Bad Bunny será el encargado del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LX, según confirmó la NFL este domingo. El evento se celebrará el 8 de febrero de 2026 en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California.
El anuncio llega en uno de los momentos más destacados de la carrera del artista puertorriqueño, quien recientemente finalizó una exitosa residencia de dos meses en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, con un concierto final transmitido por Amazon.
Un show con peso cultural
“Lo que siento va más allá de mí mismo. Es por aquellos que vinieron antes que yo y corrieron incontables yardas para que yo pudiera entrar y anotar un touchdown… esto es para mi gente, mi cultura y nuestra historia”, expresó el músico en una declaración oficial difundida por la NFL.
Con este anuncio, Bad Bunny se convierte en el primer artista puertorriqueño en encabezar uno de los espectáculos más vistos a nivel mundial, consolidando su posición como una de las figuras latinas más influyentes de la música global.
Impacto económico en Puerto Rico
La reciente serie de conciertos en su tierra natal generó cientos de millones de dólares en ingresos turísticos para la isla, convirtiendo su presencia en un motor cultural y económico. Los eventos comenzaron en julio y fueron un punto alto tanto en lo artístico como en lo social.
Gira mundial y postura política
Se espera que el cantante inicie una gira mundial en noviembre, con fechas confirmadas en América Latina, Europa, Asia y Oceanía. Sin embargo, Bad Bunny ha decidido no incluir a Estados Unidos en su gira, alegando preocupaciones respecto a posibles redadas de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) en los lugares de sus conciertos.
Esta decisión, según expresó, responde a una postura clara en defensa de los derechos de los inmigrantes y al temor de que sus shows se conviertan en blanco de intervenciones federales.
La confirmación de su participación en el Super Bowl agrega una nueva dimensión a su carrera, llevándolo al escenario deportivo más grande del mundo en un contexto de fuerte carga simbólica y cultural.
La NFL confirmó que Bad Bunny será el artista principal del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LX, que se celebrará el 8 de febrero de 2026 en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California. El anuncio llega tras una exitosa residencia del artista en Puerto Rico, con fuerte impacto económico y cultural.
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Bad Bunny será el encargado del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LX, según confirmó la NFL este domingo. El evento se celebrará el 8 de febrero de 2026 en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California.
El anuncio llega en uno de los momentos más destacados de la carrera del artista puertorriqueño, quien recientemente finalizó una exitosa residencia de dos meses en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, con un concierto final transmitido por Amazon.
Un show con peso cultural
“Lo que siento va más allá de mí mismo. Es por aquellos que vinieron antes que yo y corrieron incontables yardas para que yo pudiera entrar y anotar un touchdown… esto es para mi gente, mi cultura y nuestra historia”, expresó el músico en una declaración oficial difundida por la NFL.
Con este anuncio, Bad Bunny se convierte en el primer artista puertorriqueño en encabezar uno de los espectáculos más vistos a nivel mundial, consolidando su posición como una de las figuras latinas más influyentes de la música global.
Impacto económico en Puerto Rico
La reciente serie de conciertos en su tierra natal generó cientos de millones de dólares en ingresos turísticos para la isla, convirtiendo su presencia en un motor cultural y económico. Los eventos comenzaron en julio y fueron un punto alto tanto en lo artístico como en lo social.
Gira mundial y postura política
Se espera que el cantante inicie una gira mundial en noviembre, con fechas confirmadas en América Latina, Europa, Asia y Oceanía. Sin embargo, Bad Bunny ha decidido no incluir a Estados Unidos en su gira, alegando preocupaciones respecto a posibles redadas de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) en los lugares de sus conciertos.
Esta decisión, según expresó, responde a una postura clara en defensa de los derechos de los inmigrantes y al temor de que sus shows se conviertan en blanco de intervenciones federales.
La confirmación de su participación en el Super Bowl agrega una nueva dimensión a su carrera, llevándolo al escenario deportivo más grande del mundo en un contexto de fuerte carga simbólica y cultural.