Lácteos Verónica paraliza su producción y aguarda definiciones financieras

Redacción Cuyo News
7 min

La industria láctea argentina atraviesa en el cierre de 2025 uno de sus períodos más complejos de la última década. El sector se encuentra condicionado por una combinación de factores que incluyen el incremento sostenido en los costos de producción, el atraso en los precios percibidos por los tamberos y una sensible retracción del consumo en el mercado interno. Esta crisis estructural ha golpeado con particular dureza a las cuencas lecheras de Santa Fe y Córdoba, donde diversas empresas han debido reducir su capacidad operativa o paralizar sus actividades.

Lácteos Verónica: colapso productivo y financiero

En este escenario, la situación de Lácteos Verónica ha encendido las alarmas en el sector productivo santafesino. Tras semanas de conflicto por retrasos salariales y una marcada inestabilidad financiera, se confirmó que la compañía ha ingresado en un “compás de espera” hasta los primeros días de enero, con el fin de buscar alternativas que permitan la continuidad de sus tres unidades productivas ubicadas en Clason, Lehmann y Suardi.

Aunque en las últimas horas se registró un leve alivio con el depósito de deudas semanales pendientes, el malestar gremial persiste. “El pasado (miércoles) completaron el resto de la deuda semanal y se volvió al cronograma normal”, informaron fuentes gremiales. No obstante, los trabajadores denunciaron que aún resta cancelar aproximadamente el 50% de los haberes de noviembre y la totalidad del aguinaldo. Un operario describió el panorama actual de manera contundente: “La planta está prácticamente vacía, con muchísima incertidumbre”. Los delegados han establecido el 8 de enero como fecha límite para obtener definiciones concretas sobre el plan de negocios de la firma.

Un pasivo millonario que asfixia la operación

La magnitud de la crisis financiera de Lácteos Verónica se ve reflejada en sus indicadores operativos y bancarios. La empresa, que anteriormente procesaba un volumen cercano a los 800.000 litros diarios, ha visto reducida su actividad a apenas 180.000 litros, lo que representa una caída superior al 77% en su nivel de producción. Esta situación derivó en la presentación de un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) ante las autoridades laborales.

En el frente financiero, los datos de la Central de Deudores del Banco Central de la República Argentina (BCRA) son reveladores de una insolvencia profunda. La compañía acumula un total de 3.698 cheques rechazados por falta de fondos. El monto consolidado de esta deuda asciende a $13.231 millones, cifra que compromete no solo el futuro inmediato de la usina, sino que arrastra en su caída a una vasta red de proveedores, tambos y familias que integran una de las cadenas de valor más tradicionales de la región.

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