La Dirección Provincial de Vialidad (DPV) está llevando a cabo un plan de mantenimiento en la Avenida Circunvalación, incluyendo reparación de calzada y recambio de barandas. Los trabajos, gestionados mediante un convenio con la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), buscan mejorar la seguridad vial en esta arteria clave. Las intervenciones se realizan tres veces por semana, en diferentes horarios, con el objetivo de minimizar el impacto en el tráfico. Se recomienda a los conductores circular con precaución. Este convenio tiene una duración de 36 meses y permitirá que la provincia se encargue del mantenimiento de esta vía.
Avenida Circunvalación: ¿Obras que mejoran o dolores de cabeza?
La Dirección Provincial de Vialidad (DPV), esos magos de la ruta, están metidos en un baile de mantenimiento en la Avenida Circunvalación (Ruta Nacional A-014). Sí, esa que usamos todos los días y que a veces parece una pista de obstáculos. El plan, según nos cuentan, incluye reparar la calzada y cambiar las barandas, todo gracias a un convenio con la Dirección Nacional de Vialidad (DNV). ¡Ah! Y el objetivo estrella es «garantizar la seguridad vial». Esperemos que no sea solo un verso para la foto, aunque entendemos que la avenida necesitaba un buen cariño.
Cronograma de trabajos: ¿será que esta vez si se cumple?
Los trabajos, que empezaron a finales del 2024 y se extendieron hasta los primeros días de este 2025, parece que van en serio. La DPV nos dice que seguirán con tres intervenciones semanales, con un cronograma más estudiado que la defensa de un político: los martes de 9 a 14 hs, reparación de calzada en colectoras; los miércoles, de 23 a 5 am, trabajos nocturnos en los carriles; y los viernes, de 9 a 14 hs, recambio de barandas. O sea, que si usted no planifica bien, se va a comer un buen embotellamiento. Aunque bueno, ¿quién planifica en esta provincia?
Claro, todo esto “está sujeto a las condiciones climáticas”. Como si dependiéramos de la voluntad de los meteoritos. Y también a «variables técnico-operativas». O sea, lo que en criollo significa «si algo sale mal, nos veremos en la próxima». Para llevar a cabo estos trabajitos, cuentan con personal especializado, maquinaria y «apoyo logístico». Como si fuera a rodar una película de Hollywood. Cada corte de calle, dicen, tendrá la escolta de la policía, señalización y carteles para guiar el tránsito. ¡Qué lindo es cuando las cosas se hacen bien! Aunque uno siempre se pregunta ¿será suficiente?
El convenio: ¿la salvación o la yapa burocrática?
El convenio, ese salvavidas de 36 meses, entre la DPV y la DNV tiene como misión mantener a raya los 16 kilómetros de la Avenida Circunvalación y sus accesos a las Rutas Nacionales 40 y 20. Las tareas incluyen reparar calzadas, sustituir barandas, y limpiar banquinas. ¿La buena noticia? San Juan se encarga de la vía y el gobierno de Marcelo Orrego se anota un poroto. ¿La mala? Que si sale mal, todos nos acordaremos de él. Eso sí, no podemos dejar de lado que este tipo de convenios, aunque puedan parecer burocráticos, son clave para que las rutas no se caigan a pedazos.
Y por si fuera poco, hay «medidas estrictas de seguridad». Carteles reflectivos y acompañamiento policial. Todo para proteger a trabajadores y usuarios. Uno ya no sabe si está viajando por una ruta o en la alfombra roja, aunque se agradecen las precauciones, nunca están demás. Porque si no, ¿quién responde después ante cualquier accidente?
En fin, la DPV le recomienda a los conductores circular con precaución y planificar rutas alternativas. Lo que traducido a la vida real, significa: armarse de paciencia, prender el playlist de los ochenta y prepararse para las demoras. Pero, al final del día, estas acciones «refuerzan el compromiso del Gobierno Provincial con la mejora continua de la infraestructura vial». Ojalá sea así y no un mero cliché electoral. Porque, como siempre decimos en estos casos, el tiempo dirá.