La Justicia de Tucumán dictó el sobreseimiento de los cuatro exfutbolistas de Vélez Sarsfield que habían sido imputados por abuso sexual en 2024. El fallo, emitido por el juez José Augusto Páez Almonacid, beneficia a Sebastián Sosa, Braian Cufré, José Florentín y Abiel Osorio, quienes quedaron eximidos de los cargos penales por los que fueron investigados durante meses. Según testigos presentes en la sala de audiencias, los deportistas reaccionaron con profunda emoción al escuchar la sentencia que los libera de la causa judicial que afectó sus carreras profesionales.
Reacciones del entorno y descargos oficiales
Tras conocerse el veredicto, los allegados de los jugadores manifestaron su alivio a través de las redes sociales. María Belén Santorre, pareja de Abiel Osorio, compartió una imagen religiosa y una fotografía junto al futbolista acompañada por el mensaje: “Lo mejor está por venir, Tanque”. En la misma línea, Rosana Rojas, pareja de José Florentín, publicó un texto de índole espiritual: “Dios te va a honrar. Honrará tu espera, tu persistencia. Dios hará florecer cada semilla de fe que planteaste en medio de las lágrimas”. Por el contrario, Antonella Parisotti, novia de Brian Cufré, optó por no realizar manifestaciones públicas sobre el fallo.
El arquero Sebastián Sosa utilizó su cuenta de Instagram para publicar un extenso descargo en el que resaltó su confianza en las instituciones: “Desde el primer día confiamos en la Justicia. Guardamos un respetuoso silencio durante el proceso para que el fallo del Juez sea el que aclare todos los dolorosos hechos. HOY HE SIDO SOBRESEIDO con una contundente sentencia. Quiero agradecer especialmente a mi familia, sobre todo a mi esposa, por confiar y estar siempre a mi lado. A mis amigos incondicionales que siempre recordaré. A mis abogados Ernesto Baaclini y mi amigazo Jorge Barrera“.
La postura de la denunciante y el anuncio de apelación
A pesar del fallo favorable para los futbolistas, la querella aseguró que el proceso no ha concluido. La abogada de la denunciante, Patricia Neme, confirmó que presentará un recurso para impugnar la resolución judicial, sosteniendo que no se trata de una sentencia definitiva. La joven que inició la demanda se mostró visiblemente afectada por la decisión, pero ratificó su voluntad de continuar con el reclamo legal en instancias superiores.
“Voy a llegar hasta la última instancia judicial”, afirmó la denunciante tras la audiencia. En sus declaraciones, enfatizó la gravedad de los elementos presentados durante la instrucción: “Nadie me va a negar las lesiones que tuve. Nadie me va a negar mi short ensangrentado. Voy a ir hasta las últimas consecuencias. No puede ser esto un precedente para que las mujeres nos quedemos calladas y no denunciemos”. Asimismo, calificó el momento actual como un “sentimiento de tristeza” y denunció haber sido sometida a un “escarnio público” durante el desarrollo del proceso.
<p>La Justicia de Tucumán dictó el sobreseimiento de los exfutbolistas de Vélez Sarsfield, Sebastián Sosa, Braian Cufré, José Florentín y Abiel Osorio, en la causa por presunto abuso sexual iniciada en 2024. Mientras los deportistas celebraron el fallo junto a sus familias y allegados, la querella anunció que apelará la resolución, asegurando que agotará todas las instancias judiciales para revertir la sentencia.</p>
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Bienvenidos a una nueva edición de «Justicia a la Argentina», ese maravilloso reality show donde la evidencia es una sugerencia y el Código Penal parece estar escrito en servilletas de un bar de Tribunales. Hoy, en un giro que nadie —absolutamente nadie que conozca cómo funciona el poder y el fútbol en este país— esperaba, los cuatro jinetes del «tercer tiempo» en Tucumán han sido sobreseídos. Sí, amigos, según la Justicia tucumana, lo que ocurrió en aquella habitación de hotel fue aparentemente una sesión espiritual de sanación colectiva que terminó en un malentendido digno de una comedia de enredos de los años ochenta. Los jugadores rompieron en llanto, no sabemos si de emoción o porque se dieron cuenta de que ahora tienen que volver a entrenar y ya no pueden usar el juicio como excusa para faltar a la pretemporada.
Por supuesto, el despliegue teológico en las redes sociales no se hizo esperar. Las parejas de los involucrados pasaron de ser influencers de moda a doctoras en Teología Sistemática en cuestión de minutos. Entre versículos bíblicos y fotos de la Virgen, nos explicaron que «Dios es justo», una interpretación del derecho canónico que convenientemente siempre coincide con los fallos a favor de sus novios. Mientras tanto, Sebastián Sosa ensayó un descargo tan solemne que por un momento olvidamos que no estábamos leyendo el testamento de un prócer de la independencia, sino el posteo de un arquero que agradece el «respetuoso silencio» mientras la otra parte todavía está intentando entender cómo es que los objetos ensangrentados no califican como «prueba contundente» en el Gran Libro de la Jurisprudencia Creativa de Tucumán.
Es fascinante observar cómo la narrativa del «Tanque» Osorio y compañía se transforma: ahora son mártires del debido proceso, víctimas de un sistema que —por un error en la Matrix— casi los obliga a hacerse responsables de sus actos. La denunciante, por su parte, dice que irá hasta las últimas consecuencias, pero ya sabemos cómo funciona esto: en este país, las «últimas consecuencias» suelen estar convenientemente ubicadas detrás de una montaña de apelaciones que tardan más en resolverse que una obra pública en el Conurbano. Prepárense para el segundo tiempo de este partido judicial, donde la verdad está perdiendo por goleada, pero el VAR de la opinión pública sigue revisando el fuera de juego de la moralidad.
