El Ministerio de Infraestructura, Agua y Energía avanza con paso firme en la renovación integral de la Hostería Domingo Faustino Sarmiento, un emblema del Parque Quebrada de Zonda. La intervención, que busca restaurar, refuncionalizar y revalorizar este edificio histórico, se alinea con la meta de integrarlo armónicamente en el excepcional paisaje provincial. Este ambicioso proyecto se desglosa en dos etapas cruciales, marcando un antes y un después para uno de los íconos turísticos de San Juan.
Renovación en etapas y el latido interior del edificio
La primera fase de las obras, iniciada en febrero, se encuentra prácticamente concluida. Esta instancia abarcó tareas de demolición estratégicas, una meticulosa restauración y la reconstrucción de diversas secciones del edificio, restando apenas ajustes finales. En paralelo, ya se perfila una segunda etapa orientada a la expansión exterior, que prevé la creación de nuevos espacios de sombra, el acondicionamiento de terrazas y la adopción de soluciones de bajo impacto visual para asegurar su plena integración con el circuito del parque.
En el corazón del edificio, la transformación es palpable. Se han instalado nuevos pisos de porcelanato y se ha llevado a cabo una pintura integral que revitaliza cada rincón. Un distintivo tratamiento estético con piedra, especialmente notorio en el área central circular, subraya la identidad del lugar. La cocina ha sido objeto de una modernización completa, ahora con una disposición más funcional que incluye un sector dedicado a la preparación de alimentos sin TACC, junto a nuevos espacios de apoyo, depósitos y áreas de servicio esenciales.
Asimismo, se refuncionalizaron los sectores administrativos y se crearon espacios de depósito estancos para alimentos, una medida clave para prevenir filtraciones de polvo y humedad. La optimización de accesos para carga y descarga minimiza las interferencias con las áreas destinadas al público, garantizando una operativa fluida y discreta.
Patrimonio exterior: Rescate de la identidad
Un pilar fundamental de la intervención fue la esmerada restauración de las carpinterías originales. Aquellas piezas que presentaban un estado de conservación favorable fueron recuperadas y puestas en valor. Donde el deterioro era irreversible, se optó por la incorporación de nuevas carpinterías que replican fielmente el diseño original del edificio, asegurando la continuidad estética.
Adicionalmente, se trabajó en el reacondicionamiento de elementos exteriores clave y en la conservación del histórico cartel que identifica a la hostería, cuya intervención se realizó bajo estrictos criterios patrimoniales para preservar su valor testimonial. Las fachadas y muros fueron objeto de una renovación sustancial, con la ejecución de un nuevo muro exterior que reemplaza estructuras dañadas, manteniendo el volumen circular como el rasgo distintivo del inmueble. Este cerramiento se revistió con piedra similar a la del cerro, logrando una simbiosis perfecta con el paisaje y potenciando la identidad local, un criterio que se extendió a ciertos sectores interiores para crear una continuidad visual envolvente.
En lo que respecta a las cubiertas, se realizó una reparación integral de los techos de tejas, priorizando la reutilización de piezas existentes y la incorporación de una nueva cintura estructural. La rehabilitación de cielorrasos y estructuras afectadas por filtraciones ha permitido erradicar problemas históricos de humedad, protegiendo eficazmente el equipamiento interior que antes se encontraba expuesto.
Infraestructura y accesibilidad: Un compromiso integral
La ambiciosa obra incluyó la renovación completa de las instalaciones eléctricas, sanitarias y de gas, además de la ejecución ex nihilo de un moderno sistema de bombas y tanques, albergado en una sala de máquinas cerrada y protegida. Es crucial destacar que todos los sistemas han obtenido las habilitaciones municipales y de bomberos correspondientes, garantizando su pleno funcionamiento y seguridad.
En un gesto hacia la inclusión, se ha construido un nuevo núcleo sanitario que incorpora un baño plenamente accesible para personas con discapacidad. Asimismo, se adecuaron rampas y accesos, se reacondicionaron barandas y se integró señalética clara, asegurando condiciones óptimas de accesibilidad y seguridad para todos los visitantes.
Esta renovación es fruto de un minucioso trabajo interministerial entre Infraestructura, Agua y Energía y Turismo, Cultura y Deporte, con la Dirección de Obras Menores a cargo de la ejecución y la colaboración constante de la Dirección del Parque Provincial Quebrada de Zonda, responsable del proyecto arquitectónico dentro del master plan. Así, se deja atrás un historial de soluciones parciales, dando paso a una obra coherente que mejora la durabilidad, funcionalidad y calidad arquitectónica del inmueble. Con esta puesta en valor, el Gobierno de San Juan no solo recupera un edificio histórico, sino que sienta las bases para su consolidación como un punto estratégico vital en el sistema turístico y recreativo del parque provincial.
El Ministerio de Infraestructura, Agua y Energía está finalizando la primera etapa de una renovación integral de la Hostería Domingo Faustino Sarmiento, ubicada en el Parque Quebrada de Zonda. Este proyecto busca restaurar y refuncionalizar el histórico edificio, integrándolo a su entorno natural. Las obras incluyen mejoras interiores, exteriores y de instalaciones, además de asegurar la accesibilidad, en una colaboración interministerial para consolidar un punto clave del turismo regional.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Ahora, con pisos de porcelanato y una cocina con sector sin TACC (¡el futuro llegó!), la hostería promete ser el nuevo epicentro. Dijeron que taparon filtraciones históricas, lo que nos hace pensar qué otros secretos guardaba la vieja casona. Y claro, baños accesibles, para que la foto de Instagram sea para todos. Un buen cartel de obra siempre une voluntades.
