Jimmy Wales, fundador de Wikipedia, reflexiona sobre el cuarto de siglo de su creación en medio de una profunda crisis global de confianza. Mientras la enciclopedia digital celebra su expansión y su rol como «infraestructura del mundo», Wales aborda las críticas a su neutralidad, el auge de las «verdades» personalizadas y la devastación del periodismo local. Con un optimismo declarado, defiende el modelo colaborativo de Wikipedia frente a alternativas como Grokipedia de Elon Musk y las redes sociales, proponiendo más competencia y modelos comunitarios como claves para reconstruir la fe en la información en la era de la inteligencia artificial.
Wikipedia: veinticinco años en la era de la desconfianza
"No pensar en algo en lo que confías es la expresión última de la confianza. La Wikipedia ha conseguido alcanzar ese estadio para una inmensa cantidad de gente de todo el mundo". La frase, contundente, pertenece a Jimmy Wales, el cerebro detrás de la enciclopedia online que se ha transformado en un pilar indiscutible de la información global. Con más de 26.000 millones de páginas vistas mensuales, lo que para Wales es "un sueño hecho realidad", su criatura cumple veinticinco años en enero, un aniversario que llega en un contexto que él mismo describe como una "gran crisis de confianza" a nivel planetario. Un escenario, vale aclarar, donde cada quien parece querer leer su verdad.
El fundador de Wikipedia, y presidente emérito de la Fundación Wikimedia, se autodefine como un "optimista patológico". Desde esa tribuna, asegura que la fragmentación que vivimos tiene remedio, y que la enciclopedia editada por millones de usuarios —idea que concibió junto a Larry Sanger— aún tiene, como se dice en la jerga, "mucha guerra que dar". La pregunta que flota en el aire es: ¿puede un modelo colaborativo, nacido de la buena fe colectiva, sobrevivir incólume al torbellino de la posverdad y la polarización extrema?
La audacia de un "hola, mundo" y la construcción de la confianza
Desde aquel primer mensaje, un modesto "Hola, mundo", Wikipedia ha germinado en más de 300 idiomas y es consultada desde al menos 2.000 millones de dispositivos. "La Wikipedia es parte de la infraestructura del mundo, lo cual es bastante asombroso", sentencia Wales, celebrando no solo la expansión geográfica sino también la mejora constante en la calidad del contenido. El crecimiento en los idiomas de los países en desarrollo es, para él, una de las mayores satisfacciones. Pero ¿cómo diablos lograron dos personas que miles de internautas volcaran su saber en un proyecto comunitario?
La respuesta, según Wales, es tan sencilla como poderosa: "Una de las claves es tener un propósito claro. La idea de crear una enciclopedia libre para todos y en el idioma de cada uno es algo que a la gente le encanta y que motivó que muchos quisieran colaborar". Un ideal que, aunque utópico para algunos, caló hondo en la naciente comunidad digital.
Claro, el camino no fue de rosas. Al principio, la falta de "expertos" en la redacción de los artículos fue blanco de críticas feroces. Un punto que Wales defiende con vehemencia, desafiando el dogma: "La Wikipedia tiene un respeto muy profundo por los expertos. Pero resulta que, para escribir un artículo de enciclopedia que explique bien algo a un lector medio, no necesariamente se necesitan expertos. Es más: a veces no son los más indicados". Y añade, con un guiño al periodismo: "Un periodista tecnológico seguramente no es quien más sabe de una tecnología en concreto, pero puede entender un asunto complejo, hacer las preguntas correctas y explicárselo al público. Y eso es realmente poderoso". Además, remarca que la búsqueda de un "informe equilibrado, que reporte periodísticamente sobre todas las diferentes escuelas de pensamiento", aleja la parcialidad que, a menudo, acecha a los propios especialistas.
La grieta digital: ¿dónde quedó la verdad?
El libro de Wales, The Seven Rules of Trust, se mete de lleno en una herida abierta: la crisis global de confianza. ¿Cómo llegamos a esto? El cofundador de Wikipedia apunta sin rodeos a la "devastación del modelo de negocio del periodismo local". La desaparición de esa conexión personal con las noticias cercanas abrió un agujero, dejando un vacío que se llenó de "asuntos lejanos, de grandes problemas nacionales", con los que "mucha gente no conecta".