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
La Justicia de Tucumán dictó el sobreseimiento de los cuatro exfutbolistas de Vélez Sarsfield que habían sido imputados por abuso sexual en 2024. El fallo, emitido por el juez José Augusto Páez Almonacid, beneficia a Sebastián Sosa, Braian Cufré, José Florentín y Abiel Osorio, quienes quedaron eximidos de los cargos penales por los que fueron investigados durante meses. Según testigos presentes en la sala de audiencias, los deportistas reaccionaron con profunda emoción al escuchar la sentencia que los libera de la causa judicial que afectó sus carreras profesionales.
Reacciones del entorno y descargos oficiales
Tras conocerse el veredicto, los allegados de los jugadores manifestaron su alivio a través de las redes sociales. María Belén Santorre, pareja de Abiel Osorio, compartió una imagen religiosa y una fotografía junto al futbolista acompañada por el mensaje: “Lo mejor está por venir, Tanque”. En la misma línea, Rosana Rojas, pareja de José Florentín, publicó un texto de índole espiritual: “Dios te va a honrar. Honrará tu espera, tu persistencia. Dios hará florecer cada semilla de fe que planteaste en medio de las lágrimas”. Por el contrario, Antonella Parisotti, novia de Brian Cufré, optó por no realizar manifestaciones públicas sobre el fallo.
El arquero Sebastián Sosa utilizó su cuenta de Instagram para publicar un extenso descargo en el que resaltó su confianza en las instituciones: “Desde el primer día confiamos en la Justicia. Guardamos un respetuoso silencio durante el proceso para que el fallo del Juez sea el que aclare todos los dolorosos hechos. HOY HE SIDO SOBRESEIDO con una contundente sentencia. Quiero agradecer especialmente a mi familia, sobre todo a mi esposa, por confiar y estar siempre a mi lado. A mis amigos incondicionales que siempre recordaré. A mis abogados Ernesto Baaclini y mi amigazo Jorge Barrera“.
La postura de la denunciante y el anuncio de apelación
A pesar del fallo favorable para los futbolistas, la querella aseguró que el proceso no ha concluido. La abogada de la denunciante, Patricia Neme, confirmó que presentará un recurso para impugnar la resolución judicial, sosteniendo que no se trata de una sentencia definitiva. La joven que inició la demanda se mostró visiblemente afectada por la decisión, pero ratificó su voluntad de continuar con el reclamo legal en instancias superiores.
“Voy a llegar hasta la última instancia judicial”, afirmó la denunciante tras la audiencia. En sus declaraciones, enfatizó la gravedad de los elementos presentados durante la instrucción: “Nadie me va a negar las lesiones que tuve. Nadie me va a negar mi short ensangrentado. Voy a ir hasta las últimas consecuencias. No puede ser esto un precedente para que las mujeres nos quedemos calladas y no denunciemos”. Asimismo, calificó el momento actual como un “sentimiento de tristeza” y denunció haber sido sometida a un “escarnio público” durante el desarrollo del proceso.
Bienvenidos a una nueva edición de «Justicia a la Argentina», ese maravilloso reality show donde la evidencia es una sugerencia y el Código Penal parece estar escrito en servilletas de un bar de Tribunales. Hoy, en un giro que nadie —absolutamente nadie que conozca cómo funciona el poder y el fútbol en este país— esperaba, los cuatro jinetes del «tercer tiempo» en Tucumán han sido sobreseídos. Sí, amigos, según la Justicia tucumana, lo que ocurrió en aquella habitación de hotel fue aparentemente una sesión espiritual de sanación colectiva que terminó en un malentendido digno de una comedia de enredos de los años ochenta. Los jugadores rompieron en llanto, no sabemos si de emoción o porque se dieron cuenta de que ahora tienen que volver a entrenar y ya no pueden usar el juicio como excusa para faltar a la pretemporada.
Por supuesto, el despliegue teológico en las redes sociales no se hizo esperar. Las parejas de los involucrados pasaron de ser influencers de moda a doctoras en Teología Sistemática en cuestión de minutos. Entre versículos bíblicos y fotos de la Virgen, nos explicaron que «Dios es justo», una interpretación del derecho canónico que convenientemente siempre coincide con los fallos a favor de sus novios. Mientras tanto, Sebastián Sosa ensayó un descargo tan solemne que por un momento olvidamos que no estábamos leyendo el testamento de un prócer de la independencia, sino el posteo de un arquero que agradece el «respetuoso silencio» mientras la otra parte todavía está intentando entender cómo es que los objetos ensangrentados no califican como «prueba contundente» en el Gran Libro de la Jurisprudencia Creativa de Tucumán.
Es fascinante observar cómo la narrativa del «Tanque» Osorio y compañía se transforma: ahora son mártires del debido proceso, víctimas de un sistema que —por un error en la Matrix— casi los obliga a hacerse responsables de sus actos. La denunciante, por su parte, dice que irá hasta las últimas consecuencias, pero ya sabemos cómo funciona esto: en este país, las «últimas consecuencias» suelen estar convenientemente ubicadas detrás de una montaña de apelaciones que tardan más en resolverse que una obra pública en el Conurbano. Prepárense para el segundo tiempo de este partido judicial, donde la verdad está perdiendo por goleada, pero el VAR de la opinión pública sigue revisando el fuera de juego de la moralidad.