Nvidia venderá chips IA H200 a China: EE. UU. cobrará 25%

Redacción Cuyo News
6 min

La firma tecnológica Nvidia recibió una luz verde clave para reanudar la comercialización de sus chips H200 en el vasto mercado chino. La autorización, confirmada por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, mediante sus plataformas sociales, habilita al fabricante de microprocesadores a exportar estas unidades de procesamiento gráfico (GPU) avanzadas, fundamentales para el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial (IA), a “clientes aprobados” en el gigante asiático. El acuerdo establece una contraprestación para el gobierno federal: una comisión del 25% sobre el total de las ventas.

El exmandatario argumentó que “esta política apoyará el empleo estadounidense, fortalecerá la industria manufacturera nacional y beneficiará a los contribuyentes”. Asimismo, aseguró que la exportación de esta tecnología a China no frenará el progreso de la IA a nivel local, dado que las empresas estadounidenses continúan su desarrollo con la plataforma Blackwell y la inminente llegada de los chips Rubin, ninguno de los cuales forma parte de la presente concertación.

Sin embargo, la plena reactivación de las operaciones de Nvidia en China se encuentra ahora bajo la lupa de las propias autoridades asiáticas. Un informe del Financial Times revela que instituciones chinas estarían analizando nuevos mecanismos para restringir el acceso a los H200, a pesar del levantamiento del veto por parte de Washington. Estas deliberaciones se enmarcan en una serie de decisiones adoptadas por Pekín como respuesta a las medidas de control de exportaciones impuestas por Estados Unidos a principios de año.

En enero, la administración Trump había decretado una prohibición que impedía a los fabricantes estadounidenses vender a China software y hardware avanzados para IA, invocando riesgos de seguridad nacional. La medida fue prorrogada en mayo, y un mes después, Nvidia procuró sortear las restricciones con el chip H20, un microprocesador de capacidades atenuadas diseñado específicamente para cumplir con los límites de exportación.

En julio, la Casa Blanca anunció un acuerdo con la compañía liderada por Jensen Huang, exigiendo al fabricante el 15% de los ingresos por venta de semiconductores en China a cambio de licencias de exportación. Posterior a estos ajustes, Washington propuso establecer controles adicionales para rastrear la ubicación de los microprocesadores, con el fin de evitar potenciales usos contrarios a sus intereses estratégicos.

Esta sugerencia provocó “inquietud entre las autoridades chinas” que, según un reporte de Bloomberg, instaron a las empresas públicas y estatales a evitar el uso de procesadores H20 de Nvidia, particularmente en tareas vinculadas a asuntos gubernamentales o de seguridad nacional. La Administración del Ciberespacio de China incluso advirtió que “expertos estadounidenses en inteligencia artificial revelaron que los chips de Nvidia cuentan con tecnologías avanzadas de rastreo, localización y apagado remoto”, solicitando a la compañía explicaciones sobre los supuestos “riesgos de seguridad de puerta trasera” asociados al H20 comercializado en China, junto con la documentación técnica pertinente.

Nvidia en la encrucijada tecnológica global

Analistas del sector coinciden en que estas restricciones y advertencias persistirán en el escenario de la disputa comercial entre ambas potencias. Los controles sobre la exportación tecnológica se han consolidado como un componente esencial en las negociaciones entre las dos mayores economías del planeta.

En los últimos años, China ha intensificado su estrategia para “sustituir soluciones tecnológicas occidentales” en segmentos estratégicos y alcanzar la autosuficiencia antes del fin de la década. En consecuencia, la participación de empresas estadounidenses en su mercado ha experimentado una merma notable, mientras compañías locales, como Huawei con su línea de productos de IA Ascend, impulsan el desarrollo de alternativas propias, buscando equiparar el rendimiento de Nvidia.

No obstante, especialistas advierten que las firmas chinas podrían aún no estar plenamente preparadas para satisfacer las crecientes demandas del sector, especialmente ante el vertiginoso avance de la IA. “Los chips de los fabricantes nacionales están mejorando mucho en calidad, pero es posible que no sean tan versátiles para las cargas de trabajo específicas en las que espera centrarse la industria nacional de IA de China”, declaró Homin Lee, estratega macro senior de Lombard Odier, en comentarios citados por Bloomberg meses atrás.

La pulseada económica y el futuro de la IA

A pesar de las tensiones comerciales, los expertos estiman que el impacto financiero en Nvidia será acotado. Aunque algunas proyecciones sugieren que el negocio de la empresa en China podría alcanzar los 50.000 millones de dólares anuales, Colette Kress, directora financiera de la compañía, afirmó recientemente que las ventas del chip H20 en dicho mercado resultaron “insignificantes” durante el último trimestre. “Nunca se materializaron pedidos de compra importantes debido a los problemas geopolíticos y al mercado cada vez más competitivo en China”, detalló, a pocas semanas de que Nvidia se convirtiera en la primera empresa en superar una valoración bursátil de 5 billones de dólares (5 trillion en la escala anglosajona).

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