La selección femenina de futsal de San Juan inscribió su nombre en la historia deportiva al conquistar el subcampeonato en el Primer Nacional de la disciplina, disputado con fervor en Rosario. Bajo la estratégica conducción técnica de Marcelo Vega, el conjunto sanjuanino no solo demostró un crecimiento sostenido a lo largo del certamen, sino que también evidenció el excelente presente del futsal provincial, un fenómeno que, para la sorpresa de algunos, no es exclusivo de las grandes urbes.
Un camino de goleadas y nervios
El camino hacia la definición fue contundente desde el inicio. Las sanjuaninas debutaron con una victoria aplastante de 10 a 1 frente a Tucumán, un marcador que sentó un precedente claro sobre sus intenciones en el torneo. La racha goleadora continuó con un 8 a 1 frente a la Liga Posadeña, consolidando un liderazgo indiscutido en la fase de grupos. El cierre de esta etapa preliminar culminó con un empate 2 a 2 frente a la selección de Rosario, un encuentro que, al enfrentar a un equipo ya clasificado a semifinales, permitió calibrar la competitividad del plantel sin mayores presiones, quizás reservando la artillería pesada para lo que vendría.
La semifinal presentó un desafío mayúsculo ante Villa Mercedes. Tras un electrizante empate 3 a 3 en el tiempo reglamentario, el destino se decidió en la siempre dramática tanda de penales. Con una templanza admirable, San Juan logró imponerse por un ajustado 5 a 4, desatando la justificada algarabía de un plantel que había demostrado carácter para superar la adversidad, o la suerte, según se mire.
La final y un hito para el debut
El encuentro decisivo se jugó este mediodía contra Bariloche, un adversario que supo imponerse por 3 a 1, truncando la racha invicta de las sanjuaninas y, de paso, la fantasía del título absoluto. Sin embargo, más allá de la derrota en la instancia final, el subcampeonato no es un consuelo menor; representa un logro de dimensiones extraordinarias para una selección que, en su primera incursión a nivel nacional, se ubicó entre las mejores del país. Un debut que bien podría calificarse de sobresaliente, considerando la experiencia inicial y el calibre de los rivales.
El plantel que dejó su huella en Rosario estuvo conformado por Ruth Garin, Guadalupe Gómez, Melany Lela, Sofía Oliva, Cecilia Villafañe, Karen Gaelotte, Gianela Castan, Virginia Jofré, Rosa Álvarez, Yazmín Chaparro, Evelyn Ribes, Paula Sosa y Evelin Gutiérrez. El cuerpo técnico, artífice de esta performance, lo integraron Marcelo Vega como entrenador principal, Matías Pérez como ayudante y Ariadna Calisse en el fundamental rol de kinesióloga.
