Pablo Laurta, un hombre de nacionalidad uruguaya, fue identificado como el principal sospechoso del doble femicidio ocurrido en Córdoba, donde fueron asesinadas su expareja Luna Giardina (24) y su exsuegra Mariel Zamudio. Según la investigación, Laurta ingresó el pasado sábado al domicilio familiar, les disparó en la cabeza y huyó con su hijo de 5 años, Pedro.
Las autoridades emitieron de inmediato una alerta roja de Interpol, temiendo que el acusado intentara fugarse a Uruguay. Sin embargo, fue hallado en Gualeguaychú, Entre Ríos, donde se alojaba en un hotel junto al niño, que fue encontrado sano y salvo.
Un perfil académico con un trasfondo de odio
En sus redes sociales, Laurta se presentaba como empresario y académico: director de la firma VContenidos y egresado de la Universidad ORT de Uruguay, con posgrados en el Corporate Finance Institute (CFI) y el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Sin embargo, su presencia digital estaba marcada por un discurso de odio hacia las mujeres y una fuerte militancia antifeminista.
En varias publicaciones, Laurta se declaraba víctima de una supuesta “justicia feminista” y defendía figuras como Donald Trump y Johnny Depp en causas de violencia de género. También impulsaba la cuenta “Varones Unidos”, espacio virtual desde el cual promovía mensajes misóginos. Una de sus frases más compartidas fue: “La mera condición de ser hombre es prueba suficiente de tu culpabilidad”.
El trasfondo: violencia, tenencia y una escalada anunciada
La tragedia tiene su raíz en una larga disputa por la custodia del hijo que Laurta mantenía con Giardina. Según la Fiscalía de Instrucción de Violencia Familiar y de Género del 2º turno de Córdoba, el acusado ya enfrentaba denuncias por agresiones psicológicas y físicas. Sus últimas publicaciones reflejaban una obsesión creciente y un discurso cargado de resentimiento.
Las autoridades presumen que, tras cometer los asesinatos, Laurta huyó en un taxi hacia Entre Ríos, desde donde planeaba cruzar a Uruguay. La investigación también detectó la participación de Martín Sebastián Palacios (49), un chofer que lo habría trasladado hasta Córdoba días antes del crimen y que actualmente permanece desaparecido. Su vehículo fue encontrado incendiado en la Ruta de las Altas Cumbres, hecho que incluso provocó un incendio forestal y la evacuación de más de 130 personas.
Captura y traslado judicial
Laurta fue detenido en el Hotel Berlín de Gualeguaychú, ubicado en la intersección de las calles Bolívar y Perón, a pocos kilómetros del paso fronterizo hacia Uruguay. Según testigos, presentaba un estado de agotamiento extremo y fue trasladado en silla de ruedas a la Fiscalía local.
Sobre él pesan acusaciones por doble homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género. La Fiscalía trabaja junto a las autoridades de Entre Ríos para reconstruir la secuencia del crimen y determinar el paradero del chofer desaparecido.
El niño, en tanto, fue puesto bajo resguardo y se encuentra en buen estado de salud. El caso conmociona a Córdoba y reaviva el debate sobre la necesidad de respuestas judiciales más efectivas frente a la violencia de género.
Pablo Laurta, ciudadano uruguayo, fue detenido en Entre Ríos tras ser acusado del doble femicidio de su expareja, Luna Giardina (24), y su exsuegra, Mariel Zamudio, en Córdoba. El crimen, cometido a sangre fría y vinculado a una disputa por la tenencia de su hijo, sacude al país. Laurta, con antecedentes por violencia de género, había intentado huir a Uruguay con el niño de 5 años, quien fue hallado sano y salvo.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
Pablo Laurta, un hombre de nacionalidad uruguaya, fue identificado como el principal sospechoso del doble femicidio ocurrido en Córdoba, donde fueron asesinadas su expareja Luna Giardina (24) y su exsuegra Mariel Zamudio. Según la investigación, Laurta ingresó el pasado sábado al domicilio familiar, les disparó en la cabeza y huyó con su hijo de 5 años, Pedro.
Las autoridades emitieron de inmediato una alerta roja de Interpol, temiendo que el acusado intentara fugarse a Uruguay. Sin embargo, fue hallado en Gualeguaychú, Entre Ríos, donde se alojaba en un hotel junto al niño, que fue encontrado sano y salvo.
Un perfil académico con un trasfondo de odio
En sus redes sociales, Laurta se presentaba como empresario y académico: director de la firma VContenidos y egresado de la Universidad ORT de Uruguay, con posgrados en el Corporate Finance Institute (CFI) y el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Sin embargo, su presencia digital estaba marcada por un discurso de odio hacia las mujeres y una fuerte militancia antifeminista.
En varias publicaciones, Laurta se declaraba víctima de una supuesta “justicia feminista” y defendía figuras como Donald Trump y Johnny Depp en causas de violencia de género. También impulsaba la cuenta “Varones Unidos”, espacio virtual desde el cual promovía mensajes misóginos. Una de sus frases más compartidas fue: “La mera condición de ser hombre es prueba suficiente de tu culpabilidad”.
El trasfondo: violencia, tenencia y una escalada anunciada
La tragedia tiene su raíz en una larga disputa por la custodia del hijo que Laurta mantenía con Giardina. Según la Fiscalía de Instrucción de Violencia Familiar y de Género del 2º turno de Córdoba, el acusado ya enfrentaba denuncias por agresiones psicológicas y físicas. Sus últimas publicaciones reflejaban una obsesión creciente y un discurso cargado de resentimiento.
Las autoridades presumen que, tras cometer los asesinatos, Laurta huyó en un taxi hacia Entre Ríos, desde donde planeaba cruzar a Uruguay. La investigación también detectó la participación de Martín Sebastián Palacios (49), un chofer que lo habría trasladado hasta Córdoba días antes del crimen y que actualmente permanece desaparecido. Su vehículo fue encontrado incendiado en la Ruta de las Altas Cumbres, hecho que incluso provocó un incendio forestal y la evacuación de más de 130 personas.
Captura y traslado judicial
Laurta fue detenido en el Hotel Berlín de Gualeguaychú, ubicado en la intersección de las calles Bolívar y Perón, a pocos kilómetros del paso fronterizo hacia Uruguay. Según testigos, presentaba un estado de agotamiento extremo y fue trasladado en silla de ruedas a la Fiscalía local.
Sobre él pesan acusaciones por doble homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género. La Fiscalía trabaja junto a las autoridades de Entre Ríos para reconstruir la secuencia del crimen y determinar el paradero del chofer desaparecido.
El niño, en tanto, fue puesto bajo resguardo y se encuentra en buen estado de salud. El caso conmociona a Córdoba y reaviva el debate sobre la necesidad de respuestas judiciales más efectivas frente a la violencia de género.