El acto de jura de los nuevos diputados nacionales electos en octubre estuvo atravesado por momentos polémicos, comentarios sexistas y tensos cruces entre legisladoras. Lejos del tono solemne que suele acompañar este tipo de ceremonias, la sesión se vio alterada por actitudes reprochables y declaraciones de fuerte contenido político e ideológico.
Comentarios sexistas desde el estrado
Uno de los episodios más repudiados de la jornada fue protagonizado por el diputado radical Gerardo Cipolini, de 82 años, quien estuvo a cargo de presidir la sesión por ser el legislador de mayor edad presente en el recinto. Durante la transmisión oficial, cuando la diputada chaqueña Graciela De la Rosa se acercaba al estrado, se lo escuchó decir: “¡Che, pero qué buena está la peruca!”, en alusión a su apariencia.
Lejos de retractarse, repitió el comportamiento en dos nuevas oportunidades: al ver acercarse a la libertaria Rosario Goitia comentó “¿Quién es esa? ¡Qué buena está!”, y frente a la diputada Mónica Becerra, lanzó: “¡Che, qué linda!”.
Ante estos dichos, la diputada de Unión por la Patria Cecilia Moreau tomó la palabra para expresar su rechazo: “Algunas se ríen, a algunas no les importa, pero la verdad es que las mujeres somos mucho más que un buen culo y un cuerpo. Somos cabeza, corazón, idea, coraje y perseverancia”, remarcó, llamando a la sororidad entre sus pares.
Interrupciones e insultos en plena jura
Otro momento de fuerte tensión se vivió cuando la diputada Myriam Bregman, del Frente de Izquierda, pronunciaba su fórmula de jura. “Por los que no se callan a pesar de los abucheos y las represoras”, comenzó, mientras desde su banca, Lilia Lemoine la interrumpía con gritos e insultos.
Bregman continuó su juramento mencionando a los desaparecidos, la libertad del pueblo palestino y rechazando la injerencia norteamericana en la región. Harta de las interrupciones, concluyó: “Que esta señora se calle la boca porque la verdad nos tiene re cansados”.
Juramento sobre el Tanaj y diversidad religiosa
Otro hecho destacado fue el de Patricia Holzman, diputada oficialista electa por la Ciudad de Buenos Aires, quien decidió jurar no sobre la Constitución Nacional, sino sobre el Tanaj, la Biblia hebrea. Su fórmula fue clara: “Sobre el Tanaj, sí, prometo”.
La jornada, que debía centrarse en la renovación parlamentaria, terminó por reflejar la intensidad de las tensiones políticas, los desafíos institucionales y la persistencia de conductas sexistas aún dentro de los espacios de mayor representación democrática del país.
Durante la jura de los diputados y diputadas electos, el radical Gerardo Cipolini protagonizó una serie de comentarios sexistas que generaron repudio dentro del recinto. Desde su rol de presidente provisional por ser el legislador de mayor edad, realizó exabruptos a micrófono abierto dirigidos a mujeres diputadas, generando la reacción de sus colegas. El acto también estuvo marcado por peleas entre legisladoras, juramentos con contenido político e intervenciones de fuerte tono ideológico.
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Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
El acto de jura de los nuevos diputados nacionales electos en octubre estuvo atravesado por momentos polémicos, comentarios sexistas y tensos cruces entre legisladoras. Lejos del tono solemne que suele acompañar este tipo de ceremonias, la sesión se vio alterada por actitudes reprochables y declaraciones de fuerte contenido político e ideológico.
Comentarios sexistas desde el estrado
Uno de los episodios más repudiados de la jornada fue protagonizado por el diputado radical Gerardo Cipolini, de 82 años, quien estuvo a cargo de presidir la sesión por ser el legislador de mayor edad presente en el recinto. Durante la transmisión oficial, cuando la diputada chaqueña Graciela De la Rosa se acercaba al estrado, se lo escuchó decir: “¡Che, pero qué buena está la peruca!”, en alusión a su apariencia.
Lejos de retractarse, repitió el comportamiento en dos nuevas oportunidades: al ver acercarse a la libertaria Rosario Goitia comentó “¿Quién es esa? ¡Qué buena está!”, y frente a la diputada Mónica Becerra, lanzó: “¡Che, qué linda!”.
Ante estos dichos, la diputada de Unión por la Patria Cecilia Moreau tomó la palabra para expresar su rechazo: “Algunas se ríen, a algunas no les importa, pero la verdad es que las mujeres somos mucho más que un buen culo y un cuerpo. Somos cabeza, corazón, idea, coraje y perseverancia”, remarcó, llamando a la sororidad entre sus pares.
Interrupciones e insultos en plena jura
Otro momento de fuerte tensión se vivió cuando la diputada Myriam Bregman, del Frente de Izquierda, pronunciaba su fórmula de jura. “Por los que no se callan a pesar de los abucheos y las represoras”, comenzó, mientras desde su banca, Lilia Lemoine la interrumpía con gritos e insultos.
Bregman continuó su juramento mencionando a los desaparecidos, la libertad del pueblo palestino y rechazando la injerencia norteamericana en la región. Harta de las interrupciones, concluyó: “Que esta señora se calle la boca porque la verdad nos tiene re cansados”.
Juramento sobre el Tanaj y diversidad religiosa
Otro hecho destacado fue el de Patricia Holzman, diputada oficialista electa por la Ciudad de Buenos Aires, quien decidió jurar no sobre la Constitución Nacional, sino sobre el Tanaj, la Biblia hebrea. Su fórmula fue clara: “Sobre el Tanaj, sí, prometo”.
La jornada, que debía centrarse en la renovación parlamentaria, terminó por reflejar la intensidad de las tensiones políticas, los desafíos institucionales y la persistencia de conductas sexistas aún dentro de los espacios de mayor representación democrática del país.