El resultado es un paisaje desolador donde "muchas personas parecen vivir en realidades distintas, cada una con su propia ecosfera de internet que refuerza sus ideas". Un panorama de burbujas informativas que, sin embargo, el público no festeja. "Han proliferado los medios de baja calidad hiperpartidistas. Debería haber menos", diagnostica Wales. A su juicio, la gente, incluso si coincide con lo que publican, no confía plenamente en estos medios porque son "conscientes de que hacen campaña a favor de un punto de vista concreto".
La "guerra por la verdad", como era de esperar, también llegó a Wikipedia. El fantasma del "woke" ha sido invocado, y hasta Elon Musk se lanzó con su propia alternativa, la Grokipedia. ¿Qué opina Wales de este nuevo contendiente? "No he tenido tiempo de hacer una inmersión realmente profunda en ella, pero parece que es exactamente lo que esperábamos de ella. Los grandes modelos de lenguaje producen mucho contenido de baja calidad: se inventan cosas y engañan al público con contenidos que suenan plausibles, pero que no tienen relación alguna con la realidad", advierte. Y el golpe de gracia: "La gente ha notado que la perspectiva política de la Grokipedia coincide mucho con las opiniones personales de Musk. Eso no es lo que buscas en una enciclopedia: realmente quieres neutralidad". Un dardo directo a la línea de flotación de cualquier proyecto que aspire a ser un referente imparcial, aunque reconozca que "la neutralidad de la Wikipedia se ha criticado" y que "debemos tomarnos esas críticas en serio".
Redes sociales: el veneno de los algoritmos y la esperanza del futuro
Las redes sociales, ese monstruo insaciable, también tienen su cuota de responsabilidad. Wales no les quita ojo: "El hecho de que los algoritmos se centren exclusivamente en mantener a la gente conectada el mayor tiempo posible para mostrar más anuncios resulta muy tóxico. Termina promoviendo el contenido más divisivo, promueve cosas que no son ciertas. En lugar de tener discusiones y debates realmente reflexivos, la gente acaba gritándose entre sí, y eso no ayuda en nada". Un espejo, quizá, de lo que sucede en la calle cuando la polarización toma el mando.
¿Hay salida? "Necesitamos más competencia", afirma Wales con una convicción que invita a la reflexión. La gente, dice, no está contenta con las plataformas existentes. El aumento del consumo de podcasts de formato largo entre los jóvenes es una señal: "saben que las redes sociales no les proporcionan ideas convincentes. Las plataformas pueden ser muy entretenidas, pero están dejando de ser relevantes en cuestiones serias".
Alternativas como Trust Cafe, que promueve contenido basado en la confiabilidad de los miembros de la comunidad, son el camino a seguir. La clave, insiste, es el modelo comunitario, no la regulación, que suele ser cooptada por los grandes jugadores. "La Fundación Wikipedia no controla el contenido de Wikipedia. Es la comunidad quien lo hace, y muy bien. Necesitamos más modelos centrados en la comunidad", sostiene. Y para los escépticos de la competencia en un mercado dominado por gigantes, un recordatorio: "Hubo un tiempo en que la reina era MySpace, y ya no existe. El tráfico de Facebook, por ejemplo, está disminuyendo porque la gente ya no está contenta. TikTok surgió de la nada y ahora es un gigante. Hay espacio para ideas nuevas".
Frente a la pregunta de si es posible reconstruir la confianza en un mundo tan fragmentado, Wales vuelve a su optimismo: "Sí, creo que podemos. Esto es un péndulo que se balancea de un lado a otro". Y mirando a la política, anticipa: "No quiero culpar a Donald Trump de todo, pero es una persona muy poco confiable y hace todo lo posible para socavar la confianza en el periodismo y los hechos. Él pasará, la vida continuará, y creo que habrá una demanda real por parte de la gente de un liderazgo que crea en los hechos y que sea confiable".
Mirando una década hacia adelante, Wikipedia seguirá fiel a su misión de neutralidad. Pero no le hará asco a la tecnología. La inteligencia artificial, lejos de ser una amenaza, se vislumbra como una "herramienta para ayudar a los editores, a las personas que hacen Wikipedia, a encontrar fallos o verificar fuentes". Un futuro donde la tecnología y la comunidad se darán la mano para mantener vivo el sueño de un saber libre y al alcance de todos. La batalla por la verdad, en definitiva, apenas comienza.