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El Ministerio de Infraestructura, Agua y Energía avanza con paso firme en la renovación integral de la Hostería Domingo Faustino Sarmiento, un emblema del Parque Quebrada de Zonda. La intervención, que busca restaurar, refuncionalizar y revalorizar este edificio histórico, se alinea con la meta de integrarlo armónicamente en el excepcional paisaje provincial. Este ambicioso proyecto se desglosa en dos etapas cruciales, marcando un antes y un después para uno de los íconos turísticos de San Juan.
Renovación en etapas y el latido interior del edificio
La primera fase de las obras, iniciada en febrero, se encuentra prácticamente concluida. Esta instancia abarcó tareas de demolición estratégicas, una meticulosa restauración y la reconstrucción de diversas secciones del edificio, restando apenas ajustes finales. En paralelo, ya se perfila una segunda etapa orientada a la expansión exterior, que prevé la creación de nuevos espacios de sombra, el acondicionamiento de terrazas y la adopción de soluciones de bajo impacto visual para asegurar su plena integración con el circuito del parque.
En el corazón del edificio, la transformación es palpable. Se han instalado nuevos pisos de porcelanato y se ha llevado a cabo una pintura integral que revitaliza cada rincón. Un distintivo tratamiento estético con piedra, especialmente notorio en el área central circular, subraya la identidad del lugar. La cocina ha sido objeto de una modernización completa, ahora con una disposición más funcional que incluye un sector dedicado a la preparación de alimentos sin TACC, junto a nuevos espacios de apoyo, depósitos y áreas de servicio esenciales.
Asimismo, se refuncionalizaron los sectores administrativos y se crearon espacios de depósito estancos para alimentos, una medida clave para prevenir filtraciones de polvo y humedad. La optimización de accesos para carga y descarga minimiza las interferencias con las áreas destinadas al público, garantizando una operativa fluida y discreta.
Patrimonio exterior: Rescate de la identidad
Un pilar fundamental de la intervención fue la esmerada restauración de las carpinterías originales. Aquellas piezas que presentaban un estado de conservación favorable fueron recuperadas y puestas en valor. Donde el deterioro era irreversible, se optó por la incorporación de nuevas carpinterías que replican fielmente el diseño original del edificio, asegurando la continuidad estética.
Adicionalmente, se trabajó en el reacondicionamiento de elementos exteriores clave y en la conservación del histórico cartel que identifica a la hostería, cuya intervención se realizó bajo estrictos criterios patrimoniales para preservar su valor testimonial. Las fachadas y muros fueron objeto de una renovación sustancial, con la ejecución de un nuevo muro exterior que reemplaza estructuras dañadas, manteniendo el volumen circular como el rasgo distintivo del inmueble. Este cerramiento se revistió con piedra similar a la del cerro, logrando una simbiosis perfecta con el paisaje y potenciando la identidad local, un criterio que se extendió a ciertos sectores interiores para crear una continuidad visual envolvente.
En lo que respecta a las cubiertas, se realizó una reparación integral de los techos de tejas, priorizando la reutilización de piezas existentes y la incorporación de una nueva cintura estructural. La rehabilitación de cielorrasos y estructuras afectadas por filtraciones ha permitido erradicar problemas históricos de humedad, protegiendo eficazmente el equipamiento interior que antes se encontraba expuesto.
Infraestructura y accesibilidad: Un compromiso integral
La ambiciosa obra incluyó la renovación completa de las instalaciones eléctricas, sanitarias y de gas, además de la ejecución ex nihilo de un moderno sistema de bombas y tanques, albergado en una sala de máquinas cerrada y protegida. Es crucial destacar que todos los sistemas han obtenido las habilitaciones municipales y de bomberos correspondientes, garantizando su pleno funcionamiento y seguridad.
En un gesto hacia la inclusión, se ha construido un nuevo núcleo sanitario que incorpora un baño plenamente accesible para personas con discapacidad. Asimismo, se adecuaron rampas y accesos, se reacondicionaron barandas y se integró señalética clara, asegurando condiciones óptimas de accesibilidad y seguridad para todos los visitantes.
Esta renovación es fruto de un minucioso trabajo interministerial entre Infraestructura, Agua y Energía y Turismo, Cultura y Deporte, con la Dirección de Obras Menores a cargo de la ejecución y la colaboración constante de la Dirección del Parque Provincial Quebrada de Zonda, responsable del proyecto arquitectónico dentro del master plan. Así, se deja atrás un historial de soluciones parciales, dando paso a una obra coherente que mejora la durabilidad, funcionalidad y calidad arquitectónica del inmueble. Con esta puesta en valor, el Gobierno de San Juan no solo recupera un edificio histórico, sino que sienta las bases para su consolidación como un punto estratégico vital en el sistema turístico y recreativo del parque provincial.
Ahora, con pisos de porcelanato y una cocina con sector sin TACC (¡el futuro llegó!), la hostería promete ser el nuevo epicentro. Dijeron que taparon filtraciones históricas, lo que nos hace pensar qué otros secretos guardaba la vieja casona. Y claro, baños accesibles, para que la foto de Instagram sea para todos. Un buen cartel de obra siempre une voluntades.