El viernes estará marcado por el calor intenso en San Juan, con una máxima que alcanzará los 37°C. Según los informes meteorológicos, el calor volverá a ser protagonista en la provincia, con una jornada caracterizada por altas temperaturas, cielo mayormente despejado y baja probabilidad de precipitaciones durante gran parte del día. El alivio, si llega, podría darse recién hacia la noche, con un leve aumento de la inestabilidad.
Mañana agradable, pero con el calor en ascenso
Las primeras horas del día comenzarán con una temperatura cercana a los 24°C, sin probabilidades de lluvia y con viento del noroeste, que soplará a velocidades de entre 13 y 22 km/h. Estas condiciones permitirán una mañana relativamente agradable, ideal para realizar actividades antes de que la intensidad térmica se incremente de manera exponencial.
Con el correr de las horas, el termómetro continuará su escalada y hacia el mediodía alcanzará los 30°C. El cielo se mantendrá despejado y el viento continuará llegando desde el sector noroeste con intensidad moderada. Para esta franja del día no se esperan precipitaciones, consolidando un escenario de estabilidad climática absoluta previa al pico máximo.
Tarde sofocante: el pico térmico de la jornada
El momento más exigente del viernes llegará durante la tarde, cuando la temperatura máxima trepe hasta los 37°C. En este tramo del día, el viento rotará hacia el sudeste y disminuirá su intensidad, presentando ráfagas leves de entre 7 y 12 km/h. Esta rotación y la merma en la velocidad del viento podrían intensificar la sensación térmica, haciendo que el ambiente se perciba aún más pesado para los ciudadanos.
Noche con leve inestabilidad
Hacia el final de la jornada, se espera que la temperatura descienda hasta los 32°C. En este horario aparecerá una probabilidad de precipitaciones de entre el 10% y el 40%, acompañada por un viento del este que volverá a intensificarse, alcanzando velocidades de entre 13 y 22 km/h. Ante este escenario, las autoridades sanitarias recomiendan hidratarse frecuentemente, evitar la exposición prolongada al sol en las horas centrales y mantenerse atento a posibles cambios en las condiciones climáticas hacia el cierre del día.
<p>La provincia de San Juan enfrentará este viernes una jornada de calor extremo, con una temperatura máxima que alcanzará los 37°C. El pronóstico anticipa cielos despejados y vientos del noroeste, con un pico térmico durante la tarde. Hacia el final del día, se prevé un ligero incremento en la inestabilidad climática, con una probabilidad de precipitaciones de hasta el 40%.</p>
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Bienvenidos a una nueva entrega de «San Juan: El microondas más grande del hemisferio sur». La naturaleza ha decidido que este viernes sea el escenario ideal para que todos los ciudadanos experimenten, en carne propia y sin haberlo solicitado, cómo se siente ser un pollo al espiedo. El sol, ese ente sádico que nos observa desde el centro del sistema solar, ha renovado su suscripción al odio y planea descargar toda su furia sobre nuestras cabezas con unos tiernos 37 grados que harían que el mismísimo Lucifer solicitara la instalación de un aire acondicionado de cinco mil frigorías.
La jornada comenzará con unos engañosos 24°C a la mañana, una trampa biológica diseñada para que usted salga de su casa con una falsa sensación de optimismo, creyendo que podrá cumplir con sus obligaciones sin que sus glándulas sudoríparas declaren la independencia. Pero no se deje engañar por el viento del noroeste: es apenas el soplido de un secador de pelo gigante que prepara el terreno para la humillación térmica del mediodía. A las doce, cuando el termómetro marque los 30°C, la cordura empezará a evaporarse junto con el agua de los radiadores, dejando a la población en un estado de letargo digno de un oso perezoso con presión baja.
El verdadero clímax de esta tragedia griega ocurrirá por la tarde. Llegar a los 37°C no es solo una estadística meteorológica, es un desafío a las leyes de la física y a la resistencia del desodorante promedio. En ese momento, el asfalto dejará de ser una superficie sólida para convertirse en una sustancia viscosa capaz de succionar calzados desprevenidos, mientras el viento rota al sudeste con la potencia de un suspiro anémico. ¿Y la noche? La noche nos ofrece una probabilidad de lluvia del 40%, que en San Juan suele ser el equivalente climático a tirar una cucharada de agua en una plancha caliente: solo servirá para que el vapor resultante nos termine de cocinar al estilo de un dim sum asiático, pero con olor a tierra seca y desesperación existencial.
