En una maniobra política que entrelaza la urgencia de la gestión con la necesidad de blindaje legislativo, el Gobierno nacional intensificó el envío de fondos discrecionales a un grupo selecto de provincias. Según se desprende de los datos oficiales y reportes de consultoras especializadas, la Casa Rosada giró un total de $12.500 millones bajo el concepto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a cuatro distritos clave: Chaco, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe.
Esta inyección de liquidez, ejecutada en la antesala de semanas decisivas en el Congreso, coincide con la estrategia del oficialismo de asegurar los votos necesarios para sostener los vetos presidenciales y avanzar con el dictamen del Presupuesto 2026. A diferencia de la coparticipación automática, estos recursos son de asignación voluntaria por parte del Ejecutivo, lo que ha reavivado las críticas de la oposición sobre el uso de la «chequera» para disciplinar o seducir voluntades políticas.
La «Ruta del Dinero» y el mapa de beneficiarios
El desglose de las transferencias revela una priorización de los gobernadores catalogados como «dialoguistas», quienes han sido fundamentales para que La Libertad Avanza logre sus objetivos parlamentarios pese a su minoría numérica. El reparto se estructuró de la siguiente manera:
- Misiones (Hugo Passalacqua): $4.000 millones.
- Santa Fe (Maximiliano Pullaro): $3.000 millones.
- Entre Ríos (Rogelio Frigerio): $3.000 millones.
- Chaco (Leandro Zdero): $2.500 millones.
Fuentes parlamentarias indican que estos movimientos financieros tienen una correlación directa con el comportamiento en el recinto. En el caso de Misiones, provincia que ha acumulado la mayor cantidad de ATN en el año, el bloque Innovación Federal funcionó como una pieza clave. Legisladores que responden a Carlos Rovira optaron estratégicamente por la abstención o la ausencia durante la votación para insistir con la ley de Financiamiento Universitario, impidiendo así que la oposición alcanzara los dos tercios necesarios para anular el veto de Javier Milei.
Ausencias estratégicas y dictámenes firmados
La mecánica del intercambio quedó expuesta en el detalle de las votaciones. En Entre Ríos, el gobernador Rogelio Frigerio logró contener a parte de su tropa: el diputado Francisco Morchio se ausentó en momentos críticos, mientras que Nancy Ballejos votó en línea con el oficialismo. Situación similar se vivió con Chaco, donde tras el envío de fondos, se registraron «fugas» oportunas en el bloque radical, como la ausencia de Gerardo Cipolini o la abstención de Marilú Quiroz (PRO), movimientos que restaron fuerza a la insistencia opositora.
La eficacia de esta alianza financiera se verificó nuevamente esta semana. En la sesión de comisión del martes 16 de diciembre, los diputados misioneros volvieron a jugar un rol determinante al firmar el dictamen de mayoría del Gobierno para el Presupuesto 2026, aunque con disidencias parciales. Esta acción permitió que el proyecto oficialista obtuviera la luz verde para ser tratado en el recinto, demostrando que el flujo de fondos discrecionales continúa siendo la herramienta predilecta para garantizar la gobernabilidad en el Congreso.
<p>El Gobierno nacional transfirió 12.500 millones de pesos en concepto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a Misiones, Santa Fe, Entre Ríos y Chaco. Estos giros discrecionales se ejecutaron en la antesala de votaciones legislativas decisivas, asegurando el respaldo de gobernadores «dialoguistas» para blindar los vetos presidenciales y facilitar el dictamen del Presupuesto 2026 en la Cámara de Diputados.</p>
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
¡PAREN TODO! ¡APARECIÓ LA PLATA! Resulta que el famoso «No hay plata» tenía una letra chica que nadie leyó, escrita en tinta invisible de jugo de limón que decía: «No hay plata… a menos que necesitemos que levantes la mano o, mejor aún, que te escondas en el baño del Congreso en el momento justo». Es fascinante la contabilidad creativa de la Casa Rosada: para los jubilados hay que cuidar el equilibrio fiscal con la ferocidad de un dóberman cuidando un asado, pero para los gobernadores «amigos» (léase: gente que cobra por ser simpática) la billetera del Estado se abre como una flor en primavera. Doce mil quinientos millones de pesos aparecieron mágicamente, desafiando todas las leyes de la termodinámica financiera de Caputo. Es el milagro de la multiplicación de los ATN.
Y hablemos de la estrategia legislativa, que es una obra maestra del cinismo contemporáneo. Antes, se pagaba por el «sí». Ahora, la innovación libertaria es pagar por la «ausencia». Es el trabajo soñado: te giran millones para que NO vayas a laburar. Los diputados de Misiones, Entre Ríos y Chaco han perfeccionado el arte del «ninja parlamentario»: cobran, desaparecen entre las sombras, se toman un café en el bar de la esquina mientras suena la chicharra en el recinto, y ¡pum!, veto blindado. Es el «home office» llevado al extremo: «Quedate en casa, que la transferencia ya está en camino». Si esto no es la casta pasándola bomba con la nuestra, que alguien me explique qué es, porque yo ya estoy mareado de tanta «libertad» financiera selectiva.
Lo más hermoso es llamar a esto «diálogo». En el diccionario de la política argentina, «gobernador dialoguista» es un eufemismo para «tipo que espera con el CBU en la mano». Misiones se llevó el premio mayor, confirmando que el silencio es salud, pero también es rentabilidad pura. Mientras tanto, el resto de las provincias miran la fiesta desde la ventana, con la ñata contra el vidrio, preguntándose si para recibir un peso tienen que disfrazarse de león o simplemente prometer que se van a quedar calladitos la boca. El Presupuesto 2026 avanza, los vetos se sostienen, y la motosierra, curiosamente, solo tiene nafta cuando no hay que cortar los acuerdos de cúpula. ¡Viva la libertad de caja, carajo!
