Argentina escala al sexto puesto mundial en presupuestos de exploración minera con USD 493,4 millones en 2024, un 15,7% más que el año anterior. San Juan lidera el crecimiento con un aumento del 66,5% en inversión, gracias al cobre, mientras que las provincias del litio ven caídas por la volatilidad del mercado. La actividad generó más de 9.500 empleos y un impacto económico considerable en las provincias.
Argentina, esa tierra de contrastes donde hasta la minería decide subirse a la montaña rusa, ahora se ubica como el sexto país a nivel global en lo que a presupuestos exploratorios se refiere. Así lo informa el último reporte de GEMERA, donde se detalla que, pese a todo, el país alcanzó una inversión de USD 493,4 millones durante este 2024. Lo que implica un salto desde el séptimo lugar del año anterior, y un incremento del 15,7% que coloca a la nación en su segundo registro más alto desde el 2000, solo superado por aquel lejano pico de 2012.
Pero, como todo en Argentina, la cosa no es pareja. La provincia de San Juan, esa joya a la que nunca le damos la atención suficiente salvo cuando toca hablar de minería, se transformó en la gran vedette del asunto. Con un incremento del 66,5% en su inversión exploratoria, impulsado principalmente por el «cobre», San Juan se alzó como la única provincia del país que elevó su apuesta en este sector, ostentando así el 54,4% del total nacional. Parece que mientras unos pierden el norte con el litio, otros van por el cobre, ¡cosas veredes, Sancho!
Por otro lado, las provincias que creyeron encontrar el El Dorado en el litio han visto cómo sus presupuestos se desplomaban al compás de los precios internacionales. Esta es una dura lección, demostrando que hasta los metales que creíamos invencibles tienen sus vaivenes. Un reflejo de cómo el mercado, implacable, dicta las reglas del juego. Aquí vemos la realidad descarnada de las inversiones, donde no hay lugar para sentimentalismos, solo números y estrategias.
Pero no todo es desolación. Esta inversión, que se podría definir como un pequeño respiro en medio de la tormenta económica nacional, generó unos 3.823 empleos directos y unos 5.773 indirectos. La masa salarial, por su parte, sumó unos USD 91,2 millones. ¿Y lo más interesante? Cada millón invertido dejó en las provincias aproximadamente USD 553.000 en gastos, salarios e impuestos. Un pequeño círculo virtuoso en estos tiempos de ajuste.
Así, San Juan se posiciona como la gran impulsora de la exploración minera argentina. Una provincia, que para algunos era una tierra de nadie, se convierte en el epicentro de la actividad, marcando agenda y demostrando que, incluso en Argentina, hay lugar para buenas noticias. Habrá que estar atentos, porque como dijo alguien por ahí: «En este país, hasta una mina puede ser noticia».