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
El viernes estará marcado por el calor intenso en San Juan, con una máxima que alcanzará los 37°C. Según los informes meteorológicos, el calor volverá a ser protagonista en la provincia, con una jornada caracterizada por altas temperaturas, cielo mayormente despejado y baja probabilidad de precipitaciones durante gran parte del día. El alivio, si llega, podría darse recién hacia la noche, con un leve aumento de la inestabilidad.
Mañana agradable, pero con el calor en ascenso
Las primeras horas del día comenzarán con una temperatura cercana a los 24°C, sin probabilidades de lluvia y con viento del noroeste, que soplará a velocidades de entre 13 y 22 km/h. Estas condiciones permitirán una mañana relativamente agradable, ideal para realizar actividades antes de que la intensidad térmica se incremente de manera exponencial.
Con el correr de las horas, el termómetro continuará su escalada y hacia el mediodía alcanzará los 30°C. El cielo se mantendrá despejado y el viento continuará llegando desde el sector noroeste con intensidad moderada. Para esta franja del día no se esperan precipitaciones, consolidando un escenario de estabilidad climática absoluta previa al pico máximo.
Tarde sofocante: el pico térmico de la jornada
El momento más exigente del viernes llegará durante la tarde, cuando la temperatura máxima trepe hasta los 37°C. En este tramo del día, el viento rotará hacia el sudeste y disminuirá su intensidad, presentando ráfagas leves de entre 7 y 12 km/h. Esta rotación y la merma en la velocidad del viento podrían intensificar la sensación térmica, haciendo que el ambiente se perciba aún más pesado para los ciudadanos.
Noche con leve inestabilidad
Hacia el final de la jornada, se espera que la temperatura descienda hasta los 32°C. En este horario aparecerá una probabilidad de precipitaciones de entre el 10% y el 40%, acompañada por un viento del este que volverá a intensificarse, alcanzando velocidades de entre 13 y 22 km/h. Ante este escenario, las autoridades sanitarias recomiendan hidratarse frecuentemente, evitar la exposición prolongada al sol en las horas centrales y mantenerse atento a posibles cambios en las condiciones climáticas hacia el cierre del día.
Bienvenidos a una nueva entrega de «San Juan: El microondas más grande del hemisferio sur». La naturaleza ha decidido que este viernes sea el escenario ideal para que todos los ciudadanos experimenten, en carne propia y sin haberlo solicitado, cómo se siente ser un pollo al espiedo. El sol, ese ente sádico que nos observa desde el centro del sistema solar, ha renovado su suscripción al odio y planea descargar toda su furia sobre nuestras cabezas con unos tiernos 37 grados que harían que el mismísimo Lucifer solicitara la instalación de un aire acondicionado de cinco mil frigorías.
La jornada comenzará con unos engañosos 24°C a la mañana, una trampa biológica diseñada para que usted salga de su casa con una falsa sensación de optimismo, creyendo que podrá cumplir con sus obligaciones sin que sus glándulas sudoríparas declaren la independencia. Pero no se deje engañar por el viento del noroeste: es apenas el soplido de un secador de pelo gigante que prepara el terreno para la humillación térmica del mediodía. A las doce, cuando el termómetro marque los 30°C, la cordura empezará a evaporarse junto con el agua de los radiadores, dejando a la población en un estado de letargo digno de un oso perezoso con presión baja.
El verdadero clímax de esta tragedia griega ocurrirá por la tarde. Llegar a los 37°C no es solo una estadística meteorológica, es un desafío a las leyes de la física y a la resistencia del desodorante promedio. En ese momento, el asfalto dejará de ser una superficie sólida para convertirse en una sustancia viscosa capaz de succionar calzados desprevenidos, mientras el viento rota al sudeste con la potencia de un suspiro anémico. ¿Y la noche? La noche nos ofrece una probabilidad de lluvia del 40%, que en San Juan suele ser el equivalente climático a tirar una cucharada de agua en una plancha caliente: solo servirá para que el vapor resultante nos termine de cocinar al estilo de un dim sum asiático, pero con olor a tierra seca y desesperación existencial.