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
En una maniobra política que entrelaza la urgencia de la gestión con la necesidad de blindaje legislativo, el Gobierno nacional intensificó el envío de fondos discrecionales a un grupo selecto de provincias. Según se desprende de los datos oficiales y reportes de consultoras especializadas, la Casa Rosada giró un total de $12.500 millones bajo el concepto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a cuatro distritos clave: Chaco, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe.
Esta inyección de liquidez, ejecutada en la antesala de semanas decisivas en el Congreso, coincide con la estrategia del oficialismo de asegurar los votos necesarios para sostener los vetos presidenciales y avanzar con el dictamen del Presupuesto 2026. A diferencia de la coparticipación automática, estos recursos son de asignación voluntaria por parte del Ejecutivo, lo que ha reavivado las críticas de la oposición sobre el uso de la «chequera» para disciplinar o seducir voluntades políticas.
La «Ruta del Dinero» y el mapa de beneficiarios
El desglose de las transferencias revela una priorización de los gobernadores catalogados como «dialoguistas», quienes han sido fundamentales para que La Libertad Avanza logre sus objetivos parlamentarios pese a su minoría numérica. El reparto se estructuró de la siguiente manera:
- Misiones (Hugo Passalacqua): $4.000 millones.
- Santa Fe (Maximiliano Pullaro): $3.000 millones.
- Entre Ríos (Rogelio Frigerio): $3.000 millones.
- Chaco (Leandro Zdero): $2.500 millones.
Fuentes parlamentarias indican que estos movimientos financieros tienen una correlación directa con el comportamiento en el recinto. En el caso de Misiones, provincia que ha acumulado la mayor cantidad de ATN en el año, el bloque Innovación Federal funcionó como una pieza clave. Legisladores que responden a Carlos Rovira optaron estratégicamente por la abstención o la ausencia durante la votación para insistir con la ley de Financiamiento Universitario, impidiendo así que la oposición alcanzara los dos tercios necesarios para anular el veto de Javier Milei.
Ausencias estratégicas y dictámenes firmados
La mecánica del intercambio quedó expuesta en el detalle de las votaciones. En Entre Ríos, el gobernador Rogelio Frigerio logró contener a parte de su tropa: el diputado Francisco Morchio se ausentó en momentos críticos, mientras que Nancy Ballejos votó en línea con el oficialismo. Situación similar se vivió con Chaco, donde tras el envío de fondos, se registraron «fugas» oportunas en el bloque radical, como la ausencia de Gerardo Cipolini o la abstención de Marilú Quiroz (PRO), movimientos que restaron fuerza a la insistencia opositora.
La eficacia de esta alianza financiera se verificó nuevamente esta semana. En la sesión de comisión del martes 16 de diciembre, los diputados misioneros volvieron a jugar un rol determinante al firmar el dictamen de mayoría del Gobierno para el Presupuesto 2026, aunque con disidencias parciales. Esta acción permitió que el proyecto oficialista obtuviera la luz verde para ser tratado en el recinto, demostrando que el flujo de fondos discrecionales continúa siendo la herramienta predilecta para garantizar la gobernabilidad en el Congreso.
¡PAREN TODO! ¡APARECIÓ LA PLATA! Resulta que el famoso «No hay plata» tenía una letra chica que nadie leyó, escrita en tinta invisible de jugo de limón que decía: «No hay plata… a menos que necesitemos que levantes la mano o, mejor aún, que te escondas en el baño del Congreso en el momento justo». Es fascinante la contabilidad creativa de la Casa Rosada: para los jubilados hay que cuidar el equilibrio fiscal con la ferocidad de un dóberman cuidando un asado, pero para los gobernadores «amigos» (léase: gente que cobra por ser simpática) la billetera del Estado se abre como una flor en primavera. Doce mil quinientos millones de pesos aparecieron mágicamente, desafiando todas las leyes de la termodinámica financiera de Caputo. Es el milagro de la multiplicación de los ATN.
Y hablemos de la estrategia legislativa, que es una obra maestra del cinismo contemporáneo. Antes, se pagaba por el «sí». Ahora, la innovación libertaria es pagar por la «ausencia». Es el trabajo soñado: te giran millones para que NO vayas a laburar. Los diputados de Misiones, Entre Ríos y Chaco han perfeccionado el arte del «ninja parlamentario»: cobran, desaparecen entre las sombras, se toman un café en el bar de la esquina mientras suena la chicharra en el recinto, y ¡pum!, veto blindado. Es el «home office» llevado al extremo: «Quedate en casa, que la transferencia ya está en camino». Si esto no es la casta pasándola bomba con la nuestra, que alguien me explique qué es, porque yo ya estoy mareado de tanta «libertad» financiera selectiva.
Lo más hermoso es llamar a esto «diálogo». En el diccionario de la política argentina, «gobernador dialoguista» es un eufemismo para «tipo que espera con el CBU en la mano». Misiones se llevó el premio mayor, confirmando que el silencio es salud, pero también es rentabilidad pura. Mientras tanto, el resto de las provincias miran la fiesta desde la ventana, con la ñata contra el vidrio, preguntándose si para recibir un peso tienen que disfrazarse de león o simplemente prometer que se van a quedar calladitos la boca. El Presupuesto 2026 avanza, los vetos se sostienen, y la motosierra, curiosamente, solo tiene nafta cuando no hay que cortar los acuerdos de cúpula. ¡Viva la libertad de caja, carajo!