IA es una locura. Creo que es una burbuja», sentenció la experta. Una afirmación que seguramente hará temblar a más de un inversor. Bryson no se guardó nada y advirtió sobre el peligro de que esta burbuja explote, afectando a la economía global. «¿Pueden las empresas de IA acabar igual de criticadas que las de redes sociales?», se preguntó Bryson, dejando abierta la posibilidad de que el sector de la IA sufra un escrutinio similar al que enfrentaron las redes sociales en los últimos años.
## Robots humanoides: ¿fantasía o realidad?
La idea de construir robots humanoides con inteligencia artificial es un tema recurrente en la ciencia ficción y en las presentaciones de empresas tecnológicas como Tesla. Sin embargo, Bryson se muestra escéptica ante esta visión. «En los 90 en el MIT ya intentábamos hacerlos. Me prometieron un ojo y una mano y nada», recordó Bryson, dejando en claro que la creación de robots humanoides inteligentes es un desafío mucho mayor de lo que se suele presentar.
Bryson no niega que se puedan construir robots, pero cuestiona su utilidad y la visión ingenua de algunos entusiastas de la IA. «¿Pero esta gente sabe el esfuerzo que hacen los padres? Nadie compra un dispositivo para tener que poner tanto esfuerzo en él. No tiene ningún sentido. La idea de que ese sea el objetivo es simplemente bizarra», sentenció Bryson, con una metáfora que invita a la reflexión. ¿Estamos buscando soluciones tecnológicas complejas a problemas que tienen soluciones más simples y humanas?
## El futuro de la IA: ¿una biblioteca o una dictadura de datos?
Para Bryson, la IA no es una entidad independiente de los humanos, sino «un atributo». La experta compara la IA con una biblioteca, una herramienta que puede ser útil, pero que no reemplaza la necesidad de pensamiento crítico y conocimiento profundo. «Es como una biblioteca, como una interfaz diferente para una biblioteca. En una biblioteca real, puedes ir, conseguir el libro y descubrir qué pasa realmente. Con el modelo obtienes una vista integrada sintetizada mediante un montón de cosas. Hay una probabilidad muy alta de obtener una respuesta útil y precisa a algo para lo que hay bastante consenso», explicó Bryson.
Sin embargo, Bryson advierte sobre el riesgo de que la IA se convierta en una «dictadura de datos», donde la información sesgada y la falta de contexto limiten su utilidad. «En una autocracia, la gente cuenta los datos que el autócrata quiere ver. Así que son datos muy similares», alertó Bryson, dejando en claro que la calidad de los datos es tan importante como la cantidad.
La visión de Joanna Bryson sobre la IA es un llamado a la cordura y al pensamiento crítico. En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, es fundamental cuestionar las promesas grandilocuentes y analizar los límites reales de la inteligencia artificial. ¿Estamos ante una herramienta poderosa o ante una burbuja a punto de estallar? El debate está abierto.